Habrá que hablar de los carteles...

La empresa Pagés ya ha presentado el abono de la temporada 2018. Las notas más destacadas son la primacía de Manzanares y Roca Rey; la demorada comparecencia de Morante de la Puebla y las ausencias de Diego Ventura, Cayetano y Paco Ureña

14 feb 2018 / 10:39 h - Actualizado: 14 feb 2018 / 11:04 h.
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  • Pedro Rodríguez Tamayo y Ramón Valencia en la presentación de los carteles./ Jesús Barrera
    Pedro Rodríguez Tamayo y Ramón Valencia en la presentación de los carteles./ Jesús Barrera

Cada uno en su casa y Dios en la de todos

Los carteles, aventados por los especialistas habituales, ya eran conocidos de antemano. No hubo lugar a demasiados cambios, más allá del mano a mano que apuntalará la resaca miureña y el refuerzo del papel de Andrés Roca Rey, que compartirá con José María Manzanares el peso de un abono en el que habrá que esperar demasiado para ver a Morante de la Puebla. La decisión del diestro cigarrero, ojo, podría estar vinculada a su nueva aversión por las cámaras de televisión, que sí estarán el ciclo abrileño. Su doble pase en San Miguel le permite cumplir el objetivo de evitar los objetivos de Movistar Plus, que ha alcanzado un nuevo acuerdo con la empresa Pagés por tres temporadas. Más allá de todo eso, una de las cuestiones más candentes pasaba por conocer -de boca de uno de sus protagonistas- la auténtica naturaleza del acuerdo que vincula a la empresa Pagés con los negocios de Simón Casas que, no se olvide, es el actual director de la plaza de Las Ventas. Ramón Valencia puso un énfasis especial en aclarar que la gestación de la Feria de Abril y el abono sevillano ha sido ajena a cualquier intromisión del productor galo. Y viceversa. El gerente del coso sevillano, que aventó los nombres de los toreros de la órbita de Casas que se han quedado fuera de Sevilla, limitó ese acuerdo de colaboración a un intenso “cambio de opiniones” aunque, de alguna manera, abrió una puerta a una ampliación de ese marco de entendimiento del que, visto lo visto, seguimos sin saber mucho.

De las “formas” de Ventura y el ocaso ecuestre

La ausencia más llamativa del ciclo es la de Diego Ventura, rejoneador que cuenta en su haber con diez Puertas del Príncipe y único jinete -junto con Pablo Hermoso de Mendoza- al que se le podría colocar la etiqueta de figura del toreo. Las desavenencias entre ambos -y la falta de competencia en el ruedo- es una de las causas -entre otras muchas- de la decadencia de una especialidad que cada vez tiene menos público. En esa tesitura, la empresa Pagés ya había eliminado el festejo coral de la mañana del antiguo Domingo de Farolillos. El otro, ojo, se ha mantenido gracias al tirón del propio Ventura. El jinete cigarrero no quería toros de Bohórquez y no acertó en la forma de comunicarlo. Prefería compartir terna con matadores, una opción que la empresa ha desestimado. A Ventura le pudieron perder las “formas” que enojaron a Valencia, es verdad. Pero a la corrida de rejones le han dado la puntilla entre ambos. Entre todos la mataron y ella sola se murió...

Otros asuntos quenos dan para comentar

Ramón Valencia ya detalló que las pretensiones de toreros como Ureña o Cayetano se alejaban de la oferta de la empresa. Por lo que dijo -y lo que se calló- se puede deducir que el murciano contaba de antemano con la corrida de Victorino Martín pero demandó una segunda que no entraba en los planes de los Pagés. Las aspiraciones del menor del menor de los Rivera, que también figuraba en el boceto de feria de la empresa, tampoco se ajustaron a lo que se le podía ofrecer. A partir de ahí se puede hablar de la ausencia de Rafaelillo -¿Lo puso la prensa o la empresa?-, Oliva Soto o Javier Castaño, que aguardaban la cola para entrar en la corrida de Miura, convertida en tabla de salvación de toreros en trances delicados. El asunto del importe de las entradas también invita a ir más allá: se mantiene el precio final de las localidades y, además de la renovación del descuento de un 10% para el abonado, se rebajan en el mismo porcentaje los cuatro festejos de polvareda. Pero, ojo, la bajada del llamado IVA cultural no se ha hecho efectiva en el importe final. Y ha pasado del 21 al 10%. Traduciendo: la banca gana un 11% más en la mayoría de las entradas. De José Tomás -lo comentábamos ayer- no se dijo ni mu. A estas alturas ya sabíamos que no estaba. Cada vez se le espera menos. Ésa es la verdad...