«Rotos»: Winslow es Winslow

El último trabajo de Don Winslow acumula seis relatos policiacos brillantes, burbujeantes, divertidos y casi cáusticos. Alguno de ellos es, incluso, cómico

06 sep 2020 / 15:30 h - Actualizado: 06 sep 2020 / 15:56 h.
"Libros","Literatura","Libros - Aladar","Literatura - Aladar"
  • Don Winslow.
    Don Winslow.

«Rotos» es el volumen que entrega Don Winslow y que toma el nombre del primer relato que forma el conjunto. Relato y no novela corta o nouvelle. Mientras la novela presenta un mundo, un universo completo en el que los personajes evolucionan, el relato breve es un texto que dibuja una situación concreta en el que algo pasa y hace que la percepción de la realidad del personaje, del narrador (y si me apuran del lector) se modifique de forma radical. Y los seis relatos de este volumen buscan eso, exactamente, eso. La diferencia entre relato breve y novela no lo marca el número de páginas.

«Rotos» es la suma de seis relatos chispeantes, muy divertidos, ágiles en su desarrollo y convertidos en tupperwares repletos de testosterona. Winslow sabe muy bien que la violencia extraordinaria vende mucho. En «El poder del perro», «El cártel» y «La frontera», ya hizo alardes en ese sentido. «Rotos» es uno de esos libros que uno se bebe sin rechistar porque aportan un rato de lectura en el que el universo Winslow se apodera del lector y no le suelta.

Don Winslow se mueve como pez en el agua en el territorio de la literatura policiaca. Conviene distinguir entre policiaca y novela negra. Winslow hace literatura policiaca. Construye bien los personajes, se agarra al estereotipo para anclar las zonas expositivas más extensas que no funcionarían de ninguna otra forma y es capaz de utilizar los diálogos como pasillos narrativos que nos llevan con facilidad hasta las consciencias de los personajes. La literatura de Winslow es de trama y con esos ingredientes todo termina encajando. Por otra parte, las toneladas de testosterona se distribuyen por cada página generando una tensión en el lector que le deja pegado al asiento. A veces, es tanta cantidad que el personaje tiende a desdibujarse.

«Rotos» es el primer relato del volumen. Ganar no significa quedar intacto; la venganza no lleva a lugares maravillosos y morir o vivir lo decide, muchas veces, un pequeño suceso, algo lejano o insignificante. Brutal, violentísimo, desgarrador.

«Código 101» habla de la estética del crimen, de lo precioso que puede ser el botín y la forma de dar un golpe, de la excelencia de algunos cacos. Aparece Lou Lubesnick, un policía serio y perfeccionista, y será un personaje que estará en otros relatos. En «Código 101», Winslow baja el tono violento y se instala en la calma. Apenas hay muertos.

«El Zoo de San Diego» es divertidísimo. En la primera parte se nos cuenta una escena protagonizada por un patrullero y un chimpancé que resulta cómica a más no poder. Es el relato en el que el tono surrealista ancla la trama y en el que los personajes se salen del territorio común. Solo por este relato merece la pena leer el libro entero.

«Ocaso» es el relato en el que se nos explica que todo tiene un fin. El título ya lo advierte. En el texto manda la trama y los personajes pierden importancia. Lo que pasa supera a quién lo está pasando y eso no es buena noticia en literatura. No obstante funciona bien y no provoca daños irreparables en el conjunto.

«Paraíso» recuerda mucho al guion de Salvajes de Oliver Stone (lo firmó el propio Winslow). Al menos por la estructura que genera en la relación ente personajes. Volvemos a la testosterona y los millones de kilos de plomo. Es el relato que menos interés despertará en el lector. Ya está contado mil veces y no aporta gran cosa. Entretenido.

«La última carrera» es un wéstern policial. Excelente relato que indaga en asuntos actuales y que nos remueve en el sillón. El final es el único posible aunque es el más doloroso para un autor.

«Rotos» es un libro que te puede trasladar, desde la primera página, a esa realidad paralela que solo un libro puede crear y en el que podemos vivir con intensidad mundos ajenos, tiempos ya pasados o amores inimaginables.

Calificación: Bueno.

Tipo de lectura: Fácil, trepidante, intensa.

Tipo de lector: «Rotos» es un libro para todos.

¿Dónde puede leerse?: Junto a las ruinas de una vieja prisión española.

«Rotos»: Winslow es Winslow