Arcángel: «Si me llegara en la música un momento de estancamiento, preferiría no estar aquí»

Este jueves en FIBES, el cantaor flamenco Arcángel presentará los temas de su nuevo álbum, “Al este del cante”, acompañado de las voces búlgaras

06 nov 2018 / 08:31 h - Actualizado: 06 nov 2018 / 08:51 h.
"Flamenco"
  • Arcángel. / El Correo
    Arcángel. / El Correo

Su última aventura se llama ‘Al este del cante’, disco grabado con un coro de voces búlgaras que inundará de buena música nuestra ciudad. No tiene miedo a reinventarse y vive del arte flamenco al que se entrega toda su alma. A pesar de ser uno de los grandes sigue siendo muy exigente consigo mismo y, en esta entrevista, echa la vista atrás para ver cómo ha evolucionado este género que, a día de hoy, tanto le está dando.

- Un concierto en un lugar tan importante como FIBES... ¿te sigue provocando algo eso o ya se contempla desde otra perspectiva?

-Ambas cosas. Se contempla desde la perspectiva de que, obviamente, sabes que es tu trabajo y tienes que hacerlo, pero Sevilla es una ciudad que para mí supone algo muy importante en muchos aspectos, puesto que ha sido determinante en el desarrollo de mi carrera artística y la quiero profundamente. Sobre todo, es una tierra a la que no me gustaría defraudar porque he sentido siempre su cariño y su aliento de complicidad conmigo.

-Llevas desde los 15 años sobre los escenarios, ¿te da vértigo el ser joven y, al mismo tiempo, haber hecho tanto?

-Lo que me da vértigo es que se pueda acabar. Siempre había pensado que el flamenco es un estilo de vida, una forma de vivir, hasta que comprendí finalmente que es mi vida. Entonces me daría miedo no encontrar un horizonte claro que me animara a seguir, eso sí me da vértigo. Si sucede tendría que adaptarme a esa situación, pero a mí, cantar y la música es, sin duda, aquello que más alegría me aporta. Yo puedo pasar sin mucho, pero no sin la música.

-A lo largo de una trayectoria longeva, como la tuya, ese horizonte del que hablas va cambiando y van apareciendo otros, ¿no?

-Afortunadamente diría yo, porque si encontráramos el final del camino sería muy triste. Siempre intento que este recorrido me depare sorpresas y me ponga obstáculos, eso sí, obstáculos que finalmente pueda solventar. Pero es importante encontrarme con esa resistencia y desarrollar la inteligencia suficiente como para vencerla.

-Eso les pasa a muchos compañeros tuyos de profesión que, cuando ya se han creado un estilo, se asientan en la ‘zona de confort’ y es difícil salir...

-Entiendo que, desde dentro, es más complicado observar que, efectivamente, estás estacando en un punto y que comienzas un retroceso. Yo, sinceramente, si me llegara ese momento preferiría no estar aquí, porque lo que busco de la música, del flamenco y de mi profesión es que me divierta y, si llegara a eso, no lo pasaría bien. Entonces buscaría otra salida porque creo que, para el mismo ámbito, uno puede ser útil de otra manera diferente. No tiene que ser siempre “en primera fila” (y entendamos por “primera fila” el subirse a un escenario). Tenemos que ser conscientes de que hay etapas que se acaban y comienzan otras.

-El jueves ¿qué vamos a escuchar?

-No hay sorpresas de ninguna colaboración, pues es difícil incorporar a otra persona ya que es una disciplina diferente ir con un coro... Pero lo que está claro es que el CD dura sesenta minutos y los conciertos son más largos, por lo que algo diferente habrá.

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