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El alcalde, Juan Espadas, con el homólogo malagueño, Francisco de la Torre, durante su participación en un colegio en 2015. / Efe
La historia de amor político que disfrutan Sevilla y Málaga en defensa de una unidad de acción no solo turístico sino a todos los niveles vivirá en marzo su último encuentro. Tras meses en los que la relación se ha salvaguardado en reuniones entre técnicos y, sobre todo, bajo una marca, Andalucía Soul –compartida con Córdoba y Granada–, que se ha paseado por los principales escaparates turísticos, el eje Sevilla-Málaga retorna a primera plana con un doble encuentro público entre los alcaldes de Sevilla, el socialista Juan Espadas, y de Málaga, el popular Francisco de la Torre.
El regidor malagueño tiene confirmada su presencia el próximo 12 de marzo a un encuentro organizado por la Cámara de Comercio en Antares y con Juan Espadas como el encargado de presentar a De la Torre. Una semana después, según pudieron confirmar ambos consistorios, se intercambiarán los papeles: el 19 de marzo será De la Torre el maestro de ceremonias del alcalde de Sevilla, que impartirá en la capital de la Costa del Sol, en un lugar aún por concretar, una conferencia sobre las relaciones de ambas ciudades desde que en agosto de 2015 fumaran la pipa de la paz tras una larga historia de desencuentros con la capitalidad de Andalucía como principal frente de batalla.
Esta doble cita puede ser la última en la que se embarquen públicamente ambos dirigentes, debido en buena parte a los tiempos electorales. Queda poco más de un año para las elecciones municipales y, como es normal, cada regidor empezará a barrer hacia su partido –y su candidatos en cada uno de los territorios–. Y, aunque a nivel técnico se mantenga esa entente cordial, conforme se acerque la cita con las urnas será más difícil concretar nuevas alianzas.
De todos modos, fuentes municipales aseguran que se siguen celebrando reuniones específicas para tratar cuestiones como la captación de fondos europeos, el diseño de estrategias de movilidad sostenible con la implantación de una red de electrolineras entre ambas ciudades que sigue en fase de estudio; y la colaboración entre las dos empresas de agua (Emasesa por Sevilla y Emasa por Málaga) para ser las primeras en probar la nueva tecnología Internet de las Cosas de Banda Estrecha desarrollada por Huawei y Vodafone. Hasta se reivindica el impulso conjunto de las smart city e incluso la celebración de semanas de la moda con presencia de diseñadores de ambas capitales andaluzas.
Todos estos detalles solo forman parte de dos años y medio de paz, desde que en julio De la Torre visitara las dependencias de Plaza Nueva y, un mes después, Espadas le correspondiera con otra visita al Salón de los Espejos del Consistorio malagueño, donde se certificó el compromiso de un eje Sevilla-Málaga como había demandado la iniciativa privada y empresarial aglutinada a través de Civisur.
Aunque en septiembre se constituye el grupo de trabajo, las primeras alianzas se plasmaron en octubre, con la firma en la sede de la Universidad de Sevilla del protocolo de colaboración del eje, con el objetivo de convertir a Málaga y Sevilla «en el eje de innovación más atractivo del sur de Europa», potenciar el desarrollo de infraestructuras, intercambiar proyectos para reforzar la oferta cultural y emprender campañas de promoción turística. Sobre este último aspecto se sumaron en diciembre de 2015 las ciudades de Córdoba y Granada, con la que comparten la marca Andalucía Soul que ha acarreado «muchos beneficios» turísticos.
Ya en julio de 2016, Málaga y Sevilla, con sus consistorios y sus universidades, suscribieron un convenio para el desarrollo del campus de excelencia internacional Andalucía Tech para generar sinergias. Los dos alcaldes firmaron un acuerdo para que ambas ciudades se convirtieran en laboratorios urbanos de proyectos innovadores. O lo que es lo mismo, la apuesta por que las dos capitales sean cultivo de empresas que apuesten por nuevas prácticas que garanticen su viabilidad y además disparen los índices de creación de empleo.