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Marcas de la pedrada recibida, que no llegó a romper el cristal. / M.G. I.A.
Un hombre pierde el autobús en la avenida de la Paz. Y, como no tiene la deferencia de detenerse para esperarlo, decide lanzarle una piedra que impacta contra la cristalera del vehículo sin romperlo. Es el relato del incidente vivido en la línea 30 de Tussam a la altura del centro comercial Alcampo y que, por suerte, no hubo que lamentar heridos de consideración. Tan sólo el conductor del autobús, que fue enviado a casa después tras ser atendido por un médico que le diagnóstico un fuerte estado de ansiedad y la tensión alta.
El incidente en cuestión se produjo, según las fuentes consultadas, sobre las 14.25 horas en la avenida de la Paz, justo delante del centro comercial Alcampo. Fue al reanudar la marcha cuando sufrió un impacto en un lateral del vehículo sin que, por fortuna –y por el grueso del cristal– se rompiera. El conductor, de hecho, explicaron las mismas fuentes, pudo llegar a ver al presunto agresor. El Ayuntamiento explicó posteriormente que el atacante era un usuario que había perdido el autobús y que reaccionó cogiendo una piedra y estampándola contra el bus.
Tussam no activó el protocolo de seguridad como sí hiciera hace unas semanas con los actos vandálicos sufridos en el Polígono Sur –donde la línea 30 fue atacada con disparos procedentes, según las sospechas, de una pistola de aire comprimido–. Y es que se trata, según las fuentes municipales, de un incidente aislado» cuya razón de ser nada tiene que ver con los anteriores ataques. De hecho, aseguran, no se produjo en la zona del Polígono Sur donde se suelen producir estos actos vandálicos. Por estos motivos, no se activó un protocolo que consiste en el desvío de la línea por espacio de unas horas, mientras los cuerpos de seguridad realizan una labor de búsqueda de los posibles atacantes.