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Antonio Moro, director del laboratorio de Análisis Clínicos, explica a Susana Díaz el funcionamiento de la cadena robotizada. / Fotos: Jesús Barrera -
Una trabajadora prepara las muestras antes de introducirlas en el robot.
Una cadena central robotizada integrada por un sinfín de módulos se expande por las renovadas dependencias de Análisis Clínicos y Hematología del Hospital Universitario de Valme. Se trata de una nueva tecnología, pionera en Andalucía, que permite reducir los tiempos de espera diagnóstica de modo que los resultados de una analítica rutinaria, que antes tardaban de dos a tres días, se podrán consultar tan sólo 24 horas después de su recogida.
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, visitó este viernes los modernizados laboratorios de Valme, «uno de los más avanzados no sólo de la provincia o de Andalucía sino del conjunto del país», fruto de «una inversión grande de la Junta, en torno a los dos millones de euros», dijo.
Este sistema de vanguardia «mejora la calidad y también la celeridad», explicó Díaz, orgullosa de este avance que puso como ejemplo de lo que está por venir: «2018 será un año expansivo», afirmó, que debe notarse «en el Sistema Público de Salud, no sólo en la recuperación de derechos o en nuevas infraestructuras sanitarias sino también en la remodelación de las existentes» en lo que definió como una «apuesta por la vanguardia».
Valme se convierte así en el primer hospital de Sevilla que instala este tipo de tecnología innovadora, que a medio plazo se extenderá al Virgen Macarena –donde ya se han iniciado las reformas– y al Virgen del Rocío.
Los laboratorios de Análisis Clínicos y Hematología del Hospital Universitario de Valme dan cobertura a una población de 400.000 ciudadanos y en el año 2016 realizaron un total de 8,5 millones de análisis (7,1 millones de pruebas bioquímicas y 1,4 millones de pruebas hematológicas). Para ello, este laboratorio dispone de 63 profesionales de diversas categorías profesionales: bioquímicos, hematólogos, enfermeros y auxiliares, técnicos de laboratorio, administrativos y celadores.
Este equipamiento atiende las peticiones de analíticas tanto del propio centro como las del hospital de Tomillar, con sus tres centros periféricos de especialidades (Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra y Morón de la Frontera), así como de 33 centros de atención primaria.
REFORMA EN SEIS MESES
La renovación, que se ha llevado a cabo en seis meses, ha incluido la reordenación del espacio anterior, logrando áreas de trabajo más funcionales. Concretamente, se ha unificado la recepción de muestras de ambos laboratorios y se ha centralizado en esta nueva tecnología las determinaciones bioquímicas y hematológicas de urgencia, así como la mayoría de las pruebas bioquímicas y hematológicas de rutina junto al archivo de muestras de los dos laboratorios.
La novedosa tecnología que se ha incorporado permite aumentar la eficiencia a través del incremento en la capacidad de producción de determinaciones y obteniendo resultados analíticos en menor tiempo y reduciendo el tiempo de respuesta para llegar antes al diagnóstico de enfermedades.
Asimismo, la seguridad del paciente se ve optimizada a través de una mayor y mejor supervisión de todas las fases del proceso analítico, mejorando la trazabilidad de las pruebas realizadas. Ello, unido al cambio del sistema de identificación de las muestras, potencia la seguridad y calidad en el transporte de las mismas.
300.000 EUROS DE AHORRO EN UN SEMESTRE
Aunque la nueva tecnología implantada en Valme ha supuesto una inversión de dos millones de euros, su puesta en funcionamiento trae consigo otra ventaja nada desdeñable en lo económico. Y es que, como explicaba Antonio Moro, director del laboratorio de Análisis Clínicos, «se abaratan los costes gracias a la plataforma provincial para la compra de reactivos que se utilizan para esa nueva maquinaria», lo que se ha traducido en que «hemos ahorrado en el último semestre de 2016 casi 300.000 euros». La amortización de la tecnología está por tanto garantizada.
Según Moro, las grandes bazas de este sistema modular automatizado son «la calidad y la seguridad, además de la rapidez, ya que cuando se realiza cualquier tipo de test además de hacerlo bien a veces se quiere hacer de forma urgente». Otra de las ventajas es que «se evitan extracciones múltiples», ya que la cadena robotizada va analizando las muestras y trasladándolas a los distintos módulos de modo que si es preciso, las devuelve para un segundo análisis. Pero, por encima de todo, lo que se gana es que «se hace todo más rápido. Cualquier día a las tres de la tarde podremos tener liquidadas todas las muestras que nos hayan llegado de todos los centros de salud de nuestra área», detallaba Moro, ya que «tenemos tres máquinas que hacen 2.000 tests por hora de bioquímica básica, otras tres de inmunoanálisis (vitaminas, hormonas...) que hacen 300 a la hora y otras tantas de técnica de iones que hacen 3.200 a la hora».
Y, pese a la introducción de tecnología, «no se toca la plantilla, la gente trabaja más a gusto, sólo ha habido que reorganizarla en función de la actividad».