A la cuarta tampoco fue la vencida

Morante, que dejó muy buen sabor de boca, culmina en blanco su paso por la Feria de Abril. Los Núñez del Cuvillo echaron una variada corrida en la que hubo al menos tres toros para el triunfo

04 may 2017 / 23:05 h - Actualizado: 05 may 2017 / 09:39 h.
"Toros","Feria de Abril 2017"
  • Alejandro Talavante baja la muleta a uno de sus toros llegando el final de la faena. / Reportaje gráfico: Diego Arenas
    Alejandro Talavante baja la muleta a uno de sus toros llegando el final de la faena. / Reportaje gráfico: Diego Arenas
  • Morante se emplea a fondo en un par de banderillas.
    Morante se emplea a fondo en un par de banderillas.
  • Derechazo del diestro de La Puebla del Río.
    Derechazo del diestro de La Puebla del Río.
  • David Mora, en la faena de muleta al segundo de su lote.
    David Mora, en la faena de muleta al segundo de su lote.
  • Alejandro Talavante torea con la derecha.
    Alejandro Talavante torea con la derecha.
  • Un subalterno, a punto de salir al ruedo maestrante. / Reportaje gráfico: Diego Arenas
    Un subalterno, a punto de salir al ruedo maestrante. / Reportaje gráfico: Diego Arenas
  • David Mora es ayudado a colocarse el capote de paseo.
    David Mora es ayudado a colocarse el capote de paseo.
  • Caballos en el patio de cuadrillas de la Maestranza.
    Caballos en el patio de cuadrillas de la Maestranza.
  • Uno de los alguacilillos, momentos antes de iniciar el paseíllo.
    Uno de los alguacilillos, momentos antes de iniciar el paseíllo.

En la corrida de este jueves confluían dos circunstancias que ocupaban los comentarios de los aficionados. De una parte se hablaba -y se esperaba- que la cuarta y última comparecencia de Morante de la Puebla en la Feria y en el abono se resolviera con el recital definitivo. Por otra parte también se comentaba, en los corrillos mejor informados, que Álvaro Núñez Benjumea, director de la vacada de Núñez del Cuvillo, no podía fallar esta vez. Y así fue. El prestigioso ganadero de los campos de Vejer se trajo esta vez un conjunto mucho más entipado en el que sobresalieron dos, quizá tres, animales para triunfar por todo lo alto.

Los dos mejores, por cierto, se encerraron en un mismo lote. Fue el que sorteó el diestro toledano David Mora que dio lo mejor de sí mismo en sendas faenas de parecido corte en las que, es la verdad, todo lo hizo con sinceridad, entrega y por abajo. Otra cosa son las formas y ciertos vicios que en ocasiones dixtorsionan la expresión del diestro de Borox. En cualquier caso, David se empleó con emotividad en el noble y boyante tercero aunque el acople tuvo ciertas intermitencias. Mora se gustó y gustó más toreando con la zurda y la cosa iba camino de una oreja que se encasquilló en el filo de su espada.

Pero David Mora se iba a llevar la guinda del encierro de Cuvillo, un sexto de excelente clase y galope -un punto rajado al final- con el que se acompasó en una faena vibrante y muy jaleada por el público que tuvo fases notables sobre ambas manos. El trasteo bajó de tono a la vez que el animal comenzaba a claudicar y el feo espadazo tendido tampoco ayudó a remachar el trofeo que se había mascado. En cualquier caso puede salir con buen sabor de boca de Sevilla.

No terminó de dejar demasiado poso Alejandro Talavante, que cortó una oreja de circunstancias al noble segundo. El diestro extremeño no apretó el acelerador y se conformó con cuajar una notable faenita en la que hubo mejores formas que profundidad. La verdad es que el Tala no andaba por la labor de exprimir a ese animal. Se fue pronto a por la espada, que cayó trasera y caída. El trofeo, pedido con tibieza, lo concedió el mismo palco que antes se había enrocado para premiar a Morante. Pero es que la escasez de criterio y el exceso de equipos para una feria como la de Sevilla está jugando una mala pasada a la lectura de algunos festejos. Talavante volvió a mostrarse absolutamente intrascendente con el manso quinto, que llegó con rebrincada movilidad al último tercio. Aquello no iba a ningún lado y la gente se acabó impacientando. Ni chicha ni limoná.

Y despidió su particular y larga Feria el torero más esperado. Morante no ha logrado llevarse ningún trofeo a la talega. Pero las orejas están para las estadísticas y los malos aficionados. El diestro de la Puebla, sin toros a favor, volvió a mostrarse sembrado en una primera faena de dosificados primores que acabó reventando por el lado derecho. Morante se había ganado la oreja que el presidente se empeñó en negar.

El matador cigarrero iba a apurar hasta el último aliento del declinante cuarto, que recibió una espantosa lidia de la cuadrilla. Hubo verónicas de otro mundo, preciosismo en las chicuelinas... pero todo quedaba truncado por la mansedumbre de su enemigo. A pesar de todo se decidió a coger los palos, que manejó con gracia natural. El tercero, resuelto al quiebro, levantó un clamor. Morante brindó al público pero el toro, definitivamente rajado, no quiso unirse a la fiesta. A pesar de todo ahí quedó lo que sabe distinto. Tendremos que esperar otro año.


plaza de la real maestranza

Ganado: Se lidiaron seis toros de Núñez del Cuvillo, bien presentados. Destacó por encima del resto del envío el lote conformado por los boyantes tercero y sexto aunque ambos, de gran clase, tuvieron el pero de amagar con rajarse al final. También hay que anotar los nobles primero y segundo. El quinto, también manso, embistió muy rebrincado en la muleta. El de peor rendimiento, por rajado y acobardado en el último tercio fue el cuarto aunque acusó la pésima lidia que recibió.

Matadores: Morante de la Puebla, de coral y oro, ovación tras fuerte petición y dos avisos y ovación.

Alejandro Talavante, de lirio y oro, oreja y silencio.

David Mora, de brandy y oro, vuelta al ruedo tras aviso y palmas de despedida.

Incidencias: La plaza se llenó hasta la bandera en tarde espléndida. El espectáculo, un día más, rebasó las dos horas y media de duración. En las cuadrillas destacaron Antoñares y Otero, de la cuadrilla de Mora.