Nuevo gobierno en «cordialidad» con la Moncloa

Lina Gálvez y Antonio Rodríguez de Arellano han jurado sus nuevos cargos, mientras Jiménez Barrios marcaba el límite de la entente con Sánchez: los «intereses andaluces»

07 jun 2018 / 20:53 h - Actualizado: 07 jun 2018 / 23:17 h.
"Junta de Andalucía","Política","Susana Díaz","Antonio Ramírez de Arellano","Manuel Jiménez Barrios","Lina Gálvez"
  • Foto de familia del nuevo consejo de gobierno de la Junta de Andalucía, ya con Lina Gálvez como consejera de Conocimiento y Antonio Ramírez de Arellano con sus nuevas competencias. / José Manuel Vidal (Efe)
    Foto de familia del nuevo consejo de gobierno de la Junta de Andalucía, ya con Lina Gálvez como consejera de Conocimiento y Antonio Ramírez de Arellano con sus nuevas competencias. / José Manuel Vidal (Efe)

Los consejeros Antonio Ramírez de Arellano y Lina Gálvez tomaron posesión este jueves de sus nuevos cargos como responsables, el primero, de Economía, Hacienda y Administración Pública; y de Conocimiento, Investigación y Universidad, la segunda, en un acto celebrado en el salón de los Espejos del palacio de San Telmo, sede la Junta de Andalucía, y encabezado por la presidenta autonómica, Susana Díaz.

El acto institucional comenzó con la lectura, a cargo del viceconsejero de Presidencia, Fernando López Gil, de los decretos de la presidenta publicados en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) con los nombramientos.

El primero en prometer su cargo fue Ramírez de Arellano, que asume las competencias que gestionaba en la Junta la nueva ministra de Hacienda del Gobierno de Pedro Sánchez, María Jesús Montero. Acto seguido hizo lo propio la nueva consejera de Conocimiento, Investigación y Universidad, Lina Gálvez.

Díaz «garantizó» que Andalucía va a aprovechar que ahora «los vientos soplan a favor» para que los andaluces «vivan mejor y tengan más oportunidades» impulsando un desarrollo económico «justo, inclusivo y solidario» que permita a la comunidad «dar el salto definitivo a la convergencia». En este sentido, su vicepresidente, Manuel Jiménez Barrios, concretó esas grandes palabras, con demasiados significados: la Junta de Andalucía quiere mantener un «clima de cordialidad» con el nuevo Gobierno central, cuyo límite será «la defensa de los intereses» de la comunidad autónoma.

«Les garantizo que pondré todo mi empeño y ejerceré todo lo que pueda de mi influencia para intentar mantener un clima de cordialidad, aunque el límite estará en la defensa de los intereses de Andalucía», dijo textualmente a los periodistas sobre los contenciosos abiertos entre la Junta de Andalucía y el Gobierno que hasta hace unos días estuvo en manos del PP. Pero «se abre un nuevo tiempo», apostilló.

Jiménez Barrios consideró «prematuro» pronunciarse sobre las reiteradas reivindicaciones de la Junta al anterior Ejecutivo para que convocase con urgencia el consejo de política fiscal y financiera –para reformar la financiación autonómica– o aumentase sus inversiones en Andalucía.

Sí recordó que la persona «que con más insistencia ha venido solicitando la convocatoria de ese órgano ha sido la actual ministra [de Hacienda] y en cuanto pueda tomar posesión, seguro que tendrán ustedes noticias». Respecto al «injusto» modelo de financiación autonómica y las inversiones «imprescindibles» para Andalucía, como la conexión ferroviaria de Algeciras (Cádiz) a Bobadilla (Málaga), el vicepresidente señaló que para el gobierno andaluz es «crucial» mantener estas reivindicaciones.

También abogó por que Ciudadanos mantenga su acuerdo de investidura con la presidenta Díaz, «porque ha aportado una estabilidad política que ha ayudado al crecimiento de la economía andaluza». Recordó a la formación naranja «que ha podido comprobar que la utilidad le da réditos».

La nueva Consejería de Economía, Hacienda y Administración Pública mantiene las direcciones generales de Planificación Económica y Estadística, la de Fondos Europeos y la secretaría general de Economía.

Además quedan adscritas al nuevo departamento que dirige Ramírez de Arellano la agencia de Defensa de la Competencia de Andalucía y el Instituto de Estadística y Cartografía, mientras que la sociedad Parque Científico y Tecnológico Cartuja 93 pasa a estar adscrita a la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio.

Por su parte, la nueva Consejería de Conocimiento, Investigación y Universidad de la que se hace cargo Gálvez mantiene las competencias hasta ahora asignadas a Economía relativas a universidades, investigación y tecnología, junto a las de internacionalización de la economía, fomento del trabajo autónomo y del autoempleo y sobre emprendedores y economía social, lo que incluye organismos autónomos como la agencia andaluza de Promoción Exterior (Extenda) y Andalucía Emprende.

Arellano, nuevo hombre fuerte del área económica del gobierno andaluz, es catedrático de Física de la Materia Condensada y fue rector de la Universidad de Sevilla entre 2012 y 2015. A partir de ahora asume la responsabilidad de diseñar y negociar los presupuestos de la comunidad autónoma para el próximo ejercicio, cuya orden de elaboración fue publicada en el BOJA hace una semana. Además, Arellano pasa a ejercer la vicepresidencia de la comisión delegada para Asuntos Económicos.

La nueva consejera es catedrática de Historia e Instituciones Económicas por la Universidad Pablo de Olavide. Gálvez suma a su amplia labor académica como catedrática en universidades españolas e internacionales una reconocida trayectoria feminista.

Con esta remodelación, Díaz mantiene la composición del gobierno andaluz con 13 consejerías. Se trata de la segunda crisis de gobierno que aborda la presidenta andaluza en esta legislatura tras los cambios introducidos hace ahora un año, poco después de su derrota en las primarias a la secretaría general del PSOE, cuando incorporó a cinco consejeros nuevos y un nuevo portavoz del gobierno con un solo cambio de cartera que afectó a Rosa Aguilar, que asumió Justicia e Interior tras dejar Cultura, donde se incorporó el hasta entonces portavoz, Miguel Ángel Vázquez.