Tragedia en Huelva

El pleno de Bonares conocía el peligro de los mulos sueltos 13 días antes del accidente mortal

El padre de la joven fallecida tras impactar su vehículo con dos mulos difunde un video de un pleno dónde un concejal denuncia la supuesta falta de actuación por parte del Ayuntamiento

Cabrera continúa la lucha para hacer justicia a la muerte de su hija

Cabrera continúa la lucha para hacer justicia a la muerte de su hija / José Antonio Cabrera

La familia Cabrera continúa la lucha para hacer justicia al fatal accidente que acabó con la vida de su hija. El pasado mes de abril, en la carretera A-486, a la altura de la localidad de Bonares (6.060 habitantes, Huelva), una joven de 25 años que viajaba con su madre falleció tras impactar el vehículo con dos mulos que andaban sueltos sin supervisión. José Antonio Cabrera, padre de la víctima, asegura que no se trata de un caso aislado. “Es costumbre encontrar bestias sueltas y esto supone un peligro para todos”. El progenitor pide colaboración ciudadana para que presten testimonio y achaca al Ayuntamiento responsabilidad moral sobre lo ocurrido. 

La denuncia previa al accidente

Este lunes, Cabrera difundió un video en Twitter sobre un pleno celebrado 13 días antes del accidente. En el fragmento Cristóbal Borrero, vecino y concejal de la oposición (PP), denuncia la presencia de equinos que transitaban sin vigilancia. “Me encontré con caballos sueltos y llamé a la policía. No tenían microchip, pero tampoco hicieron nada al respecto. El protocolo no se ha cumplido”. Borrero insistía en obtener respuesta ante la falta de actuación de las autoridades.  

“Entré en la política hace 30 años con el objetivo de erradicar esta mala práctica que ahora lamentamos todos”, recalca. Según Borrero, se trata de una lucha que lleva combatiendo desde hace años. El pasado 10 de julio, tres meses después del fallecimiento de la joven, Borrero se vio envuelto en un incidente con dos caballos. “Uno de ellos estaba amarrado pero con una cuerda muy larga. El caballo se asustó salió corriendo, pero tensó la cuerda, tuvo que volver para atrás y me arrolló”. El suceso ocurrió ante la presencia de un policía municipal que estaba por la zona. “Fue el municipal quien me tuvo que llevar a urgencias. Aunque no he sufrido ninguna rotura, aún sigo dolorido”, explica. Tras el imprevisto, Borrero asegura haber denunciado al propietario del animal. 

Respuesta del Ayuntamiento: un censo de caballos amarrados

En el mismo pleno, Juan Antonio García (PSOE), alcalde de Bonares, sostuvo no tener constancia de este caso concreto, además, afirmaba que estaban escasos de personal por la baja de algunos profesionales encargados de dichas tareas. Del mismo modo incidió que estaban trabajando para ampliar el control en los campos. “Hemos dado instrucción para que se haga una base de datos con todos los caballos amarrados que están en el campo”. Con este registro se pretende tener controlados a los “20 o 30 caballos que son los que siempre están de alguna manera soltándose o con algún tipo de problema”. De esta forma se trata de incidir en la responsabilidad legal de sus propietarios y que todos los equinos tengan chip.

García, explica, en conversación telefónica con este periódico, que existen medidas para regular esta problemática y que se llevan efectuando desde hace años. “Hablo desde el mayor respeto y empatía hacia la familia. Lo último que quiero es interferir en la investigación o encarar posturas”, incide. “Desde el año 2001 tenemos un protocolo para recoger equinos que se encuentren vagando sin supervisión. En 2012 se incrementó el importe económico para tratar que los propietarios fueran más responsables”. Para aumentar el control, García asegura estar trabajando en un censo de caballos amarrados por el campo.

No era el primer aviso

García mantiene que desde el año que se puso en marcha la ordenanza municipal para la recogida de animales sueltos en la vía pública se han retirado más de 300 caballos. “Durante mi mandato, desde 2007, han sido 140 los caballos recogidos”, así trata de argumentar que la normativa funciona. Además, reconoce que habían incautado previamente equinos al propietario de los mulos que ocasionaron el fatal accidente de la joven. “No es el vecino al que más veces le hemos tenido que recoger animales, pero si hemos tenido que intervenir otras veces”.

José Antonio Cabrera hizo dos promesas a su hija. “Soy un hombre de palabras, le prometí a mi Morenita Bonita que haría justicia y que nadie más iba a morir por las irresponsabilidades de desalmados que dejan a sus animales sueltos”. De nuevo vuelve a hacer alusión al pueblo de Bonares, “necesitamos testimonios veraces de los vecinos”.