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Guillermo Vázquez Consuegra presenta su proyecto para las Reales Atarazanas de Sevilla. / José Luis Montero
Los arquitectos de Sevilla han querido salir al paso de la agria polémica suscitada en torno al proyecto de centro cultural en las Reales Atarazanas y en concreto de las duras críticas recibidas por su autor. Después de que la Fundación Museo Atarazanas tachase de «crimen patrimonial» el proyecto diseñado por Guillermo Vázquez Consuegra para remozar este edificio, construido en 1252 bajo el reinado de Alfonso X y declarado Bien de Interés Cultural (BIC), y transformarlas en un nuevo centro cultural, el Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla ha pedido «respeto» para Vázquez Consuegra y su proyecto.
En un comunicado, la institución da cuenta de que su junta de gobierno ha pedido «el máximo respeto a la labor profesional de todos los arquitectos y en concreto a la del autor del proyecto del centro cultural Atarazanas», rechazando «los insultos y descalificaciones vertidos contra el proyecto y su autor», pues la Fundación Atarazanas incluso ha anunciado acciones legales contra este diseño.
La institución ve «legítimo cualquier debate sobre propuestas de arquitectura, y en particular el de las Atarazanas», pero también reclama que «todos respeten la capacidad de cada arquitecto para proponer las soluciones que considere más adecuadas para el encargo recibido, conforme a sus criterios profesionales». Sobre todo porque, según recuerda el Colegio de Arquitectos, «este proyecto deriva de un concurso de ideas en el que participaron nueve equipos de prestigiosos arquitectos y en el que resultó ganadora la propuesta de Guillermo Vázquez Consuegra».
«Los participantes en cualquier debate no pueden pretender sustituir la legítima decisión del jurado, ni suplantar las competencias de las administraciones públicas que han aprobado el proyecto y concedido la licencia de obras correspondiente, de forma previa por el anterior gobierno municipal y definitivamente por el nuevo salido de las últimas elecciones», pues el diseño en cuestión ha sido avalado por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico y tiene ya licencia de obras.
Además, la institución defiende que «el autor del proyecto es un arquitecto cuyo prestigio está reconocido internacionalmente», manifestando su «esperanza de que la iniciativa se culmine con éxito, de acuerdo con los más estrictos criterios de respeto al patrimonio arquitectónico y de los intereses generales de la sociedad».