MÚSICA

De Kandisky a Amaral: El embrujo flamenco se cuela en el Thyssen

La voz de Ángeles Toledano conecta la obra de Kandinsky con su versión de ‘Sin ti no soy nada’ de Amaral en la celebración del Día del Flamenco impulsada por Amazon Music que incluye un recorrido único por el museo

Ángeles Toledano, durante la presentación de algunos de los temas de su disco 'Sangre sucia' en el Museo Thyssen, junto a Víctor Franco a la guitarra.

Ángeles Toledano, durante la presentación de algunos de los temas de su disco 'Sangre sucia' en el Museo Thyssen, junto a Víctor Franco a la guitarra. / Rafael Manjavacas

Sara Arguijo

Sara Arguijo

Cuando Ángeles Toledano recuerda a las víctimas de la DANA y recita con la garganta temblorosa y las lágrimas saltadas el poema Como aman los pobres de la cordobesa Gata Cattana confluye en una perfecta simbiosis el relato del que parte El embrujo trasciende, un itinerario impulsado por Amazon Music en el Museo Thyssen-Bornemisa con motivo del Día del Flamenco que busca trazar puentes entre las artes y, de paso, seducir y atraer a lo jondo a públicos más jóvenes que en muchos casos lo sienten como algo arcaico y ajeno. “Todo nuestro cariño a la gente de Valencia. Gracias por darle este hueco al flamenco. ¡Viva el flamenco, viva el arte, viva la pintura, viva la poesía, vivan mis amigas, viva la Gata Cattana y que todo cambie!”, clamó la jienense.

Desde esta perspectiva, los versos escritos por la influyente rapera y politóloga fallecida inesperadamente a los 25 años, -que recuerdan que los pobres aman con las manos, en condiciones famélicas y con todo en su contray parece que su amor se multiplica al ritmo de los infortunios y los desastres naturales que golpean siempre las casas de los pobres-, conectan más si cabe estos días de sufrimiento en la voz rebelde y fresca de la cantaora. Que, más allá de sus influencias jondas, abandera en su sugerente y rompedora ópera prima Sangre sucia (Universal), un discurso comprometido y urbano.

El estreno en directo del álbum será el próximo 22 de noviembre en el festival de música independiente Monkey Week en Sevilla pero este viernes Toledano ofreció como adelanto para clausurar las singulares visitas programadas en el Thyssen

El estreno en directo del álbum será el próximo 22 de noviembre en el festival sevillano de música independiente Monkey Week pero este viernes Toledano ofreció como adelanto a los medios dos de sus temas en un mini concierto en acústico, junto a la guitarra de Víctor Franco, que sirvió para clausurar las singulares visitas programadas en el Thyssen de manera gratuita durante esta semana y para dar a conocer su versión aflamencada del icónico éxito del grupo de rock Amaral, Sin ti no soy nada, con la que plataforma rinde homenaje al género eligiendo por cuarto año consecutivo a un artista emergente para lanzar una canción exclusiva. “Para mí es la canción de mi vida, la que cuando estoy lejos me mantiene cerca de los míos y de mi infancia”, confesó la artista.

El eco de los lienzos

Siguiendo lo que ha defendido en su trayectoria el reciente Premio Nacional de Artes Plásticas, Pedro G. Romero, aquí se entiende el flamenco como un campo cultural y estético que afecta de forma determinante a otras esferas de conocimiento y hacer y, al mismo tiempo, es atravesado continuamente por la contemporaneidad. De ahí, su natural diálogo con las formas más sofisticadas del arte de todos los tiempos.

El embrujo trasciende explica, por tanto, a través de algunas de piezas claves del museo la relación de la pintura y la música que, como apuntaba la guía Pepa Mateos, “a partir del XIX es inevitable”. La vista de la Ópera y del Unter den Linden (1845) de Eduard Gaertner, por ejemplo, recoge el concepto de arte total de Wagner, que invita a contemplar el cuadro con la misma serenidad que el compositor romántico impuso en la ópera, obligando por primera vez a apagar las luces de los teatros y mirar la escena.

El impresionista francés Claude Monet, que reinventa la perspectiva, entronca con el músico Debussy. Y el retrato de Misia Godebska (Pierre Bonnard, 1908) reivindica la figura de esta mujer, principal musa del París literario y artístico, que zarandeó a la burguesía francesa abriendo las puertas de los salones a músicos como Ravel, que no entraban en los circuitos oficiales.

