Museos y Patrimonio | Miguel Zugaza Director del Museo de Bellas Artes de Bilbao y ex director del Museo del Prado (2002 - 2017)

"El Bellas Artes es un museo en el que tienen que creer no sólo las instituciones públicas, sino también la sociedad"

El director del Bellas Artes de Bilbao celebra la implicación de la sociedad vasca con su museo y subraya la necesidad de la pinacoteca sevillana de dotarse de una "personalidad jurídica propia para el desarrollo de su futuro"

Entrevista en el Museo de Bellas Artes de Sevilla a Miguel Zugaza, director del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Rocío Soler Coll

Patricia Godino

Patricia Godino

Miguel Zugaza (Durango, Vizcaya, 1964) es un enamorado del Museo de Bellas Artes de Sevilla. Podría sonar a frase hecha pero lo cierto es que cada vez que visita el antiguo Convento de la Merced aprovecha para subrayar la belleza de esta colección y de su edificio. Lo hace de nuevo en la charla que mantiene con El Correo de Andalucía en el patio de los Bojes minutos después de presentar la exposición Del Greco a Zuloaga. Obras maestras del arte español en el Museo de Bellas Artes de Bilbao,en un acto con la presencia del alcalde de Bilbao, presidente del Patronato. En su agenda en Sevilla, ha tenido tiempo para visitar el CAAC, interesarse por la Magna y de testar la opinión de nombres de la cultura en la capital.

Subirector del Reina Sofía con apenas 30 años, del Museo del Prado durante 15 y del Bellas Artes de Bilbao por segunda vez (en la primera situó al museo a los pies del siglo XXI), su trayectoria profesional se cuenta a través de los principales logros de estas instituciones, tanto desde el punto de vista de la excelencia artística como de su gestión.

Su voz es una de las más respetadas y audaces en el mundo del arte, por eso su complicidad con el Bellas Artes de Sevilla siempre es motivo de celebración. Cómplice en proyectos memorables como El Joven Murillo (coproducción con el museo de Bilbao en 2010), en temporales del Prado itinerante (El paisaje nórdico, 2012) o en hitos como Murillo y Justino de Neve, en el Hospital de los Venerables (2012), su último motivo en Sevilla es traer "con una generosidad extraordinaria", en palabras de la consejera Patricia del Pozo, las mejores obras de la coleccíón de pintura española de su museo.

Seleccionadas por el comisario José Luis Merino, las piezas salen del museo mientras está limitado el acceso a algunas salas por las obras de reforma que acomete el arquitecto Norman Foster y Luis María Uriarte. La exposición da la bienvenida con un regalo: la presentación de La Plaza de toros de Sevilla de Mariano Fortuny, el último cuadro adquirido por el Bellas Artes de Bilbao gracias al legado donado por Begoña María Azkue, un ejemplo del compromiso de la sociedad civil vasca con esta institución cultural.

PREGUNTA. Cuando ve los cuadros de su colección en otro contexto, ¿ve detalles nuevos?

RESPUESTA. Sí, yo creo que sí. Cuando se mueve el cuadro del museo, y más en esta ocasión, donde muchos cuadros vuelven a la ciudad en la que se crearon, hay algo especial, les pasa algo a las obras y, normalmente, se enriquece la visión que tenemos de ellas y más en un contexto tan excepcional como es éste. No se puede traer cualquier cosa a este museo, eso es la verdad. La selección que ha hecho Merino se ajusta a esa calidad y singularidad que tiene la colección del Museo de Bellas Artes de Sevilla.

