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El distrito Nervión-San Pablo promueve que abuelos y nietos compartan tiempo y actividades este verano, como en el parque Juan Antonio Cavestany. / Jesús Barrera -
Dos niñas juegan en el parque. / Jesús Barrera
La liturgia católica celebró ayer la festividad de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y, por consiguiente, abuelos de Jesús de Nazaret. Por esta razón, muchos países iberoamericanos, de fuerte tradición cristiana, celebraron el Día Nacional de los Abuelos para conmemorar la figura de estos parientes tan importantes en las familias. No obstante, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) viene promoviendo en los últimos años la celebración del Día Internacional de las Personas de Edad el 1 de octubre.
España es de esos países que celebra el Día de los Abuelos cada 26 de julio, fecha en la que numerosas instituciones y empresas se vuelcan con estas personas planteando actividades que buscan ensalzar la figura del abuelo, tan socorrida para las familias en esta sociedad en la que las condiciones laborales de los cónyuges dificultan sobremanera la conciliación laboral que les permita no solo pasar un tiempo con sus hijos, sino procurarles una atención básica como higiene, alimentación, actividades escolares o extraescolares...
El Día Nacional de los Abuelos es una fiesta promovida en España por la Asociación Edad Dorada y Mensajeros de la Paz con el objetivo de conmemorar el rol que tienen los más mayores tanto en la familia como en la sociedad. De esta manera, este día conmemorativo se convierte en un complemento a los Días del Padre y de la Madre y la oportunidad perfecta para homenajear al adulto mayor.
UNA CALLE PARA LOS ABUELOS
Esta iniciativa, impulsada por la empresa española de alimentación El Pozo, tiene el objetivo de «rendirles un homenaje» lanzando una campaña a través de Internet para «dedicarles una calle en un municipio de España», según informa la compañía a través de un comunicado.
De esta manera, El Pozo ha elaborado un vídeo, que está disponible en su página web, con el que pretende reflejar «el importante rol que juegan los abuelos dentro de la familia», destacando así «el apoyo y el cariño incondicional que demuestran a diario». La pieza audiovisual concluye explicando que «por todo lo que hacen y han hecho por nosotros, los abuelos se merecen una calle».
Según indica la compañía alimentaria, los usuarios serán los encargados de elegir en qué municipio de España les gustaría que se rotulase esta calle dedicada a los mayores, «la calle de mis abuelos». También es posible adquirir una placa personalizada con los nombres de sus abuelos. Un homenaje que, además, «comporta un gesto social y solidario», pues los ingresos que El Pozo obtenga por la venta de estas placas irán a parar, íntegramente, a Cáritas.
La empresa apunta que la campaña ya ha recibido más de 120.000 visualizaciones y ha sido compartida en Facebook más de un millar de veces. Datos que indican el «éxito» de esta campaña.
LOS ABUELOS EN SEVILLA
Si se aplicara la campaña de El Pozo a los abuelos de Sevilla, podría pensarse que los abuelos apenas tienen relevancia en la capital hispalense, que ocupa el puesto 26 –con siete votos– en el ránking de localidades más votadas para colocar la calle ya referida.
Nada más lejos de la realidad. Cada vez son más los abuelos sevillanos que se convierten en un apoyo familiar para cuidar de sus nietos, máxime en estos periodos estivales en los que los niños no tienen que ir al colegio y los padres siguen trabajando.
En este sentido, el Ayuntamiento hispalense, a través del distrito Nervión-San Pablo, ha puesto en marcha una campaña en la que involucra tanto a nietos como a abuelos. El programa Un verano diferente tiene el objetivo de que abuelos y nietos compartan un rato de ocio juntos a través de juegos tradicionales y populares como la petanca, así como con el uso de las máquinas biosaludables disponibles en el parque Juan Antonio Cavestany, recientemente remodelado.
Este programa se desarrolló durante todos los miércoles del mes de julio con una afluencia aceptable de público, según indicaron a este medio los monitores de las actividades, si bien es cierto que ayer, último día de las jornadas, no asistió nadie. Estaba previsto que se celebrase una gymkana educativa. No obstante, los encargados de amenizar estas actividades confirmaron a este periódico la puesta en marcha de nuevos programas en los parques de La Ranilla –con actividades específicas para mayores– y en el de Blanco White, también destinado a nietos y abuelos.