Costa de Andalucía

Curiosidades del Faro de Chipiona: se apagó solo cuatro años en su historia y su luz se controla desde Sevilla

El Puerto de Sevilla custodia el Guadalquivir desde esta emblemática edificación, que dejó de funcionar únicamente en 1898 durante la Guerra de Cuba y en la Guerra Civil española

Faro de Chipiona.

Faro de Chipiona. / Puerto de Sevilla

Clara Campos

Clara Campos

El faro, como la recordada y admirada Rocío Jurado, es uno de los emblemas de la localidad gaditana de Chipiona. Una playa que muchos sevillanos eligen en verano y que tiene una historia en la que han participado fenicios, griegos, cartagineses o romanos, civilizaciones que llegaron a su costa por su espléndida situación estratégica.

Un enclave utilizado por numerosos barcos que provocó la construcción del faro, cuyos trabajos comenzaron en abril de 1863, una obra que finalizó cuatro años más tarde. El motivo: los navegantes de mediados del siglo XIX demandaban una señal que marcara el peligro del Bajo de Salmedina (localizado a 1 milla náutica frente al faro) y La Barra (un bajo arenoso y de piedra ostionera situado entre Chipiona y Sanlúcar de Barrameda), donde solían encallar los barcos que se aventuraban a entrar en él. 

Singularidades del simbólico edificio

Lo que es desconocido para muchos es que esta singular edificación -construida bajo la dirección del ingeniero Jaime Font-, que es además el faro más alto de España, se controla desde Sevilla. Y el motivo no es otro que la Autoridad Portuaria, desde el 1 de enero de 1993 -fecha de inicio de la nueva Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante- es el encargado de gestionarlo al ser la primera señal marítima del canal del Guadalquivir.

Vista desde el Faro de Chipiona.

Vista desde el Faro de Chipiona. / Puerto de Sevilla

A lo largo del río hay varios tipos de señales marítimas: boyas, balizas y enfilaciones, que han sido desde un principio una pieza fundamental en la navegación.

"Su ayuda a la hora de enfilar los barcos las hace imprescindibles para alcanzar el Puerto de Sevilla [el único puerto marítimo de interior de España]", aseguran fuentes de la Autoridad Portuaria. Además del Faro de Chipiona, un total de 101 boyas, 36 balizas y 5 enfilaciones guían con seguridad al navegante. Todas estas señales marítimas están operativas las 24 horas al día y los 365 días al año. 

Guía para los aviones de la Base de Rota

Otra de las curiosidades que se desprenden de este simbólico faro son los años que ha permanecido apagado en su historia. Coincide con dos conflictos bélicos: en 1898 durante la Guerra de Cuba y en la Guerra Civil española, que estuvo sin funcionar tres años.

Otra de las características del Faro de Chipiona es su condición de faro aeromarítimo. Su haz de luz ilumina horizontal y verticalmente, sirviendo así de ayuda también a los aviones de la Base Naval de Rota.

El primer faro de Chipiona, romano

En siglo I A.C. se construyó un faro de grandes dimensiones en la zona de la roca Salmedina, similar al Pharos de Alejandría, para marcar la entrada al Guadalquivir. Estrabón y Pomponio Mela lo denominaron Caepionis Turris y más tarde sería llamada Torre de Cepión. De ella proviene el nombre de Chipiona.

El actual es el más alto de España, con 60 metros de altura de la torre, y uno de los más altos del mundo. Para llegar hasta la linterna hay que subir 322 escalones y el haz de luz alcanza 25 millas náuticas (45 kilómetros) emitiendo destellos blancos de 0,3 segundos cada 10 segundos.

Principal material, la piedra ostionera

Está construido con piedra ostionera, mezcla de conchas y arena, extraída de la Playa de las Canteras, de Chipiona y Rota, y en su exterior lucen losas de Tarifa y materiales procedentes de Sierra Carbonera, entre los municipios de San Roque y la Línea de la Concepción.

Cuando el faro se estaba construyendo, después de las duras jornadas de trabajo, el ingeniero Jaime Font daba clase de geometría a los canteros gallegos, para que al día siguiente el corte de la piedra y la curvatura fueran perfectas. Su torre es hueca con escalera de caracol y está inspirada en las columnas conmemorativas romanas

Primera piedra del Faro de Chipiona.

Primera piedra del Faro de Chipiona. / José Pettenghi

Su lámpara estuvo primero alimentada por aceite de oliva y, posteriormente, por parafina y petróleo. En 1916 se sustituyó el antiguo alumbrado por una instalación a vapor de petróleo. La linterna actual luce desde 1964, es aeromarítima y tiene 3,5 metros de diámetro. Desde 1999, el faro cuenta con una lámpara de halogenuros metálicos de 1.000 vatios de potencia y con una baliza de emergencia.