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Una imagen de la ejecución de la pasarela ciclista. / Inma Flores
El proyecto de la pasarela ciclopeatonal que conectará los municipios del Aljarafe y Sevilla es ya una realidad. El Consejero de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, José Fiscal, ha mantenido esta mañana un encuentro con los alcaldes de Sevilla, San Juan de Aznalfarache y Mairena del Aljarafe al término del cual ha informado de inicio de la licitación de las obras de construcción de esta pasarela que vendrá a poner fin a los problemas de movilidad ciclista que existían hasta ahora entre estas localidades aljarafeñas y la capital. Una pasarela en la que se invertirán 1,5 millones de euros y que estará lista para su uso el 31 de marzo de 2017, aunque la idea del consejero es que «si es posible y existen garantías» estos trabajos estén finalizados en un plazo menor.
El objetivo pasa porque estas obras pueden comenzar en el mes de octubre de este año. Unos trabajos que obligarán a cortar «entre uno y dos días» el tráfico rodado por la SE-30 para permitir la colocación de la estructura metálica de la pasarela. Aún así, el consejero quiso dejar claro que este corte al tráfico se realizará «por la noche y durante el fin de semana» para evitar que suponga una importante afección al tráfico en la zona. Será la primera parte de un proyecto que se completará en 2017 con la conexión de esta pasarela y la explanada de la Feria de Abril en el barrio de Los Remedios. Un tramo de aproximadamente 1 kilómetro de carril bici que contará con un presupuesto de 300.000 euros y que formará parte del convenio que firmarán en los próximos días el Ayuntamiento y la Consejería para, entre otros, licitar el carril bici entre las barriadas de Valdezorras y Parque Alcosa de la capital.
La nueva pasarela sobre la SE-30, cuyo proyecto original fue aprobado en 2014 y posteriormente modificado ante la imposibilidad de ejecutarlo, tendrá una longitud total de 240 metros y un vano central que salva la ronda de circunvalación de 58 metros entre las pilas. La plataforma cuenta con dos rampas de acceso de hormigón armado de un 8% máximo de pendiente para facilitar la accesibilidad a ciclistas y personas con movilidad reducida. Estas estructuras tendrán un trazado en curva para salvar la complejidad que supone encajar la infraestructura en el espacio disponible, adecuándose así a los requisitos de alzado (5,5 metros sobre la SE-30) acordados con el Ministerio de Fomento.