Los novilleros sevillanos concluyen la temporada bajo mínimos históricos

El escalafón menor ya ha pulsado la alerta amarilla. La falta de oportunidades y la ausencia de nombres con verdadero poder de atracción lastran el sector

02 nov 2017 / 23:58 h - Actualizado: 02 nov 2017 / 23:58 h.
"Toros"
  • Paseíllo novilleril en la plaza de la Maestranza el pasado mes de junio. César Cadaval, que aparece en la imagen, cortó la única oreja en el ciclo de novilladas. / Toromedia
    Paseíllo novilleril en la plaza de la Maestranza el pasado mes de junio. César Cadaval, que aparece en la imagen, cortó la única oreja en el ciclo de novilladas. / Toromedia

sevilla{El repaso al escalafón enseña los nubarrones negros que amenazan al escalafón menor hispalense. Pablo Aguado y Rafa Serna ya son matadores de toros. Accedieron al doctorado en la pasada feria de San Miguel con sólo doce y nueve festejos toreados y lejos de las primeras posiciones del escalafón. Ya habían actuado mano a mano en la tarde del Corpus para oficiar su despedida sevillana antes de volver a comparecer ante la cátedra maestrante para convertirse en matadores. Pero aquel festejo primaveral, tan atractivo sobre el papel, quedó en agua de borrajas.

Los dos novilleros más destacados de los últimos años han vuelto a arrancar de cero después de su doctorado. En el caso de Aguado, dejando buenas sensaciones en esa alternativa. Serna, por su parte, volviendo a ponerse a prueba después de ser gravemente herido por el mismo toro que le había servido para cambiar de escalafón. Ya tiene la vista puesta en su reaparición limeña.

Once festejos son los que ha sumado el novillero ecijano Ángel Jiménez, rescatado del sótano del toreo por Enrique Peña y José Luis Moreno. Jiménez dio el primer toque de atención cortando una valiosa oreja en Madrid. El novillero de Écija volvería a confirmar esas buenas sensaciones con el único ejemplar potable del decepcionante envío de Partido de Resina lidiado en Sevilla. Con esos resultados en la mano es el que sale mejor parado en el balance.

Y hablando de Sevilla, dos tardes sumó César Cadaval, que cerró la campaña con diez contratos. Cortó la única oreja del serial de novilladas picadas incluidas en el abono maestrante pero sorteó material para salir lanzado. Le vino larguita la cosa... No nos olvidamos de Emilio Silvera: sorprendió en las Colombinas y enseñó su personalidad. Debería torear más.

En la yema del verano sorprendió la decisión de Rodrigo Molina, que se retiró con sólo cuatro novilladas cumplidas desde su debut. Fue el 28 de febrero en Espartinas, el mismo día que se presentaba Fernando Navarro que sólo ha logrado sumar un festejo más. Dos son también los que ha cubierto David Martín, el novillero de Castiblanco, estrellado con los ajados pablorromeros en su paso por la Maestranza.

Calerito, ex niño prodigio de Aznalcóllar, logró presentarse con caballos en Azuaga. Fue su única actuación en España. También sumaron una única novillada Miguel Ángel León, Emilio Molina o Mario Diéguez. Una única comparecencia fue la que cumplió el cigarrero Jesús Muñoz y el sevillano Ferrater Beca. Ambos debutaron con picadores en el coso maestrante. El segundo, al que se daba por amortizado, se esforzó con sinceridad. Han desaparecido de la tabla otros nombres. La cosa pinta fea para casi todos. ~

El repaso al escalafón enseña los nubarrones negros que amenazan al escalafón menor hispalense. Pablo Aguado y Rafa Serna ya son matadores de toros. Accedieron al doctorado en la pasada feria de San Miguel con sólo doce y nueve festejos toreados y lejos de las primeras posiciones del escalafón. Ya habían actuado mano a mano en la tarde del Corpus para oficiar su despedida sevillana antes de volver a comparecer ante la cátedra maestrante para convertirse en matadores. Pero aquel festejo primaveral, tan atractivo sobre el papel, quedó en agua de borrajas.

Los dos novilleros más destacados de los últimos años han vuelto a arrancar de cero después de su doctorado. En el caso de Aguado, dejando buenas sensaciones en esa alternativa. Serna, por su parte, volviendo a ponerse a prueba después de ser gravemente herido por el mismo toro que le había servido para cambiar de escalafón. Ya tiene la vista puesta en su reaparición limeña.

Once festejos son los que ha sumado el novillero ecijano Ángel Jiménez, rescatado del sótano del toreo por Enrique Peña y José Luis Moreno. Jiménez dio el primer toque de atención cortando una valiosa oreja en Madrid. El novillero de Écija volvería a confirmar esas buenas sensaciones con el único ejemplar potable del decepcionante envío de Partido de Resina lidiado en Sevilla. Con esos resultados en la mano es el que sale mejor parado en el balance.

Y hablando de Sevilla, dos tardes sumó César Cadaval, que cerró la campaña con diez contratos. Cortó la única oreja del serial de novilladas picadas incluidas en el abono maestrante pero sorteó material para salir lanzado. Le vino larguita la cosa... No nos olvidamos de Emilio Silvera: sorprendió en las Colombinas y enseñó su personalidad. Debería torear más.

En la yema del verano sorprendió la decisión de Rodrigo Molina, que se retiró con sólo cuatro novilladas cumplidas desde su debut. Fue el 28 de febrero en Espartinas, el mismo día que se presentaba Fernando Navarro que sólo ha logrado sumar un festejo más. Dos son también los que ha cubierto David Martín, el novillero de Castiblanco, estrellado con los ajados pablorromeros en su paso por la Maestranza.

Calerito, ex niño prodigio de Aznalcóllar, logró presentarse con caballos en Azuaga. Fue su única actuación en España. También sumaron una única novillada Miguel Ángel León, Emilio Molina o Mario Diéguez. Una única comparecencia fue la que cumplió el cigarrero Jesús Muñoz y el sevillano Ferrater Beca. Ambos debutaron con picadores en el coso maestrante. El segundo, al que se daba por amortizado, se esforzó con sinceridad. Han desaparecido de la tabla otros nombres. La cosa pinta fea para casi todos.