Medio Ambiente

La muerte de pinos en Doñana por la plaga del barrenillo "ya afecta al parque nacional"

Ecologistas en Acción subraya que "las causas siguen sin esclarecerse", pese a que la Junta lo achaca a la "sequía meteorológica" y estudia los casos para emitir su diagnóstico

La situación se agrava por la acumulación de madera seca en pleno período de alto riesgo de incendios forestales

El Gobierno andaluz estudia la denuncia de Ecologistas de la mortandad de pinos en Doñana y lo relacionada con la sequía.

El Gobierno andaluz estudia la denuncia de Ecologistas de la mortandad de pinos en Doñana y lo relacionada con la sequía. / EFE/José Manuel Vidal

Ana Carretero

Ana Carretero

La semana pasada hubo novedades sobre la instrucción judicial del caso del incendio en el Espacio Natural de Doñana, originado en el mes de junio de 2017 en el paraje La Peñuela, en el término municipal de Moguer, que afectó a un total de 8.468 hectáreas del entorno del parque.

Con el grave daño ecológico de este fuego forestal aún en el recuerdo, Ecologistas en Acción reitera su denuncia sobre la mortandad de pinos ya no solo en el entorno del espacio protegido, sino en parajes del propio parque nacional.

La ONG alerta sobre la gran cantidad de madera muerta y biomasa altamente inflamable que se está acumulando en pleno período de alto riesgo de incendios, que comenzó el pasado 1 de junio con el arranque de la campaña del Infoca.

Investigar las causas reales y activar planes preventivos

"Como venga un incendio, no hay quien lo pare", asevera Juan Romero, portavoz de la organización ecologista en Doñana. Romero insiste en la necesidad de que la Junta de Andalucía impulse, por un lado, una investigación para conocer las causas por las que se están produciendo las muertes de miles de pinos en esta zona. Por otro, insta a las administraciones implicadas a poner en marcha "planes preventivos" para limpiar y eliminar la madera muerta.

"Como venga un incendio, no hay quien lo pare"

Juan Romero

— Ecologistas en Acción

Ecologistas en Acción ha criticado este lunes que, tras comprobar que había miles de pinos muertos en la zona de El Puntal, "poco o nada se ha hecho". Los ecologistas han constatado recientemente que "ya se está viendo afectada la zona sureste del Parque Nacional en Marismillas".

Plaga de 'tomicus', un insecto perforador

Las causas del declive de la población de pinos siguen sin esclarecerse, "pero miles de pinos debilitados son atacados en masa por el barrenillo (tomicus), un insecto perforador que acaba matándolos". "Si en invierno las zonas afectadas eran zonas bajas de entre dunas y en El Puntal, ahora se amplían a los inmensos pinares de Marismillas, desde el Cerro del Trigo hasta el Guadalquivir, generando un paisaje desolador", detallan los ecologistas.

"Cuando nos dimos cuenta, se envió la información al parque para que determinaran las causas", explica Romero. "Hemos contabilizado rodales muy extensos de pinar muy debilitado o directamente muerto. El barrenillo es un insecto perforador que actúa si el pino está debilitado. Habría que saber por qué están tan débiles: si por la sequía, por el nivel freático de las aguas a causa de la sobreexplotación del acuífero", recalca.

Habría que saber por qué están tan débiles: si por la sequía o por el nivel freático de las aguas a causa de la sobreexplotación del acuífero

Juan Romero

— Ecologistas en Acción

Intrusión salina en el acuífero por las "extracciones masivas"

Sobre esto, Juan Romero asegura que "podría estar ocurriendo un proceso de salinización por intrusión salina en el acuífero, que generaría ese estrés por contacto de las raíces con aguas salobres, que pone en marcha el efecto dominó del tomicus desbocado".

"El efecto de intrusión salina es conocido y consiste en la entrada de agua subterránea salina procedente del mar en un acuífero litoral, al que se le están retirando aguas dulces por extracciones masivas, como sabemos que ocurre con el de Doñana", subraya.

La Junta estudia "la presencia de algún otro parásito"

Desde la Consejería de Sostenibilidad se admitió en marzo que se vienen observando "ciertos procesos de decaimiento en pinares de diferentes especies y estaciones en el conjunto de Andalucía, con diferente caracterización según las zonas, notándose un incremento de la superficie afectada con mortandad sobre coníferas y frondosas, especialmente entre estas primeras, durante los años 2022 y 2023". Desde el Gobierno andaluz se pone el foco en la sequía meteorológica como factor desencadenante.

La Junta admite que hay "alta presencia" de este insecto en Andalucía oriental, pero "no en Doñana", y estudia la presencia de algún otro parásito en la zona

No obstante, desde el Servicio de Equilibrios Biológico de la Consejería sostuvieron que hay "alta presencia" de este insecto en Andalucía oriental, pero "no en Doñana", aunque se está estudiando la presencia de algún otro parásito.

A la espera de "un diagnóstico de la situación"

Respecto a las actuaciones a poner en marcha, desde la Consejería ha anunciado que estas dependerán del "diagnóstico de cada situación concreta", a la espera un informe actualizado de la situación descrita en el ámbito del Parque Nacional de Doñana.

"En años anteriores, en los que se han observado procesos de decaimiento similares, la lluvia acumulada durante la primavera ha aliviado el estado sanitario de estos pinares, reduciéndose la mortandad ostensiblemente, un dato más para avalar la tesis de la sequía meteorológica como factor principal del referido decaimiento", señalan.

Doñana, punto negro en materia de incendios

Según Juan Romero, "la situación se agrava con el peligro de incendio que conlleva la gran cantidad de madera seca y de materia incendiable existente en el parque".

Ecologistas en Acción propone para evitar posibles incendios, además de los nombrados cortafuegos, que se incremente la gestión en materia de bosques, ya que "los cultivos forestales abandonados de pinos y eucaliptos se comportan como verdaderas bombas de relojería culpables de la mayoría de los incendios forestales", y que se recupere la ganadería extensiva que posibilite, no solo la supervivencia de razas autóctonas, sino fijar población, generar empleo y evitar pasto y biomasa seca en el campo.

Los ecologistas piden que se recupere la ganadería extensiva y evitar pasto y biomasa seca en el campo

La organización apunta que, mientras se discute qué hacer con la madera muerta, "parece obligado adoptar medidas contra incendios y establecer fajas y áreas cortafuegos bien diseñadas" porque la comarca de Doñana es "un punto negro" en materia de incendios forestales, registrándose solo la temporada pasada más de treinta incendios y conatos.

En este sentido, además del gran incendio de 2017 y que, "como tantos otros, continua sin culpables", Ecologistas recuerda otros fuegos forestales como el de 2021 de Lucena del Puerto, que arrasó 200 hectáreas, y el de Bonares en 2023, que lo hizo en 450 hectáreas, ambos esperando medidas de restauración.