El pasado 24 de junio se celebró el acto de la bendición del Centro Pastoral Diocesano por el Arzobispo de Sevilla, con la presencia del Consejo Episcopal y de las hermanas Benjumea Morenés, que han puesto esta casa al servicio de la Iglesia, atendiendo al deseo de sus padres. Monseñor Asenjo les agradeció su generosidad y la confianza que han puesto en la Archidiócesis, al tiempo que expresó su deseo de que este centro dé el mejor servicio posible a todas las realidades eclesiales de la Archidiócesis.
50 aniversario sacerdotal de monseñor Asenjo
El hecho de rotular el centro con el nombre de monseñor Asenjo obedece a una decisión de la Archidiócesis de Sevilla, como “expresión de gratitud por su servicio pastoral” ahora que se van a cumplir cincuenta años de su ordenación sacerdotal (el aniversario será el 21 de septiembre).
El Centro Pastoral Diocesano Monseñor Asenjo se ofrece como lugar de oración, espiritualidad, estudio, trabajo pastoral y descanso activo del trabajo apostólico. Óscar Díaz, vicario episcopal para la Nueva Evangelización, explica que en este lugar se podrán celebrar “reuniones a todos los niveles, desde el parroquial hasta el diocesano, como lo son por ejemplo las asambleas, los consejos y equipos de pastoral. Es un lugar ideal –añade- por el enclave y el silencio, para celebrar retiros, ejercicios espirituales, formación religiosa, convivencias de carácter pastoral y especialmente, en el verano, campamentos con niños y jóvenes, ya que cuenta con amplios espacios libres y una piscina”.
Capacidad para ochenta personas
Los destinatarios principales de estas instalaciones son los agentes de pastoral de las delegaciones diocesanas, las parroquias, la Vida Consagrada, los movimientos y asociaciones de Fieles, los responsables de pastoral de los colegios católicos y las hermandades de la Archidiócesis. Tanto las instalaciones como su enclave natural se prestan a una amplia variedad de actividades. En centro cuenta con una amplia capilla, sala de conferencias perfectamente equipada, 24 habitaciones con una capacidad para ochenta personas y distintos espacios para el ocio, la meditación y el contacto con la naturaleza en su máxima expresión.
Esta no es la primera vez que la casa ha prestado servicios de tipo religioso. Desde su construcción en 2009, son muchas las instituciones eclesiales que han comprobado las magníficas prestaciones de