Singularidad en la Historia de la Lotería de Navidad

El dinero no da la felicidad... pero ayuda. El 22 de diciembre es su día grande

22 dic 2017 / 06:00 h - Actualizado: 21 dic 2017 / 20:11 h.
"La aventura del misterio"

El 22 de diciembre es una fecha mágica para muchos donde ilusiones y sueños se introducen en un gran bombo, cargado de números, esperando que el nuestro sea el gordo, el mayor premio de ese sorteo, y aunque el dinero no da la felicidad (o eso dicen) siempre queda el tópico de «...pero ayuda».

Habría que remontarse, para saber de su historia, a tiempos de las Cortes de Cádiz, cuando el ministro de la Cámara de Indias creyó conveniente un sorteo popular que fuera «un medio para aumentar los ingresos del erario público sin quebranto de los contribuyentes». Así se comenzó a celebrar siendo el primer sorteo se celebró el 18 de diciembre de 1812.

Aunque por aquella época no se llamaba Lotería de Navidad sino Lotería Moderna, que serviría para designarla y la diferenciaría de la Lotería Primitiva iniciada por el Marqués de Esquilache.

No comenzó a llamarse Sorteo de Navidad hasta 80 años más tarde, el 23 de diciembre de 1892, cinco años después ya aparecía impresa en los boletos y gozaba de gran popularidad.

Desde sus inicios fueron los niños de San Ildefonso los encargados de cantar los números, que hasta 1913 estaban impresos en papeles. En adelante, desde 1913, se ideó el sistema de bombos y bolas de madera tan tradicional ya en todas las imágenes del sorteo navideño.

El sorteo de Navidad reparte dinero e ilusiones, mueve una gran cantidad de millones de euros en participantes y premios, el máximo tiene un valor de cuatro millones de euros.

Si no tiene suerte en este tradicional sorteo navideño tiene aún una oportunidad más con el sorteo del 6 de diciembre, el llamado como Lotería del Niño. Un sorteo creado en el año 1941, aunque fue en 1966 cuando tomó ese nombre dada la coincidencia de fecha con la adoración al Niño de los Reyes Magos de Oriente. El día 22 de diciembre es, tradicionalmente, el día grande de la suerte, aquel en el que el divino azar recae sobre unos jugadores que depositan muchas ilusiones en unos boletos que llamamos Lotería de Navidad.

Sobre la Lotería de Navidad hay mil tradiciones y anécdotas, una de ellas nos dice que en la fecha del sorteo del mismo se marca como el inicio de las Navidades en España. Un sorteo en el que los boletos, o décimos, comenzar a estar disponibles –a la venta– en el caluroso mes de julio.

Como anécdota decir que desde 1812 jamás se ha cancelado uno sorteo ni siquiera por la Guerra Civil. Y hay números con suerte y números a los que la suerte no les ha sonreído en tantas ocasiones, como el caso del uno que tan sólo ha sido agraciado ocho veces. Actualmente hay 180 series, pero en 1959 sólo eran ocho.

Los números más buscados son los que tienen que ver con eventos importantes ocurridos en el año, en 2017 es la fecha de la referéndum catalán o la elección de Donald Trump. Igualmente se buscan fechas de cumpleaños, aniversarios, el nacimiento de un hijo o una fecha de boda.

También los hay fieles a los número y juegan durante toda su vida al mismo pensando que acabará tocando, y tal vez sea así, si no el Gordo al menos un premio importante.

Dice la superstición que pasar el décimo por el lomo de un gato negro aumenta las posibilidades de ganar, o pasar el décimo por el vientre de una mujer embarazada o la espalda de un jorobado. Si la Lotería no toca no se preocupe, se dice que si no te toca si ganarás en salud, es lo que se llama la lotería de la salud.

Otro consejo es entrar a comprar el décimo en la administración con el pie izquierdo y asegurarse de que el lotero entregue el billete con la mano derecha. Cuando hay cola para comprar el décimo de la lotería hay que ponerse a la izquierda en los días impares y a la derecha en los días pares. Otra costumbre o superstición es comprar lotería de lugares donde ha ocurrido tragedias ya que, de dice, que la suerte premia a estas regiones.