Sanlúcar de Barrameda, epicentro de los vinos jóvenes

Cuando hablamos de Sanlúcar de Barrameda se nos vienen a la cabeza muchas imágenes en forma de diapositivas. Tan sólo mencionarla, aparecen en nuestros subconscientes langostinos, Manzanilla y carreras de caballos por la playa. Coto de Doñana, tortillitas de camarones y “papas aliñá”. No cabe duda de que esta ciudad es sinónimo de paraíso, libertad y escapadas habituales para cargar pilas y desconectar de la rutina diaria para los que vivimos en Sevilla. La actividad de Sanlúcar no se circunscribe al verano. Es cierto que su población, en época estival, se multiplica, pero es en invierno cuando se organizan actividades de gran interés, como esta que les traigo hoy, y que no se pueden perder.

Como bien saben, Sanlúcar de Barrameda es la tierra de la Manzanilla, ese vino tan extraordinariamente peculiar, que sólo se elabora allí. Para que esto suceda, el primer paso es vendimiar, prensar la uva y obtener el mosto. Realmente podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el mosto es el comienzo de todo. Y aquí lo saben bien porque tal es la importancia que recibe este noble líquido que desde hace doce años realizan un concurso para conocer cuál es el mejor de todos los obtenidos durante el año y donde dan cabida a tres categorías: artesanos bodegas y singulares.

Y tras la organización de este popular concurso está la Asociación Cultural para la Promoción del Mosto de Sanlúcar de Barrameda. Con mi admirado Antonio Barbadillo como ilustre presidente, un equipo de amantes de esta tierra y de sus vinos componen una más que elitista junta directiva donde aparecen Gabriel Raya, director comercial de Bodegas Barrero; Juan Antonio Manzano, presidente de la Fundación Puerta de América; Ana Martínez, Alma Mater de La Cata con Botas, de proyectos como VIMAR y copropietaria de Bodegas Monte de Piedad, junto a mi buen amigo Carlos Barba, propietario de NauticaSur y magnífico ejemplo de lo que es un sanluqueño de pro. Noble, amable y leal. Dar, dar y dar a cambio de tu amistad. Todos ellos fantásticos profesionales con el denominador común de querer poner en valor esta tierra a través de sus vinos y bodegas, como les cuento.

La fecha elegida será este próximo fin de semana, sábado 13 y domingo 14, donde nos daremos cita en Bodegas Monte de Piedad, para celebrar este tradicional evento. Las paredes de la bodega estarán repletas de etiquetas históricas de botellas del Marco, cedidas por Francisco Odero, coleccionista que realiza una ardua labor por preservar la historia de los vinos a través de sus etiquetas, que cuida y mima como si fueran seres vivos.

Empezamos el sábado con una cata dirigida por dos buenos amigos, además de reputados profesionales que elaboran mostos como nadie: José Antonio Palacios Caparro y Antonio Bernal. La recaudación de esta cata siempre busca participar de actos benéficos y, en esta ocasión, irá destinada a colaborar en la restauración de la imagen de Nuestra Señora de la O.

El domingo, actividades como un taller infantil organizado por Flor, la levadura del Sherry y un concurso infantil de dibujo servirán de punto de partida a la degustación popular de mostos y ajo caliente mientras el jurado, reunidos en una sala anexa, realiza la cata correspondiente. En esta ocasión, el equipo encargado de tomar decisiones estará formado por Luis Pérez, José Manuel Bustillo, María Girón, Ramiro Ibáñez, Belén Roldán y Paz Ivisón, conocida periodista gastronómica con un impresionante curriculum profesional que nos honrará con su criterio.

También el domingo se rendirá merecido homenaje a quien considero un ejemplo a seguir: Don Gabriel Ángel Raya Fernández. Gran profesional y mejor persona. Toda mi admiración, querido y admirado Maestro.