P. Háblame del cuadro de Fortuny, ¿tenía el Bellas Artes esta compra en el horizonte hace mucho?

R. Era un cuadro conocido, se había presentado en las últimas grandes exposiciones sobre Fortuny. Lo que no había estado es cerca del perímetro de las posibilidades de adquisición por parte del museo. El Museo de Bellas Artes de Bilbao tiene obras de muchos artistas españoles pero no tenía un buen 'fortuny' y cuando nos lo ofrecieron creímos que era una opción magnífica. Es, quizás, un cuadro que refleja la libertad del artista: cuando se separa un poco del mercado y de lo que le exigía entonces (esa pintura de casacón, más detallista...). Fortuny llega a Sevilla y se vuelve radicalmente un pintor impresionista. Eso es lo que más nos interesó de la obra. Y no tuvimos ninguna duda, incluso antes de presentarlo en Bilbao, de meter este cuadro en este viaje sevillano, para también volver a la ciudad que lo inspiró. Y verlo en esa sala preciosa sobre paisajes y bodegones que forman la primera sala de la exposición.

P. En una conferencia reciente habló de las compras como una oportunidad para los museos, porque a partir de ahí llegan cesiones, nuevas exposiciones... Cuesta mucho este enfoque en las administraciones.

R. Con las adquisiciones en los museos pasa como las bodas, de una boda sale otra boda. Si la adquisición es importante, siempre hay una conexión con algo que ya tiene el museo, pero abre también la expectativa de un nuevo género, de un nuevo tema, de una nueva autoría para incorporar al museo. Y no dudo que esta adquisición de Fortuny nos va a permitir aspirar a otras obras en torno a la pintura del siglo XIX.

Más del 60% de los fondos de la colección del Bellas Artes de Bilbao proceden de donaciones y legados

Tengo que recordar, además, que esta adquisición es posible gracias al legado de una amiga del museo, de Begoña María Azkue, que donó su casa para convertirla en adquisiciones de obras de arte para el museo. Es decir, que esta magnífica vista de la Maestranza de Sevilla es una obra adquirida por el museo gracias a un legado, que es otro de los rasgos muy señalados del Bellas Artes, que es esta aportación que ha hecho la sociedad civil a la institución. Más del 60% de los fondos de la colección del Bellas Artes de Bilbao proceden de donaciones y legados.

P. Me ha llamado mucho la atención el dato que ha dado el comisario.

R. Muy pocos museos en España lo pueden decir. Y posiblemente sea la gran diferencia entre este Museo de Bellas Artes de Sevilla, que tiene como capital fundamental esa gran tradición histórica del arte en Sevilla, del arte en la Edad Moderna, y en cambio Bilbao, que no tuvo esa tradición, ha tenido que ir haciendo el museo adquiriendo obra a obra. En ese sentido, la aportación de la sociedad civil ha sido fundamental.

Los museos tienen que estar siempre generando una expectativa de futuro

P. Imagino que esa implicación social hay que irla alimentando continuamente. ¿Cómo consigue que ese respaldo de la sociedad civil siga vivo y generoso?

R. Los museos tienen que estar siempre generando una expectativa de futuro. Y ahora mismo el Museo de Bellas Artes de Bilbao, con su proyecto de ampliación y modernización, en una ciudad como Bilbao, cuyo éxito es evidente en esta apuesta tan decisiva que hizo la ciudad por el arte y los museos, genera interés y un nivel de adhesión muy importante de la comunidad cercana. Pero creo que es algo que debemos estimular constantemente.

Los museos en España son, la mayor parte públicos, pero necesitamos la colaboración responsable de la sociedad. Es muy importante que los museos mantengan una comunidad de apoyo dentro de la sociedad.

P. ¿Qué museo saldrá de esa ampliación?

R. Será el museo de siempre, lo reconoceremos, pero será un museo diferente también, porque no sólo va a tener un nuevo edificio diseñado por Norman Foster y Luis Mario Uriarte, sino además va a tener también nuevas colecciones. Estamos desarrollando un nuevo proyecto de colección en torno al diseño industrial, al diseño gráfico y la arquitectura, que se alojará en una parte del espacio nuevo del Museo de la Ampliación. Deseamos que el museo no pierda su identidad al tiempo que incorpora nuevas colecciones y una nueva visión del arte, que es lo que espera también el visitante.

P. Usted conoce muy bien este Museo de Bellas Artes. No sé si está al tanto del proyecto de ampliación al cercano Palacio de Monsalves.

