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Un adiós con sabor multicultural

Jessica Bueno regresó como modelo invitada a una pasarela en la que, sobre todo, se ha vestido de novia en múltiples ocasiones.

el 08 feb 2015 / 23:41 h.

Paco Cerrato es el jefe de maquillaje y peluquería de Simof. / Cayetano Gómez Paco Cerrato es el jefe de maquillaje y peluquería de Simof. / Cayetano Gómez El espacio infantil a favor de la Asociación Nuevo Futuro era el encargado de abrir la última de las jornadas de este Simof en el cual, además de conocer las nuevas tendencias del sector, se avanzan los estilismos que el próximo mes de abril triunfarán en las casetas del Real. Una materia en la que es experto Paco Cerrato, quien nos comentaba cómo este año los peinados serán muy craneales pero secos, pulidos y con recogidos bastante estructurados. En cuanto a maquillaje, el jefe del gran equipo que se encarga de esta importante labor, edición tras edición, afirma que los ojos estarán ahumados en contraposición a unas pieles muy claras y unos labios fuertes, en burdeos o cereza. Para la cabeza, muchos ramilletes de flores silvestres como amapolas y margaritas o la opción de rosas y claveles naturales y, en cuanto a los complementos, pendientes muy exagerados suplirán la ausencia de peinecillos, pulseras o peinetas. Una vez puestos al día en esta materia, quedaban aún ocho diseñadores por estrenar sus propuestas para vestir sobre un albero para el que Atelier Rima, natural de Lituania, apostó por los talles altos y marcados, con faldas que se envuelven en mucho vuelo y mangas de acentuada vaporosidad que dotan a la mujer de un toque elegante para el que contribuía bastante un emergente color dorado. Justo después conocíamos por primera vez en Sevilla los patrones que han conseguido que la mayoría de las ferias de la Costa del Sol cuenten con piezas de El Abanico con texturas como el tul, el guipur o el popelín. De izda. a dcha. diseños de Rosapeula, Hermanas Serrano, Yolanda Rivas y Atelier Rima. / Cayetano Gómez De izda. a dcha. diseños de Rosapeula, Hermanas Serrano, Yolanda Rivas y Atelier Rima. / Cayetano Gómez Tras la pausa para almorzar, Rosapeula volvía a aportar el toque exhuberante con una línea inspirada en el África salvaje y sus largos amaneceres que evolucionaban del amarillo al rojo pasando por el naranja y sugerían la desnudez femenina de muchos países del continente vecino a partir de seductoras transparencias repartidas de forma estratégica por el cuerpo jugando a la insinuación. Además, una amplia gama de animal prints y tejidos orgánicos que evocaban la piel del leopardo o la madera. Y de vuelta a Europa, concretamente a Dos Hermanas –de donde son las Hermanas Serrano–, encontramos una línea muy trabajada donde el esfuerzo se plasmaba en bajos con hasta más de treinta volantes de patchwork de tejidos que van cambiando cada ocho centímetros. Una labor artesana cien por cien tal y como confirmaron también los mantoncillos bordados a mano. La siguiente parada de nuestro viaje nos llevó a La Carolina, ciudad que acoge a Aranega que, en su primera experiencia aquí, puso sobre escena a una flamenca romera aunque de aire excéntrico basada en telas como el vaquero para luego pasar a otra de gala donde el cresatén daba brillo a tiras con volantes que caían de la espalda o mangas en capote poco vistas hasta el momento. Un desfile compartido con Inés de la Fuente, con quien se coincidió en la provincia de procedencia pero para nada en el estilo, ya que la segunda quiso rememorar la cultura árabe en tiempos de su conquista ibérica representando las diferentes clases sociales con destellos en oro, plata o bronce. Era uno de los planteamientos más arriesgados de la jornada, pues recurría a las nuevas tecnologías como impresiones digitales o estampaciones en vinilo que pueden marcar el camino de lo que está por venir pero que, de primeras, impactaba. Mucho más tradicional en su exitoso debut sobre esta pasarela fue Yolanda Rivas quien, sin olvidar la moda actual, quiso devolver a la muestra, con mucho acierto, el buen hacer de una firma que cree en el acabado perfecto como clave del éxito. Así, presentó una amplia gama cromática que iba de los achampanados a los aplaudidos dos piezas con falda y corpiño, mantones de estilo antiguo rematados con flecos además de madroñeras, cintas de terciopelo o mangas largas de gasa para un pequeño universo de ideas donde cualquiera podría encontrar aquello con lo que sentirse identificado. Esto sin olvidar la aparición final de Jessica Bueno, top invitada de la jornada, con un espléndido modelo nupcial en blanco roto cuya cola contaba con una cascada de volantes que no hizo sino despertar la admiración entre los asistentes. Para finalizar, alguien se acordó de unos lunares que poco a poco están recuperando el sitio que en su día tuvieron como reyes del traje de faralaes. Fue Carmen Vega la que desde Ayamonte hizo una clara apuesta por ellos como elemento principal de unos cortes clásicos, que nos hicieron recordar todo lo que antes era indiscutible en este traje típico nuestro que, durante cuatro días, se ha mostrado desde nuestra ciudad al mundo entero.

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