Puesta a punto de los accesos a la Expo del 29

El Consistorio actuará en los ocho pilares del antiguo cerramiento ubicados en la Glorieta de San Diego

03 ene 2018 / 18:24 h - Actualizado: 03 ene 2018 / 21:34 h.
"Patrimonio","Urbanismo"
  • El Consistorio reparará las ocho columnas que daban acceso a la muestra. / El Correo
    El Consistorio reparará las ocho columnas que daban acceso a la muestra. / El Correo

El Ayuntamiento de Sevilla realizará obras de conservación para garantizar la pervivencia de la que en otro tiempo fue la puerta de entrada a la Exposición Iberoamericana de 1929. En concreto se actuará sobre los ocho pilares del antiguo cerramiento de la muestra que se localizan en la Glorieta de San Diego.

En los últimos años se han llevado a cabo sucesivas obras de reforma y remodelación de la zona, que han tenido como objetivo la mejora del entorno urbano y la recuperación de sus bienes más singulares como el monumento de El Cid, la verja de fundición del antiguo cerramiento y la fuente del acceso principal a la muestra iberoamericana, quedando pendiente por distintos motivos la conservación de los pilares, que junto a la verja, conformaban la entrada principal al recinto de la Exposición del 29.

La alarma sobre su estado de conservación saltó en el verano de 2013 con el desprendimiento y caída a la vía pública de uno de los pináculos o remates, concretamente el del pilar más próximo al Consulado de Portugal. Este suceso, afortunadamente sin más consecuencias que las materiales, suscitó la actuación de los Bomberos y la adopción de medidas urgentes de carácter preventivo (colocación de mallas en los remates que aún se conservan). Ello evidenció la degradación tan elevada que afectaba a estos elementos, cuyas causas las encontramos en la evolución propia del material frente al paso del tiempo, en su exposición continua a un ambiente contaminado por el denso tráfico de la zona y en la falta de mantenimiento.

Por ello, el Ayuntamiento de Sevilla ha decidido actuar para garantizar la conservación de estas columnas, que se distribuyen por pares, con la puesta en marcha de un contrato para realizar obras en los ocho pilares, que cuenta con un presupuesto de licitación de 63.073 euros y cuatro meses de duración. Los trabajos no contemplan la reposición de piezas que faltan en los pilares, algo que se pospone para una próxima fase de actuación.

Materialmente, los obeliscos tienen una arquitectura mixta: pilares de ladrillo visto sobre basamentos de piedra caliza, rematados con rocallas, frontones y pináculos de piedra arenisca.

Precisamente es esta mezcla de elementos constructivos lo que hace que el estado de conservación de los pilares presente una variedad de daños y diferentes grados de repercusión de los mismos.

Así, en la base, de piedra caliza, la patología más importante que presenta es la erosión de su superficie y la existencia de fisuras. Además, presenta extensas capas de suciedad superficial derivadas del riego por aspersión de agua. El cuerpo de la columna, hecha de ladrillo, es la parte mejor conservada, aún así se pueden advertir daños muy focalizados consistentes en depósitos de suciedad, descohesión y fisuras.

Finalmente, los remates, en piedra arenisca, aglutinan problemas de mayor envergadura al ser el material más sensible de todos. De hecho, de los ocho pilares, sólo tres mantienen su coronamiento si bien, con un evidente riesgo de desprendimiento, según la memoria del contrato. Es más, uno de los pilares de la puerta de María Luisa presenta una significativa fisura en su zona central.