«La portada pretende ser un embajador de la cultura»

César Ramírez es el autor del diseño de la gigantesca estructura que desde hoy da la bienvenida a los feriantes

13 abr 2018 / 19:23 h - Actualizado: 14 abr 2018 / 13:44 h.
"Feria de Abril","Feria de Abril 2018"
  • El pintor y arquitecto César Ramírez es el autor del diseño de la portada de la Feria de Sevilla de 2018. / Jesús Barrera
    El pintor y arquitecto César Ramírez es el autor del diseño de la portada de la Feria de Sevilla de 2018. / Jesús Barrera
  • La caseta del Círculo Mercantil de 1905 que inspira la portada. / El Correo
    La caseta del Círculo Mercantil de 1905 que inspira la portada. / El Correo

Es la primera vez que una portada de la Feria en Los Remedios luce gallardetes y que en su estructura se introducen pilares circulares. El pintor y arquitecto César Ramírez es el padre del «exotismo arquitectónico» que destila la portada de la Feria de Sevilla de 2018, cuyo diseño está tematizado en las antiguas casetas feriantes que a principios del siglo XX montaba el Círculo Mercantil, institución que conmemora en este año su 150 aniversario fundacional.

«Para mí ha supuesto un inmenso orgullo. Después de haber hecho el cartel de la Semana Santa de Sevilla de 2016, el poder dejar mi sentimiento en la otra fiesta mayor de Sevilla me llena de una inmensa alegría», asegura Ramírez. «He pretendido que sea un gran homenaje a la diversidad cultural de nuestra ciudad, que marca el carácter de nuestras tradiciones y que el Círculo Mercantil siempre ha potenciado y difundido a través de la gran labor que realiza a lo largo de todo el año en su sede de la calle Sierpes».

La gigantesca estructura que desde la noche de este sábado dará la bienvenida a los visitantes al Real de los Remedios basa en concreto su diseño en una combinación de la caseta del Círculo Mercantil de 1905 –con su triple arquería inferior de clara inspiración arabesca o mudéjar– y del denominado Arco de los Pavones del Salón de Embajadores del Real Alcázar de Sevilla, decorado con las aves de cetrería y pavos reales a las que era tan aficionado el Rey Pedro I, impulsor de su construcción.

El vacío existente entre los arcos inferiores y el superior servirá de ámbito de movimiento de gallardetes con colores institucionales «en un guiño claro a aquellos gallardetes que coronaban el grupo de casetas realizadas en el año 1893 por el arquitecto municipal José Sáez y los que se colocaban en la calle San Fernando a finales del siglo XIX previo a su acceso a la antigua feria del Prado de San Sebastián», explica Ramírez.

El remate superior, con el escudo de la ciudad de Sevilla flanqueado por un abanico de banderas de España, Andalucía y Sevilla, está inspirado por su parte en el acabado del templete levantado en la Plaza Nueva en el año 1862 con motivo de la visita de la Reina Isabel II.

Por último, las torres laterales, que llegan a alcanzar los 40 metros de altura, constituyen un homenaje particular del padre de la portada al arquitecto a Aníbal González, uno de los principales referentes del mudéjar sevillano, con una interpretación de la fachada de esquina de la Casa Nogueira de 1907, situada junto a la plaza de la Campana.

Ramírez se muestra agradecido y «absolutamente asombrado» de la profesionalidad de los servicios técnicos de Fiestas Mayores, con los que ha vivido «intensamente y codo a codo» la materialización de su obra. «Se han portado estupendamente, pues han apropiado el proyecto inmediatamente como suyo y lo han respetado al 99 por cien, retocando sólo mínimas cositas».

«La verdad es que es una portada que me ha llenado de una gran satisfacción y prueba de ello es el reconocimiento que está teniendo por parte de todas las personas con que me encuentro. Estoy muy satisfecho del resultado. Con ese arco de clarísimas referencias tanto cristianas como orientales, persas y griegas, diríamos que la portada, tal como es su lema, pretende ser un embajador de la cultura, al igual que es el Círculo Mercantil».

Hermano de la cofradía del Museo, César Ramírez considera que la Feria de Sevilla «ha llegado a su tope, porque mayor tamaño sería imposible por una cuestión puramente logística». Se le pregunta por último qué modificaría de la Feria de Sevilla. Y, en esta ocasión, barre para casa: «Creo que antiguamente la portada se dejaba encendida más horas. Ahora no sé si se corta a las dos de la mañana. Por mí, dejaba encendida la portada toda la noche o por lo menos hasta las cinco o las seis de la mañana».

