La portada de la Feria de Abril de 2018 avanza a pasos agigantados y si el pasado fin de semana ya estaba rematada su estructura, ha sido a lo largo de esta cuando se han empezado a colocar los paneles que recubren esa suerte de esqueleto metálico. Tras el impulso a esta fase, que da forma al diseño de César Ramírez –dedicado al 150 aniversario de Círculo Mercantil–, han emergido algunas de las figuras que protagonizan la emblemática puerta de entrada al Real sevillano: dos grandes pájaros azules, en ambos flacos que de un primer vistazo han recordado a propios y extraños a la imagen de un Águila de San Juan, un símbolo heráldico que más allá de ser en su momento utilizado por los Reyes Católicos, fue posteriormente adoptado por el régimen franquista y conserva hoy un sinfín de connotaciones políticas y vinculadas a la dictadura.
Se trata, sin ir más lejos, un símbolo preconstitucional en su momento principal en el Escudo de España, retirado en 1981 y hoy día prohibida su exhibición por las leyes nacionales y de forma concreta, por la de Memoria Democrática de Andalucía. En esta ocasión, su presencia en la portada de la Feria de Abril no se trata más de que de una ilusión óptica, porque, ni mucho menos, el aguilucho aparecerá en tan emblemático monumento sevillano, la portada, que aunque efímera, es una de las estampas más perseguidas de la primavera hispalense.
En este sentido, cuestionado el área de Fiestas Mayores por la aparente similitud que esa figura pictórica guarda con el símbolo franquista, desde el Consistorio se niega la mayor, como es proceder, aduciendo que se trata de «animales que hay en Sevilla, como el pavo real», y que se busca retrotraer a esa sede del Círculo Mercantil que protagoniza la portada. De forma más concreta, se señala desde el Ayuntamiento, que para reproducir uno de los arcos de aquel diseño, el autor ha utilizado el Arco de los Pavones del Salón de Embajadores del Real Alcázar de Sevilla, «con su decoración a base de aves de cetrería y pavos reales en las enjutas del gran arco superior».
En cualquier caso, la reproducción de ese ave y sus parecidos ya empieza a dar que hablar, aunque se trate de un asunto que no supera el estadio de lo anecdótico. Lo que es inevitable es que la guasa sevillana aterrice de forma inminente en la portada abrileña.