R. El Museo de Bellas Artes de Sevilla es uno de los museos más hermosos, más bellos de Europa, por no decir del mundo. Y yo creo que cada vez que vienes aquí te sientes transformado, realmente es muy especial. Es un museo en el que tiene que creer no solo las instituciones públicas, sino también la sociedad andaluza, la sociedad sevillana, y ofrecerle entre todos las mejores oportunidades para su desarrollo de futuro, para ponerlo en valor delante de un público cada vez más internacional, sea con la ampliación o sea con dotarle de una personalidad jurídica propia, que creo que es un paso muy importante que este museo tiene que dar.

Si desde el Museo de Bellas Artes de Bilbao podemos dar un ejemplo al Museo de Bellas Artes de Sevilla en el ámbito de la gestión, es éste, el que las instituciones se pusieron de acuerdo para dotarle al museo de una personalidad jurídica propia y, a partir de ahí, construir su propia derrota, su propio futuro.

El Museo de Bellas Artes de Sevilla es uno de los museos más hermosos, más bellos de Europa, por no decir del mundo

P. El Patronato del Bellas Artes de Bilbao nace en la primera etapa que usted dirige, que significó la modernización del museo y su gestión, ¿no?

R. Se creó la Fundación donde participan las tres instituciones fundadoras, el Gobierno vasco, la Diputación de Vizcaya y el Ayuntamiento de Bilbao, y luego se incorporaron también patronos privados, que son los que nos aportan fondos para poder desarrollar nuestros programas prioritarios. Y esto es muy importante, porque yo quiero ser crítico con aquella decisión que tomó en su día el Ministerio de Cultura de separar la gestión de la titularidad. Es como aquello de "casa con dos puertas difícil de guardar".

Lo que deseo es que lleguen a un pacto entre el gobierno autonómico, el gobierno de Andalucía y el Ministerio de Cultura para entender que museos como el de Bellas Artes de Sevilla necesitan una forma diferente de gestión y desde esa posición poder optar a esa futura ampliación, que creo que es necesaria además de un objetivo que está persiguiendo el museo desde hace tantos años.

Deseo que lleguen a un pacto entre el gobierno de Andalucía y el Ministerio de Cultura para entender que museos como el de Bellas Artes de Sevilla necesitan una forma diferente de gestión

P. ¿Cuáles son sus prioridades a la hora de diseñar la programación del museo que dirige?

R. Lo bonito del Museo de Bellas Artes de Bilbao es que no hay límites sobre una especialidad en torno al arte. Conserva arte antiguo, moderno y contemporáneo, conserva arte europeo arte español y arte vasco y colecciones de arte oriental. Es decir, es un museo de carácter enciclopédico. Cuando entras, te puedes encontrar con el arte, sin apellidos, con una idea universal, incluso en lo local. El museo ofrece esa calidad: convierte cada obra de arte en universal y eso es lo singular. La programación es muy variada, porque es muy variado el arte que conserva el museo.

P. ¿Y qué papel tiene la investigación? Esa parte que tanto cuesta sacar a la luz.

R. Es fundamental. Incluso antes de la educación está la investigación, porque sin un buen y riguroso conocimiento de lo que el museo conserva, no puedes desarrollar un buen programa de educación. Y en el caso del Museo de Bellas Artes de Bilbao, es el pilar fundamental sobre el que se sostiene la actividad no solo de conservación del museo, sino de difusión. Al mismo tiempo que se está haciendo la ampliación física del museo, estamos trabajando en otro proyecto muy ambicioso: la nueva plataforma de conocimiento a través de la web del museo. Y ese será el cauce por el que el museo conduzca todo el caudal de conocimiento que va atesorando sobre sus colecciones y sus actividades.

P. La verdad es que la web de su museo es maravillosa.

R. Pues la nueva va a ser un gran proyecto. La máxima accesibilidad al arte que conserva la institución.

Tracking Pixel Contents