Menú

La plaza de la Maestranza convocó a 180.000 espectadores el pasado año

El coso sevillano es el tercero en número de localidades vendidas por detrás de Madrid y Pamplona y el segundo en número de festejos programados en 2017

23 ene 2018 / 22:54 h - Actualizado: 24 ene 2018 / 14:19 h.
"Toros"
  • Panorámica de la plaza de la Maestranza, que volverá a abrir sus puertas el próximo 1 de abril. / Joaquín Arjona
    Panorámica de la plaza de la Maestranza, que volverá a abrir sus puertas el próximo 1 de abril. / Joaquín Arjona

Los números cantan: 180.000 espectadores asistieron a los festejos taurinos organizados en la plaza de la Real Maestranza de Sevilla durante la temporada 2017. Es el dato más relevante –en clave local– del estudio publicado por el economista Diego Sánchez de la Cruz, director del blog La Economía del Toro en el que resaltan con luz propia los más de cinco millones de espectadores que se sentaron el los tendidos de las plazas de toros de España el pasado año. Esas cifras situarían al coso del Baratillo en el tercero más concurrido después de Las Ventas –que aforó un total de 973.000 espectadores– y la de Pamplona, que congregó en sus tendidos durante la feria de San Fermín a 185.000 espectadores.

El dato es relevante: la capital navarra consigue superar en poco más de una semana al coso maestrante en en 5.000 espectadores. Pero conviene puntualizar: con la mitad del aforo, la plaza de Sevilla mantiene aún una estructura de temporada que supone la celebración de 27 festejos taurinos frente a los diez seguidos de San Fermín. Hay que seguir repasando números. En los tendidos de la plaza de Pamplona caben casi 20.000 espectadores frente a los 10.500 aproximados que afora en la actualidad el coso maestrante después de las obras de adecuación de las antiguas gradas. De esas localidades están abonadas en torno a 2.500 que habría que multiplicar por los 23 espectáculos incluidos en el abono. El resultado son 57.500 localidades fijas a los que habría que sumar el público variopinto de las novilladas veraniegas de promoción pero, especialmente, los asistentes ocasionales –122.500 en los festejos de abono– que conformarían hoy por hoy la auténtica clientela de la empresa Pagés. La comparativa con Madrid, que maneja cifras de otra órbita, es inevitable. El coso venteño logró congregar ese millón corto de espectadores –el aforo actual de la plaza es de 23.600 localidades– divididos entre los 67 festejos celebrados. Si echamos un vistazo a las cifras del resto de plazas de primera nos encontramos con las 155.00 entradas vendidas en Zaragoza; las 135.000 de Valencia; las 80.000 de Málaga, las 70.000 de Bilbao; las 35.00 de San Sebastián y las 25.000 de la plaza de Córdoba.

Volvamos al ámbito local poniendo la vista en la evolución del modelo de la Feria de Abril, que ha experimentado una sensible reducción en los últimos años para adaptarse al actual panorama socioeconómico. El esquema de la campaña 2018 seguirá, previsiblemente, el modelo consolidado en el último lustro, que nos lleva a las cifras que se manejaron en la segunda mitad de los años 80 del siglo XX. En 1985, el ciclo continuado constó de doce funciones, una menos de las que se celebraron en 2017. Entonces había que sumar la corrida de toros del lunes de resaca, mantenida hasta 2000.

El número de festejos –sin un esquema fijo– comenzaría a aumentar paulatinamente en los noventa hasta conformar un nuevo modelo en 2001, después del fallecimento de Diodoro Canorea. Eduardo Canorea y Ramón Valencia se estrenaron al frente de la empresa alargando la preferia hasta el viernes anterior, sumando una novillada y un segundo festejo de rejones. Eso supuso alcanzar la cifra de dieciocho funciones, recortadas drásticamente en 2013 con la eliminación de cinco corridas de toros