Santiago Segura tiene olfato para el éxito, las dos películas que preceden a esta, Padre no hay más que uno y su secuela y A todo tren. Destino Asturias (2021) han logrado alcanzar las cimas de las taquillas y mantenerse semanas y semanas en el ranking de las más vistas. Es de los pocos que se trabaja la mercadotecnia como nadie, tiene el objetivo de que todo el mundo se entere de que estrena su película. Para conseguirlo no se arruga y se pasea por todos los platós de televisión, aparece en la mayoría de los diarios nacionales y en cualquier otro medio que le permita dar visibilidad a su producto. Ha alcanzado lo que poca gente en este país, que para su estreno, sus películas acaparen las mejores salas y horarios, sean un gran acontecimiento y estén al mismo nivel que las grandes superproducciones norteamericanas. Lo dicho, un tío currante que además le sonríe el éxito. Santiago ha conseguido poner una pica en Flandes en un país que lamentablemente sigue denostando su propio cine.
Para esta tercera entrega el director con la ayuda de su coguionista Marta Fernández de la Vega, deja a un lado la tendencia aleccionadora y rancia de la figura del padre de la segunda parte, para centrarse, esta vez, en la construcción de un relato con un objetivo que cumplir. Estamos en vísperas de la celebración de las Navidades y de forma accidental el chico y una de sus hermanas rompe la figura del Niño Jesús del Belén. Tan señaladas fechas y la restitución de la misma, serán los ejes centrales sobre los que pivoten las aventuras que van a experimentar los miembros de esta numerosa familia. Las de las personas adultas y las de su descendencia, el grupo de niñas y niño. Los romances y amoríos van a fluir con cierto ingenio, atropellándose lo justo, lo mismo que sus deseos y anhelos, que van desde actuar como Virgen María, a cómo conseguir el dinero para comprar una imagen nueva, o los regalos de Reyes. La idea de trabajar en grupo y conseguirlo está bien hilada y conseguida. El conflicto intergeneracional algo desmalazado es suave y sin demasiada enjundia. Pero todos se van a entretejer pausadamente, sin ruido ni estridencia, para terminar acabando como no puede ser de otra manera, bien.
Con una puesta en escena algo tosca y simplona, para el cronista, el principal logro de la película reside en que tanto el guion como la dirección han conseguido armonizar la entropía del mundo adulto con el infantil. Esto la ayuda para que ambos colectivos se identifiquen con lo que ven en la pantalla. Pone al mismo nivel todos los universos, el adulto, el infantil y juvenil. Les da voz en igualdad, su mejor acierto.
Padre no hay más que uno 3. **
España 2022 99 min.
Dirección Santiago Segura Intérpretes Santiago Segura, Toni Acosta, Loles León, Carlos Iglesias, Martina D´Antiochia, Sílvia Abril, Leo Harlem, Calma Segura, Luna Fulgencio, Sirena Segura, Carlos González Morollón, Luna López.
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