Cien por cien Cuadernos de Roldán

El pasado día 15 se presentó en la Sala del Almirante, del Alcázar de Sevilla, una Antología que al contrario de lo que suele ser habitual, no sólo incluye a poetas, sino a todo tipo de escritores -y lo que o es ninguna novedad en “Los Cuadernos de Roldán”- también de artistas y músicos.

Los Cuadernos de Roldán es -diría que mejor que una Asociación al uso- una reunión de amigos que con una fidelidad pasmosa (salvo lo que ya sabemos), ha venido reuniéndose desde 1988 (esto es, hace ya la friolera de treinta y tres años), en diferentes tabernas –también mejor que bares- de la ciudad. La primera de ellas fue la que estuvo en esa parte de la Sevilla Extinta, como fuera la de Manuel Roldán, persona y lugar para la Memoria Histórica y Democrática de muchos que nacimos en el XX: un local de mostrador y estanterías de madera tallada antiguos, que se encontraba en la esquina de las calles Sta. Ana y S. Vicente, donde se asistía para celebrar el ritual de la amistad.

Pasado el tiempo y como no podía ser menos, “Los Cuadernos...” y “los cuaderneros”, se mudaron ¿y cómo no?, a otra esquina: la de Dueñas con Gerona, donde se encuentra el Bar de nombre homónimo al desparecido convento y residencia de la duquesa, regentado por Manuel Boa, que intentando imitar el maravilloso estilo del -a su pesar ya gran maestro- Paco Correal, diría que de Manolo a Manolo, aunque aquel ya tiene sucesora en su hija Marta.

Allí, en esa proa de barco, se mantiene el don de la conversación, el trasbase de información, la liturgia de compartir viandas y las propuestas culturales más diversas, con dos líneas de actuación que por así decirlo fundamentalmente pueden ser dos: la de los “intelectuales” y la de los “populares”. Simbiosis heterogénea que es la seña de identidad desde que empezó esta -por muchos motivos- increíble aventura que llega hasta hoy acogiendo en su seno a todo tipo de personas, profesionales, ideas, ideologías,...

La recopilación de textos, poemas, pinturas y partituras que conmemoran los 100 números publicados hasta la fecha, fue coordinada por Antonio Molina Flores, el Presidente, Ana Llorca, su Vicepresidenta (terminado en e para los puristas) y Paula Garvín, su Tesorera, contando con la colaboración de Marian Pantoja y Serafín Madrigal para las fotos y vídeos que se proyectaron en sala.

La edición, incluida en la colección “Espuela de Plata” de la editorial Renacimiento, dirigida por el también poeta Abelardo Linares (curiosamente no incluido en la Antología), recopila una selección de textos a los que acompañan una serie de fotografías de pinturas y dibujos sobre lienzo o papel y dos partituras: una de Pepe Romero y otra de César Camarero.

Entre los autores literarios más destacados cabe nombrar porque la ocasión así lo impone a Rafael Alberti, José Saramago, Luis García Montero, Agustín García Calvo, Isabel Escudero, Antonio Gamoneda, Julio Aumente, Juan Bernier, Vicente Núñez, Jacobo Cortines, José Julio Cabanillas, Manuel Rámila, Salvador Compán, Francisco Núñez Roldán, Pepe Aguilar, Rosario F. Cartes, Ramón Reig, José Mª Bedoya, Francisco Lira, Ismael Yebra, Loren Cabral, Francisco Gallardo, Onofre Rojano, Raquel Rico, Ezequiel Martínez, Manuel Ángel Vázquez Medel, el conde de Casa Padilla, Javier Salvago, Ramón Rodríguez Aguilera,...y otros no por menos conocidos, menos extraordinarios y que para saber de ellos, sólo basta con adquirir, hojear y divulgar este precioso libro.

Entre los artistas plásticos que se incluyen aquí y que como se dijo al principio, son una selección de los centenares que han publicado sus “ilustraciones” acompañando a los textos, pueden citarse a Miguel Pérez Aguilera, Cristóbal Aguilar, Carmen Laffón, Félix de Cárdenas, Juan Maestre, Manuel Salinas, Ricardo Cadenas, Fausto Velázquez, José Mª Andrés Franco, Inés Martín Lacave, Claudio Díaz, Nicomedes Díaz Piquero, Estrella Vaca Campayo, Carlos Becerra Luna, Juan Antonio Riviere, Lola Gaviño, Salvador Malpartida, Carmen Mogollo Díaz, Inés R., Domingo Jiménez, Ángeles Lacave, todos los que se incluyen en las fotografías y todos y todas que podéis ver en este libro de los libros y si tenéis a bien, seguir como a todos los que participamos en esta experiencia vital que Los Cuadernos significan en la cultura sevillana, española y ahora gracias a la distribución en librerías, por mensajería o en la editorial, internacional.

Hay muchas curiosidades en ellos, como el que padre e hijo compartan páginas simétricas, casos de Eduardo del Campo Zapata y Eduardo del Campo Cortés o Antonio y Eduardo Cerrato por ejemplo. También el que los socios, nos llamamos “Inquilinos”, el que además de los cuadernos, se publiquen almanaques o zaquizamíes, el que las presentaciones no se celebren en el mismo sitio, sino en el que disponga quienes se encarguen, el que no recibe ninguna subvención sino que se financie por los inquilinos, y sobre todo, el que una publicación que reúna escritores, poetas, médicos, periodistas, fotógrafos, profesores, pintores, y tantos oficios, continúe tantos años, pues como se verá por la relaciones anteriores muchos ya en vida física nos han dejado, no en el recuerdo ni en su legado, no a los muchísimos miembros que colaboran, se les invite a participar, o se reúnan periódicamente, sino a cualquiera que sienta algo parecido a la emoción estética.

Sólo me resta decir que comienza con un Prólogo de Antonio Molina Flores en donde cuenta la Historia de Cuadernos de Roldán, y entre otras cosas habla del “Triunfo de lo Colectivo”, y sí, ciertamente lo es, y por todo esto, por el pasado, el presente y el futuro de “Cuadernos”, brindemos en estas fechas que se aproximan o cada día del año, celebrando la belleza de las palabras, del arte y de quienes deseen unirse a compartirla.