Muere ’Orgullito’, el toro indultado por El Juli en la Feria de Abril

El excelente ejemplar de Garcigrande ha caído en su dehesa charra víctima de la pelea con otra res

14 nov 2018 / 11:51 h - Actualizado: 14 nov 2018 / 12:11 h.
"Toros"
  • El toro ‘Orgullito’ se entrega en la muleta del diestro madrileño. / Arjona - Toromedia
    El toro ‘Orgullito’ se entrega en la muleta del diestro madrileño. / Arjona - Toromedia

‘Orgullito’, el toro de Garcigrande indultado por El Juli en la plaza de La Maestranza el pasado 16 de abril no podrá perpetuar más su sangre brava ni morir de viejo. El excelente ejemplar ha caído en la dehesa charra en la que tenía que haber pasado el resto de su vida padreando. Ha muerto víctima de una pelea con otro toro de la vacada. El animal pertenecía a una familia de creciente pujanza en la casa ganadera y era hijo de la vaca ‘Orgullita’, que a su vez había sido madre de otro toro indultado en Albacete por Roca Rey en 2017.

El toro estaba marcado el número 35; dio 528 kilos en la báscula antes de su lidia y había nacido en la dehesa charra de la familia Hernández en diciembre de 2013. ‘Orgullito’ había sido sorteado y enlotado para saltar al ruedo en quinto lugar –haciendo bueno el viejo dicho- sin saber que estaba a punto de entrar en la historia.

El Juli ya había cortado las dos orejas al segundo de aquella tarde. La crónica de El Correo recoge los pormenores de la faena a ‘Orgullito’, que se vivió como un auténtico clamor. “La bravura del animal, que se venía de largo sin ser citado, fue dando argumentos a un trasteo que ya era un clamor cuando el grandioso diestro madrileño enterró las bambas de la muleta en la arena y tiró de aquella embestida casi perfecta” se reseñaba en el texto publicado en el diario decano. El presidente José Luque Teruel acabó resolviendo aquella apoteosis sacando el pañuelo naranja que simbolizaba el perdón de la vida del animal a la vez que concedía dos orejas simbólicas al que tenía que haber sido su matador.

‘Orgullito’ recibió las primeras curas en los propios corrales de la plaza de la Real Maestranza pero fue trasladado esa misma noche, pocas horas después de su lidia, a la finca de los Hernández para ser intervenido más a fondo de las heridas de los puyazos y los arponazos de las banderillas. El animal, que se había repuesto perfectamente, iba a ser destinado a padrear en la vacada salmantina. Su simiente, si es que la hay, ha sido muy corta. Aún quedan cuatro años para saber qué será de esa hipotética descendencia.

El gran ejemplar de Garcigrande era el tercer toro indultado en la historia reciente de la plaza de la Maestranza. El primero fue ‘Arrojado’, un boyante toro de Núñez del Cuvillo que fue inmortalizado por José María Manzanares en la Feria de Abril de 2011. La vida productiva del animal también fue corta y falleció en la dehesa poco tiempo después. El siguiente en la lista, felizmente vivo y padreando, es ‘Cobradiezmos’, un bravísimo ejemplar de Victorino Martín cuajado de cabo a rabo por Manuel Escribano en el ciclo abrileño de 2016.