{Es la primera vez que una portada de la Feria en Los Remedios luce gallardetes y que en su estructura se introducen pilares circulares. El pintor y arquitecto César Ramírez es el padre del «exotismo arquitectónico» que destila la portada de la Feria de Sevilla de 2018, cuyo diseño está tematizado en las antiguas casetas feriantes que a principios del siglo XX montaba el Círculo Mercantil, institución que conmemora en este año su 150 aniversario fundacional.

«Para mí ha supuesto un inmenso orgullo. Después de haber hecho el cartel de la Semana Santa de Sevilla de 2016, el poder dejar mi sentimiento en la otra fiesta mayor de Sevilla me llena de una inmensa alegría», asegura Ramírez. «He pretendido que sea un gran homenaje a la diversidad cultural de nuestra ciudad, que marca el carácter de nuestras tradiciones y que el Círculo Mercantil siempre ha potenciado y difundido a través de la gran labor que realiza a lo largo de todo el año en su sede de la calle Sierpes».

La gigantesca estructura que desde la noche de este sábado dará la bienvenida a los visitantes al Real de los Remedios basa en concreto su diseño en una combinación de la caseta del Círculo Mercantil de 1905 –con su triple arquería inferior de clara inspiración arabesca o mudéjar– y del denominado Arco de los Pavones del Salón de Embajadores del Real Alcázar de Sevilla, decorado con las aves de cetrería y pavos reales a las que eran tan aficionado el Rey Pedro I, impulsor de su construcción.

El vacío existente entre los arcos inferiores y el superior servirá el ámbito de movimiento de gallardetes con colores institucionales «en un guiño claro a aquellos gallardetes que coronaban el grupo de casetas realizadas en el año 1893 por el arquitecto municipal José Sáez y los que se colocaban en la calle San Fernando a finales del siglo XIX previo a su acceso a la antigua feria del Prado de San Sebastián», explica Ramírez.

El remate superior, con el escudo de la ciudad de Sevilla flanqueado por un abanico de banderas de España, Andalucía y Sevilla, está inspirado por su parte en el acabado del templete levantado en la Plaza Nueva en el año 1862 con motivo de la visita de la Reina Isabel II.

Por último, las torres laterales, que llegan a alcanzar los 40 metros de altura, constituyen un homenaje particular del padre de la portada al arquitecto a Aníbal González, uno de los principales referentes del mudéjar sevillano, con una interpretación de la fachada de esquina de la Casa Nogueira de 1907, situada junto a la plaza de la Campana.

Ramírez se muestra agradecido y «absolutamente asombrado» de la profesionalidad de los servicios técnicos de Fiestas Mayores, con los que ha vivido «intensamente y codo a codo» la materialización de su obra. «Se han portado estupendamente, pues han apropiado el proyecto inmediatamente como suyo y lo han respetado al 99 por cien, retocando sólo mínimas cositas».

«La verdad es que es una portada que me ha llenado de una gran satisfacción y prueba de ello es el reconocimiento que está teniendo por parte de todas las personas con que me encuentro. Estoy muy satisfecho del resultado. Con ese arco de clarísimas referencias tanto cristianas como orientales, persas y griegas, diríamos que la portada, tal como es su lema, pretende ser un embajador de la cultura, al igual que es el Círculo Mercantil».

Hermano de la cofradía del Museo, César Ramírez considera que la Feria de Sevilla «ha llegado a su tope, porque mayor tamaño sería imposible por una cuestión puramente logística». Se le pregunta por último qué modificaría de la Feria de Sevilla. Y, en esta ocasión, barre para casa: «Creo que antiguamente la portada se dejaba encendida más horas. Ahora no sé si se corta a las dos de la mañana. Por mí, dejaba encendida la portada toda la noche o por lo menos hasta las cinco o las seis de la mañana». ~

LOS NÚMEROS DE LA PORTADA

Sus torres laterales, que constituyen un homenaje al arquitecto Aníbal González, alcanzan los 40 metros de altura. El frente de la portada ocupa 50 metros. La gigantesca estructura que da la bienvenida a los visitantes al Real tiene un peso aproximado de 230.000 kilos y cuenta con 25.000 bombillas. En el montaje de la portada se han empleado 16.500 horas de trabajo. El coste de estas labores alcanza el medio millón de euros.