Un azulejo perpetuará la memoria de ‘Cobradiezmos’ en la Real Maestranza

El ganadero Victorino Martín descubrió la placa en el corral de manifiesto
de la plaza de toros en presencia del diestro Manuel Escribano

18 abr 2017 / 23:03 h - Actualizado: 18 abr 2017 / 23:03 h.
"Toros"
  • Victorino Martín y Manuel Escribano fueron los grandes protagonistas del acto de ayer. / Manuel Gómez
    Victorino Martín y Manuel Escribano fueron los grandes protagonistas del acto de ayer. / Manuel Gómez

sevilla

{Un azulejo descubierto ayer en el corral de manifiesto de la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería recordará para siempre el indulto del toro Cobradiezmos, marcado con el hierro de Victorino Martín, que alcanzó el perdón de su vida gracias a la poderosa muleta de Manuel Escribano el 13 de abril de 2016. Esta placa es la tercera que se coloca en el mismo lugar junto a las que conmemoran el indulto del novillo Laborioso de la ganadería del Marqués de Albaserrada –lidiado por Rafael Astola el 12 de octubre de 1965– y el que recuerda el reciente perdón de la vida del toro Arrojado de la divisa de Núñez del Cuvillo e indultado por José María Manzanares el 30 de abril de 2011.

«Este es el momento más maravilloso de la fiesta de los toros», señalaba Javier Benjumea, marqués de Puebla de Cazalla, en el transcurso del breve acto celebrado en el propio corral de manifiesto antes de que Victorino Martín descubriera el azulejo. El teniente de Hermano Mayor de la corporación maestrante añadió que «el esplendor del toro bravo se pone de manifiesto y culmina con el indulto». «Victorino tuvo la suerte de encontrarse a Manuel Escribano ese día ahí», destacó Benjumea que hizo extensiva su felicitación al presidente de aquel festejo –José Luque Teruel– y a todo su equipo. «Supieron verlo y sacar el pañuelo», explicó el teniente que también se refirió a la afición de Sevilla, «que fue unánime al reconocer ese maravilloso momento que disfrutamos tantísimo».

El ganadero, por su parte, mostró su agradecimiento sintiéndose «parte» de la plaza de la Maestranza. Victorino Martín agradeció a Escribano la «lidia y la generosidad» que aplicó al toro indultado y recordó que «en la mitad de lo que es un toro tiene la culpa el torero que está delante». El prestigioso criador también recalcó el papel de la autoridad –presidente, veterinario y asesor– en el indulto de Cobradiezmos. «Para que algo tenga validez en la vida tiene que ser auténtico, nunca frívolo ni alegre, y vosotros cumplisteis al dar los tiempos para que aquello tuviera la importancia que tenía», precisó. El ganadero hizo extensivo ese agradecimiento a empresa y cuadrillas y confesó que el descubrimiento de ese azulejo suponía una enorme satisfacción familiar. «Sevilla ha entrado en nuestras vidas y formar parte de esta plaza es algo importantísimo que jamás pensamos que podía llegar». Victorino finalizó su intervención declarándose orgulloso «de criar toros bravos, de pertenecer a la cultura que pertenecemos; ojalá Dios nos de salud y fuerzas para seguir criando toros parecidos a este», añadió.

«Ser un pedacito de este templo es un orgullo y un placer al alcance de muy pocos. Sólo hay tres placas de momento», bromeó Manuel Escribano que confesó que ese toro le hizo «soñar». «La realidad superó a todo lo que puede soñar un torero desde que lucha por serlo», reconoció el matador de Gerena recordando que en pocas fechas volverá anunciarse en Sevilla con el mismo hierro.

Cerró el acto el consejero de Economía y Conocimiento de la Junta, Antonio Ramírez de Arellano. «Conozco a Manuel y le admiro como torero, como admiro a la ganadería de Victorino», señaló el consejero afirmando que «formar parte de la historia de esta plaza es un orgullo para cualquier torero y cualquier ganadero», concluyó. ~