La reactivación de la economía aviva la contaminación

Balance. En el último año, los niveles de calidad del aire han empeorado debido al aumento del tráfico y la actividad industrial. Urgen medidas para paliar la situación

17 mar 2017 / 08:12 h - Actualizado: 17 mar 2017 / 20:37 h.
"Respirando malos humos"
  • Dos ciclistas respiran el aire causado por uno de los muchos atascos que a diario se producen en la ronda de circunvalación SE-30. / Pepo Herrera
    Dos ciclistas respiran el aire causado por uno de los muchos atascos que a diario se producen en la ronda de circunvalación SE-30. / Pepo Herrera

Las enfermedades del sistema respiratorio son la tercera causa de muerte en España. Buena parte de estas se debe a la contaminación del aire, de la que la principal causa es el monóxido de carbono emitido por los vehículos. Y esta situación se ha agravado en el último año con la reactivación económica, volviendo a niveles de 2009, afectado también por la situación meteorológica, con largas temporadas sin lluvia.

El episodio de contaminación en Madrid, que obligó a su ayuntamiento a cortar el tráfico en diversas vías del centro, ha llevado en los últimos meses a la publicación de estudios sobre cómo incide realmente la mala calidad del aire en las personas, y a instar a la Comisión Europea a dar un toque de atención a España por la situación, especialmente en Madrid y Barcelona. La propia Bruselas reconoce que más de una cuarta parte de las ciudades europeas superan los límites legales de dióxido de nitrógeno, y eso aplicando los niveles europeos –o los españoles–, que son claramente menos exigentes a los admitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Si nos centramos en Andalucía, el estudio realizado por Ecologistas en Acción en 2015 denunciaba que los 8,4 millones de habitantes respiraron en algún momento aire contaminado, superando los límites de la OMS –si se aplica la normativa europea y española solo respiraron aire contaminado un millón de andaluces–. Las causas son variadas: la meteorología –calor y pocas lluvias–, el repunte del tráfico, coincidiendo con el de la actividad económica; el fraude en las emisiones de los automóviles –caso Volkswagen– y la apuesta por energías sucias en detrimento de las renovables. Todas ellas inciden en la salud de las personas, pero también en los cultivos y espacios naturales, e incluso en la vida de las mascotas.

En concreto, tras años de descenso se ha regresado a niveles de contaminación de 2008, con un aumento general de los niveles de partículas en suspensión, dióxido de nitrógeno, ozono troposférico y dióxido de azufre, en especial en las grandes ciudades, autovías y autopistas, y las zonas industriales de Algeciras, Bailén, Carboneras, Huelva y Puente Nuevo.

De todos estos agentes contaminantes es el ozono troposférico el contaminante que llega a más población. Aunque causado también por el tráfico, su incidencia se vio incrementada por las altas temperaturas registradas (olas de calor). Ecologistas en Acción concluye señalando que, de acuerdo con la Agencia Europea de Medio Ambiente, cada año mueren en España 25.000 personas por afecciones derivadas de la contaminación del aire.

En el caso de Sevilla y su provincia, especialmente su área metropolitana, el informe señalaba niveles preocupantes de ozono y partículas en suspensión en el área metropolitana y en los Bermejales –cercanía a la SE-30 y su punto más concurrido, el puente del Quinto Centenario, y a la zona portuaria, donde se ubican industrias–. Así, indicaban que, en el caso del ozono cuatro estaciones del área metropolitana registraron más de 25 días con niveles por encima de lo admitido: Aljarafe (35), San Jerónimo (30), Santa Clara (29) y Alcalá de Guadaíra (26), mientras que en Bermejales se superó en 25 días –en este punto inciden más las partículas en suspensión– y en el Centro 24.

En el mismo indicaban que todas las estaciones del área metropolitana, salvo Torneo, superaron el objetivo legal para la protección de vegetación establecido para el ozono –18.000– durante el lustro 2011-2015. Así, las más incumplidoras fueron Aljarafe (25.103), Alcalá de Guadaíra (22.474), Centro (22.173) y Bermejales (20.325), e incluso la estación de la Sierra Norte, ubicada en San Nicolás del Puerto, superó el límite (20.733).

En el caso de Bermejales, su estación sobrepasó muy por encima del límite establecido por la normativa las partículas en suspensión en el aire, PM10 (44, sobre un tope de 35). En resumen, según datos de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, el diez por ciento de los días del año 2015 los índices de calidad del aire en el área metropolitana de Sevilla no eran admisibles, superando en un uno por ciento los del área industrial de Huelva y en un dos por ciento el área industrial de la Bahía de Algeciras, por indicar dos ejemplos claros de la situación.

Esta se traduce, entre otros aspectos, en los datos del Instituto Nacional de Estadísticas: del total de defunciones en 2015 en la provincia de Sevilla (16.139), más de un 21 por ciento se debieron a enfermedades de las vías respiratorias (3.422), muchas relacionadas con la contaminación del aire, aunque también con el consumo del tabaco, otro tipo de contaminación del aire, en este caso interna, que afecta no solo al fumador, sino también a la calidad del aire que respiran las personas de su entorno.

En el caso de Andalucía el porcentaje de fallecidos por enfermedades respiratorias se sitúa en el 23,4 por ciento, 16.871 casos de las 72.001 muertes en el año 2015.

En la capital, la Red de Vigilancia Ambiental para la calidad del aire de Sevilla –estaciones dependientes de la Consejería de Medio Ambiente– mide la situación, y en caso de cualquier incidencia es la Agencia Local de la Energía Pública la encargada de hacer público si se superen los límites legales.

Sin embargo, las organizaciones ecologistas reclaman mayor implicación por parte del Ayuntamiento para que los niveles de contaminación desciendan. A raíz del informe de la oficina del Defensor del Pueblo –que dirige la exalcaldesa hispalense Soledad Becerril– en la que en diciembre pasado iniciaba una actuación de oficio en varios municipios españoles –incluida Sevilla– sobre la calidad del aire, e instaba a tomar medidas a corto plazo para reducir la contaminación, Equo solicitó al consistorio que preside Juan Espadas a tomar medidas fáciles de aplicar: restringir el tráfico en la zona centro, mejorar y ampliar la red de carriles bici, olvidar el metro suburbano y apostar por implantar el MetroBus, mejorar la frecuencia de paso de los autobuses urbanos, reactivar el Consejo Local de Medio Ambiente y una red de puntos de recarga de coches eléctricos, entre otras medidas. Estas, o cualquier otras, son necesarias para respirar un aire que no perjudique la salud. ~