Dada Masilo de lo carnal a lo exquisito

Dada Masilo presentó el pasado jueves 12 en el Teatro Central su última propuesta, una fabulosa pieza de danza cumple con su objetivo de crear un ballet nuevo fundiendo el lenguaje de la danza contemporánea y el del ballet clásico con otras formas de danzas, como la danza Tswana, originaria de Bostwana, de cuyo estudio parte esta obra,

Masilo se inspira también en ‘La consagración de la primavera’ de Pina Bausch. Esta obra le dio la oportunidad de conocer la música de Stravinski y quedar fascinada por su complejidad rítmica. La composición musical de este espectáculo recoge dicha complejidad aunando los sonidos vocales y la percusión de Tlale Makhene, los acordes del violín de Leroy Mapholo, el teclado de Nathi Shongwe y la voz dulce y potente de la soprano Ann Masina, cuatro excelentes músicos capaces de incorporar al desenfreno rítmico de la danza folclórica africana acordes de jazz y de música clásica contemporánea, elaborando con ello una banda sonora tan envolvente como impactante.

De la misma manera la coreografía de Masilo aúna las figuras y movimientos corporales que remiten a las danzas rituales africanas, cuya desmesura, dinamismo y sensualidad rigen en la primera parte, con un baile impregnado de poesía que impone su mesura y contención en la escena final, cuando se impone el sometimiento de una mujer joven que busca desesperada la protección de la madre, representada simbólicamente por la gran voz de la soprano.

Divide así Masilo el espectáculo en dos partes claramente diferenciadas. En la primera se impone la danza danza Tswana y los seis bailarinas y las cinco bailarinas se entregan a un baile vertiginoso, aunque de vez en cuando se para a instancia expresa de los intérpretes, que bailan también con la palabra. No en vano la danza Tswana servía para invocar la sanación y contar historias. En un momento de la obra las bailarinas parecen contar un relato mientras bailan, aunque dado el desconocimiento del idioma no pudimos entender lo que nos contaban.

Lo que sí pudimos apreciar es cuánto hay de africano y negro en el origen de nuestro baile flamenco, que vimos reflejado en los movimientos de caderas y el taconeo de los pies desnudos de los bailarines y bailarinas, quienes rayaron la excelencia con su interpretación, tanto en esa primera parte como en la segunda, donde cambian el gris y el rojo de sus sedosos trajes por un pantalón blanco que deja sus torsos al desnudo y nos ofrecen una pieza de tensa emoción contenida, tal vez demasiado porque bajó un tanto el ritmo del espectáculo.

Cabe destacar la excelencia de los solos, así como la expresividad y capacidad dramática de los números corales, que van de lo carnal a lo exquisito sin solución de continuidad.

Obra: The sacrifice
Lugar: Teatro Central 12 de enero

Coreografía: Dada Masilo
Compositores y Músicos en escena: Ann Masina, Leroy Mapholo, Tlale Makhene, Nathi Shongwe
Intérpretes de baile: Dada Masilo, Julia Burnham, Lehlohonolo Madise, Refiloe Mogoje, Thandiwe Mqokeli, Eutychia Rakaki, Leorate Dibatana, Lwando Dutyulwa, Thuso Lobeko, Songezo Mcilizeli, Steven Mokone, Tshepo Zasekhaya
Calificación: 4 estrellas