El impresionista francés Claude Monet, que reinventa la perspectiva, entronca con el músico Debussy.

Claro que el rastro flamenco, que la plataforma de música en streaming coloca en su eje en una apuesta clara por abordar lo jondo desde el pop, está presente aquí de forma más sentimental que representativa. Entre otras cosas porque la colección del barón holandés no incluye los grandes nombres de la Generación del 27, expuestos en el Museo Reina Sofía, y cuya vinculación con lo jondo es mucho más directa.

De todas formas, entendiendo la creación artística como “un viaje que parte de lo primitivo, un eco profundo que deja su rastro para ser descubierto en cada obra”, tal y como reza en el flyer, es fácil encontrar la fusión de lenguajes y descubrir “cómo el embrujo cautivador e inherente en el arte es capaz de manifestarse en cualquiera de sus formas”. Y, en cualquier caso, resulta estimulante, acercarse a los cuadros traspasando metafóricamente la línea que marca el suelo -“respirar daña el cuadro”, advierte a un visitante la guía-, dedicándole tiempo a la contemplación de los detalles y releyendo su significado desde las inquietudes artísticas de creadores de otros géneros, lugares y tiempos.

De Kandinsky a Amaral

En esta atmósfera, cuando Mateos relata el tránsito a la abstracción de la pintora Georgia O’Keefee (Desde las llanuras II, 1954) que cargaba sus lienzos a la cima de las montañas de Nuevo México buscando captar en la visión del horizonte “el ritmo de la tierra”, creemos oír el sonido ronco de los paisajes de olivares y necesidades urgentes de Toledano y sentir el crujío de las jaulas partías y las raíces profundas que reivindica en la enigmática toná Araora, que incluye su nuevo disco.

La letra de la taranta Eres guapa en la que la cantaora lanza un grito de sororidad para decirle a sus compañeritas que la belleza no está en el piropo del otro tendría cabida en El espejo psiqué de Morisot

Igualmente, la letra de la taranta Eres guapa en la que la cantaora lanza un grito de sororidad para decirle a sus compañeritas que la belleza no está en el piropo del otro tendría cabida en la sala en la que comparten pared El espejo psiqué de Morisot, la bailarina de Degas y la imagen de Ivette Guilbert (1893), cantante de los cafés parisinos, de discurso soez y voz rota, que Toulouse-Lautrec eligió para la portada de los famosos Almanaques de la época. “Y que en una clara ruptura con lo establecido no pasa a óleo, sino que deja intencionadamente dibujada a lápiz”, matiza la guía.

Programa de 'El embrujo trasciende'.

Programa de 'El embrujo trasciende'. / El Correo

El mundo caótico, color sangre, de la Metrópolis (1916-17) de Grosz que habla de la agitación urbana que marca a los expresionistas alemanes del siglo XX; la ruptura que propone el cubismo, que quiere acabar con el pasado y destruir la armonía, como se ve en Hombre con clarinete (1911-12) de Picasso; las líneas de Mondrian, “un gran generador de composición musical” o los principios del surrealismo y el dadaísmo sirven asimismo para explicar el flamenco como una expresión artística que se ha nutrido de numerosos “encuentros” a lo largo de su historia y es fruto de la hibridación cultural y social. Por eso, la guía compara la reutilización de objetos de Kurt Schwitters con la de la incorporación al flamenco del cajón peruano que llega de la mano de Paco de Lucía en los 70. “No sólo es coger es aprehender. Sino lo entendemos, no lo incorporamos”, explica.

Con esta naturalidad en la pieza audiovisual realizada ad hoc para la iniciativa las luces del alba, su alma, su cuerpo y la voz cálida de niña mala y niña triste de la artista, se cuelan por los salones del Thyssen hasta detenerse en la Pintura con Tres Manchas nº 196 Wassily Kandinsky (1914) que ilustra el cartel del recorrido. Un lienzo que responde al deseo del pintor ruso de crear un equivalente de la música en pintura a través de un estilo que fuese capaz de evocar emociones y que, alejado de la realidad exterior, se convirtiese en la expresión de la fuerza interior del artista. De lo espiritual. Quizás por eso, la de Villanueva de la Reina reconoce haber experimentado “cómo el sentimiento te traspasa como una espada, un poder que también tiene la música flamenca”.

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