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Rafael Hidalgo (con la bata), jefe de Cardiología del Virgen Macarena, junto al resto del equipo. / El Correo
Hace un par de semanas celebraba con 300 pacientes el Día del Corazón. Un corazón, el del hospital Virgen Macarena, que funciona a pleno rendimiento. Y es que los números cantan: la Unidad de Cardiología y Cirugía Cardiovascular del centro sevillano, integrada por más de 150 profesionales, atiende al año alrededor de 40.000 consultas y más de 2.700 ingresos hospitalarios y practica más de 700 intervenciones.
En relación a las pruebas diagnósticas, más de lo mismo: se llevan a cabo una media de 12.500 ecocardiografías, cerca de 2.100 pruebas de esfuerzo cardiovascular y 5.300 cateterismos cardiacos y 3.400 cateterismos terapéuticos. Además, anualmente se implantan en esta Unidad más de 1.300 stents, casi 400 marcapasos y 81 desfibriladores. Es de resaltar igualmente la asistencia de 4.000 consultas de telemonitorización de arritmias, con cerca de 220 ablaciones de arritmias. A lo que se suman 370 cirugías extracorpóreas cardiacas en adulto, 310 intervenciones de varices, 19 endoprótesis aórticas, casi 60 cirugías arteriales directas y 70 fístulas para diálisis.
La Unidad de Gestión Clínica es además pionera desde el año 2008 en el implante transcatéter de válvulas aórticas, implantándose anualmente casi 50 dispositivos y siendo centro de referencia al ofertar el acceso vascular por vía femoral, subclavia, transaórtica y transapical.
En cuanto a las actividades de rehabilitación cardiaca y prevención secundaria, más de 260 pacientes han podido realizar el programa de rehabilitación cardiaca en el último año. Además, estas unidades desarrollan también un programa educativo como promoción de la salud, donde se han llegado a impartir anualmente diversos ciclos de charlas informativas dirigidos a los pacientes incluidos en el programa y a sus familiares y se han realizado iniciativas de senderismo en colaboración con las asociaciones de pacientes.
REHABILITACIÓN CARDIACA
En la actualidad la Unidad de Rehabilitación Cardiaca ha puesto en marcha un programa de rehabilitación junto con los centros de salud de Ronda Histórica y va a impulsar la rehabilitación cardiaca en Constantina, Cazalla y La Rinconada para facilitar la accesibilidad, en un programa pionero que ha despertado el interés del Ministerio de Sanidad.
La Unidad Intercentro de Cardiopatías Congénitas del Adulto de los hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío tiene registrados 1.438 pacientes a día de hoy, de los cuales el 88 por ciento ha sido sometido a cardiogramas transtorácicos y el 12 por ciento restante a cardiogramas transesofágicos; además de 17 tratamientos percutáneos de arritmias y 18 intervenciones percutáneas, de las que 13 son electrofisiológicas.
La citada unidad presta una atención de calidad a los pacientes que padecen esta enfermedad, abarcando esta desde su nacimiento, infancia y adolescencia a la edad adulta con la implantación de consultas de transición. Por su parte, la consulta de enfermería además realiza un control exhaustivo de los pacientes, estableciendo pautas claras de educación sanitaria y ofreciendo consejos en múltiples aspectos.
PROYECTOS DE FUTURO
En la actualidad, la UGC de Cardiología y Cirugía Cardiovascular tiene entre sus proyectos preferentes el programa de integración con Atención Primaria mediante la apertura de canales de comunicación fluidos entre ambos servicios para garantizar la continuidad asistencial. Junto con este programa, la potenciación de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca con la creación de una Unidad de Día y una consulta de cardioncología están en los proyectos prioritarios.
En total, el hospital atiende a una población de referencia de más de medio millón de personas en Cardiología y cerca de 1,3 millones en Cirugía Cardiovascular.
PRIMERA CAUSA DE MUERTE EN ESPAÑA
Las enfermedades cardiovasculares son en su conjunto la primera causa de muerte en España. Los principales factores de riesgo para esta enfermedad son el exceso de colesterol, la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, el tabaquismo y el sedentarismo, entre otros. No obstante, la mayoría de estos factores se pueden prevenir, por lo que su control y seguimiento son fundamentales para evitar el desarrollo de daños en el corazón.
El diagnóstico de una patología coronaria sorprende y cambia de forma importante la vida de estos pacientes y sus familias, que han de adaptarse no sólo a la enfermedad, sino también a otras situaciones que se le presentan en su ámbito familiar, social y laboral. Las actividades de información y educación sanitaria, junto con el establecimiento de pautas de conductas cardiosaludables de forma continua en el tiempo, resultan muy eficaces para modificar los estilos de vida de estos pacientes.