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Un riñón a 310 km/h

La Organización Nacional de Trasplantes llega a un acuerdo con Renfe para llevar órganos de trasplantes renales cruzados. El primero en Sevilla se hizo hace un mes

01 ago 2015 / 19:01 h - Actualizado: 01 ago 2015 / 19:02 h.
"Medicina"
  • Médicos durante un trasplante. / Efe
    Médicos durante un trasplante. / Efe

¿Se imaginan que su compañero de viaje en AVE pueda ser un riñón? Pues desde hace menos de un mes es posible. La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y Renfe firmaron un convenio para el traslado de órganos en trenes de Alta Velocidad y Larga Distancia en el trasplante renal cruzado. Es decir, el tren se suma a los medios de transporte, como lo era hasta ahora el avión, que harán posible salvar vidas.

Este tipo de trasplante, que se hace entre donantes vivos, puede programarse con antelación, lo que permite coordinar las cirugías con los medios de transporte para que el traslado del órgano se realice en las mejores condiciones. «La alta velocidad tiene varias ventajas respecto al resto de opciones», relata el coordinador Sectorial de Trasplantes de Huelva Sevilla, Juan José Egea-Guerrero. «Los tiempos de traslado se reducen. Aunque el viaje es más prolongado, suele haber más frecuencia de trenes que de aviones, por ejemplo, y además, las estaciones de tren están habitualmente más próximas a los centros de las ciudades por lo que a la hora del traslado dentro de la ciudad también es más sencillo», apunta.

Así, en el momento en el que se da la posibilidad de llevar a cabo este tipo de trasplantes, desde la ONT se informa a Renfe del traslado, quien se encarga de reservar dos asientos en el tren conveniado, uno para el órgano y otro para el profesional sanitario, designado por el hospital en el que se ha realizado la extracción del órgano a transportar, que será el encargado del transporte del riñón en el AVE. Además, Renfe facilita el acceso rápido al tren con preferencia en el paso por las zonas de seguridad y el embarque. «Todo lo necesario para que el traslado sea en el menor tiempo posible y en las mejores condiciones de seguridad», dice Egea-Guerrero. Y es que «todo tiempo ganado suma», asegura. «El órgano se conserva y tiene un tiempo amplio para implantarse en el receptor, cuanto más se reduzca, más posibilidades hay de que todo vaya a la perfección y el órgano se acepte bien y haya una superviviencia a largo plazo», explica el coordinador quien incide en que en estos casos en concreto, en los que el órgano lo dona una persona viva, «el nivel de exigencia es máximo pues hay un compromiso y una carga emocional. Así que reducir los tiempos es vital».

Con este sistema, comenta Egea-Guerrero, se ha realizado ya un trasplante en Sevilla. Fue hace un mes y gracias a esta nueva modalidad de transporte, a las 11.30 se extrajo el riñón en un hospital de Madrid y a las 17.30 ya estaba implantado en su receptor en el Virgen del Rocío. Es decir, en unas cinco o seis horas, el trasplante está completado cuando los tiempos de espera pueden llegar a alcanzar las 12 o 15 horas. «Con el tren, al tener una alta frecuencia, evitamos los tiempos de espera mientras sale y no un nuevo vuelo».

Y es que con este acuerdo la ONT utilizará, a coste cero, el AVE en aquellas localidades que dispongan de este medio de transporte en el trasplante renal cruzado aunque en un segundo tiempo, se planteará también la posibilidad del traslado de órganos de donante fallecido. Hasta ahora, en el trasplante renal cruzado, el traslado de órganos entre grandes distancias se venía realizando por avión en vuelo regular también sin coste, gracias al convenio de colaboración con compañías como Iberia, Air Nostrum, Air Europa o Vueling.