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El centro del Paseo Juan Carlos I abrirá sus puertas antes del verano y dará servicio 24 horas los 365 días del año. / Manuel Gómez -
El centro se inauguró en noviembre de 2008. / Javier Díaz
Atender a los excluidos entre los excluidos. Este será el objetivo que tenga el centro municipal que se encuentra en el Paseo Juan Carlos I, junto al Puente de la Barqueta. El centro, que estará en funcionamiento antes del verano, vendrá a complementar los recursos del Ayuntamiento de Sevilla para las personas sin hogar y dar respuesta a quienes no pueden acceder a otro tipo de atención. Como principales novedades, el espacio abrirá 24 horas, los 365 días del año, admitirá enseres y también mascotas, unas de las reticencias para entrar en el sistema de este colectivo.
Así, el espacio retomará de alguna manera su objetivo original. En noviembre de 2008 abrió sus puertas por primera vez el centro de baja exigencia del Paseo de Juan Carlos I. Entonces, en el Ayuntamiento gobernaba el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín. El nuevo albergue estaba destinado a aquellas personas que no pudieran ingresar en el de Perafán de Rivera y en concreto a quienes sufren las inclemencias meteorológicas.
El centro, con unas 20 plazas disponibles, se quedó sin actividad con el cambio de gobierno en Plaza Nueva. Entonces los recursos municipales para las personas sin hogar se redujeron al albergue municipal y el centro Virgen de los Reyes.
Con la llegada de Juan Espadas a la Alcaldía hispalense, el centro volvió a reabrirse de manera temporal en las campañas de invierno para reforzar las plazas que el Ayuntamiento pone a disposición del colectivo así como durante los cuatro meses que se han prolongado las obras de mejora que se han acometido en el albergue municipal, lo que ha retrasado la recuperación de este recurso. Pero la idea del delegado de Bienestar Social y Empleo, Juan Manuel Flores, es ampliar el número de plazas así como adaptar y diversificar la oferta municipal.
Por ello, el planteamiento del gobierno local es abrir de manera definitiva este espacio que ampliaría con alrededor de 20 camas, que se sumarían a las 40 del centro Virgen de los Reyes, también de baja exigencia, y a las 180 del albergue municipal.
El último conteo realizado por el Consistorio el pasado noviembre apuntó a que en la capital hispalense hay 444 personas que no tienen un hogar, de las que algo más de la mitad (239) usan los recursos municipales. Aunque esta cifra fluctúa en función de las épocas del año, la delegación de Bienestar Social pretende contar con recursos que se ajusten a la situación de los usuarios y por ello es necesaria una importante variedad de servicios para garantizar la adecuada atención al colectivo. Esto se traduce en que a la oferta establecida del centro de noche de alta tolerancia, el centro de acogida municipal y el programa de pisos tutelados, que arrancó el pasado invierno en colaboración con RAIS para el desarrollo en Sevilla del programa Housing first con 10 viviendas, se le sumará, previsiblemente antes del próximo verano, el centro del Paseo Juan Carlos I que prestará una atención de primer nivel.
Este espacio vendrá a dar respuesta a la necesidad detectada por el gobierno local de atender a un perfil de muy baja exigencia que cubra las necesidades básicas durante las 24 horas del día y que ofrezca un contexto de atención centrado en la protección y en evitar un mayor deterioro de los usuarios.
Una de las mayores reticencias de las personas que viven en la calle a la hora de entrar en los albergues y otro tipo de alojamientos es no poder conservar todas sus cosas o sus animales de compañía, situación a la que dará respuesta el centro del Paseo de Juan Carlos I. Precisamente el modo de gestionar estos aspectos trabajan actualmente los técnicos.
El Ayuntamiento sacó a licitación la semana pasada el servicio de gestión de la instalación municipal. El contrato, cuyo importe total es de 744.600 euros por el periodo de un año, trata de cubrir la necesidad de las personas sin hogar con dificultades de adaptación, con procesos de estancamiento, adicciones, problemas de salud mental o con un alto grado de deterioro personal. Su estancia en el centro no será en cualquier caso permanente. Los usuarios, que podrán acudir directamente sin intermediación de organismo alguno, prorrogarán su estancia hasta la búsqueda y asignación de un recurso más adecuado.
A ellos, en los 200 metros cuadrados del edificio, se les ofrecerá un lugar de descanso y pernocta, se les facilita alimentación (desayuno, almuerzo, merienda y cena) adaptada a sus necesidades de salud y creencias religiosas, y un servicio de aseo e higiene personal.