PARLAMENTO

El PSOE-A acudirá a la Oficina Antifraude si "el consejero no aclara las subvenciones y contratos a dedo de Cultura"

El pleno del Parlamento debate este miércoles sobre los ceses, contratos públicos y patrocinios de la Consejería de Turismo y Cultura en los que el PSOE ve indicios de fraude

El director de escena, Alfonso Zurro, durante la gala de los X Premios Lorca, celebrados en Sevilla.

El director de escena, Alfonso Zurro, durante la gala de los X Premios Lorca, celebrados en Sevilla. / El Correo de Andalucía

Patricia Godino

Patricia Godino

El PSOE de Andalucía tiene previsto acudir a la Oficina Antifraude si el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, “no aclara información sobre el entramado de empresas beneficiarias de contratos a dedo” que se vienen sucediendo en su consejería en el ámbito de Cultra desde su llegada.

Es la denuncia que formula el diputado Rafael Recio, secretario de organización del PSOE de Sevilla, a este medio como previa del debate que mantendrá con el consejero este miércoles en el pleno del Parlamento de Andalucía.

Es la primera vez que Bernal dará explicaciones en el pleno sobre un asunto que está en las conversaciones del sector cultural desde su nombramiento como consejero tras las elecciones autonómicas de 2022.

Consultada por este periódico, la Consejería no tenía previsto realizar declaraciones sobre la intervención del consejero antes del pleno.

Las políticas de Cultura, subsidiarias de Turismo

El nuevo gobierno diseñado a partir de la mayoría absoluta de Juanma Moreno dejó a Cultura sin consejería propia y la hizo subsidiaria, en estrategia y en modelo, de las políticas de Turismo.

No es una opinión que sólo traslade Recio, es el resumen del sentir del tejido artístico y cultural andaluz, dicho de muchas formas a lo largo de los meses, y que este martes se reunió en Sevilla en el marco de la entrega del X Premios Lorca en el Teatro Central.

Desde el escenario hubo gags de los presentadores, Paz Alarcón y Juanjo Macías, señalando los debes de la administración andaluza y sonoras menciones al papel que deben ejercer para el fortalecimiento del sector cultural, como la formulada por el dramaturgo y referente en la escena española Alfonso Zurro: “Somos una profesión terriblemente frágil. El índice de paro que tenemos rebasa lo sensato”, para añadir que “los principales escenarios de las capitales y grandes ciudades andaluzas son ajenos a nuestras producciones”.

Las quejas de los trabajadores de la cultura ni nacieron con el Gobierno del PP ni son sólo exclusivas de las políticas autonómicas, pero sí debe ser la Junta, por las competencias que tiene en materia de fomento de la cultura, una aliada clave para el sector.

Sólo en el ámbito de las artes escénicas, esta Consejería ha fulminado el programa Anfitrión, desarrollado en yacimientos arqueológicos, y ha recortado hasta la inanición el programa de teatro familiar Abecedaria, con gran raigambre en la programación cultural de los municipios medianos, ciclos que a su vez eran el sustento de decenas de compañías andaluzas.

Según Recio, hay “una estrategia contraria al desarrollo territorial de la cultura a favor de un modelo que utiliza la cultura meramente como escaparate turístico”.

Salomón Castiel, la dimitida mano de hierro

Fuentes de distintos ámbitos de la cultura andaluza con las que ha hablado El Correo de Andalucía en los últimos meses critican, en resumen, la política de “turistificación” y “mercantilización” de la cultura de dos años a esta parte, en los que Salomón Castiel, como secretario general de Cultura, ha sido la mano de hierro que ha dirigido las políticas culturales de Andalucía.

Castiel dejó su cargó en las vísperas del 28F. Fuentes de la Consejería matizaron en su día que no fue un cese sino una dimisión. Le ha sustituido en el cargo José Vélez, anterior delegado territorial en Almería.

Fuentes no oficiales de la Consejería, críticas con el modelo mercantilista actual, lo definen dueño “de un talante conciliador muy diferente a Castiel, muy contrario a la política actual de grandes eventos” aunque tercian que “el secretario general de Cultural será otro, pero el consejero y su modelo de Cultura es el mismo”.

Para el PSOE, la reciente salida de Castiel es la forma en que el consejero “ha tratado de reconducir una situación que se le estaba yendo de las manos” y que ha dejado un rosario de polémicas.

Por un lado están los ceses de distintos altos cargos, algunos de ellos que accedieron como libre designación pero en el marco de distintos concursos de méritos, como Juan Antonio Álvarez Reyes (CAAC), Eva Díaz Pérez (Centro Andaluz de las Letras, CAL) o Lola Baena (Museo Arquelógico de Córdoba,en su caso funcionaria de la Junta). Todos casos sonoros que evidenciaron el cambio de modelo respecto a la etapa de Patricia del Pozo y su equipo.

Por otro lado, está la política de la Consejería en materia de grandes eventos en detrimento del sostenimiento de la creación andaluza a todos los niveles. Es en este punto donde el PSOE observa “indicios de fraude” a partir de una serie de “adjudicaciones sin publicidad”.

En la intervención de este martes Recio hará un recorrido por distintos casos: está el del Festival Escribidores, vinculado a la Cátedra Vargas Llosa, cuya última colaboración por parte de la Consejería “a través de una subvención es tan alta como la mitad del presupuesto anual del CAL”, denuncia Recio, sobre un respaldo que “ha pasado en un año de 10 mil a 120 mil euros” por “unos cuantos días de actividad en Málaga”. Mientras, las actividades en municipios de las provincias del CAL “están bajo mínimos”.

También hará referencias a los contratos que se han llevado empresas vinculadas entre sí que se han beneficiado de “distintos contratos directos sin publicidad de la Junta”, por ejemplo, para la organización de la primera edición del South Festival de series en Cádiz o la producción de la última edición del ciclo Lorca y Granada en los Jardines del Generalife en Granada, respectivamente y que, denuncia Recio, “tienen un mismo administrador único que ha sido un alto cargo del PP de Sevilla”.

El capítulo más reciente de la última etapa Castiel también está relacionada con el flamenco. Se trata de la colaboración con la Fundación Paco de Lucía por la organización del Festival Paco de Lucía Legacy en Nueva York. El coste total para las arcas públicas ha sido de 1,71 millones de euros. Seis días de Festival en Nueva York vienen a costar lo mismo que el Centro de Interpretación Paco de Lucía en Algeciras: se presupuestó en 1,2 millones, va por 1,9 millones y todavía no se sabe cuándo abrirá sus puertas.

Esta iniciativa, desarrollada en febrero, ha venido a competir cuerpo a cuerpo, por ejemplo, con el Flamenco Festival de Nueva York que impulsa el gestor cultural Miguel Marín y que es, desde hace 24 años, el gran embajador del flamenco y las compañías en Estados Unidos.

Mientras Cultura ha hecho esta gravosa apuesta por un festival creado en tiempo exprés, prácticamente deja morir el Ballet Flamenco de Andalucía (BFA), embajador del flamenco desde hace décadas para la Junta de Andalucía. Por el BFA han pasado los grandes creadores contemporáneos, como el actual director del Ballet Nacional Rubén Olmo, y hoy apenas se conocen noticias del futuro de esta compañía pública. Patricia Guerrero, con una trayectoria al alza, fue nombrada directora pero se desconoce qué está pudiendo hacer con los mimbres que le ha dado la Consejería.

Quizás sea éste el ejemplo más claro de cuál ha sido la prioridad para esta Consejería en materia cultural desde julio de 2022 y de la que tendrá que dar cuenta este miércoles en el Parlamento su titular.

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