Pansequito nos dejó con miel en los labios

Pansequito dejó al público con ganas de más tras su actuación de ayer en las Bodegas Byas, dentro del marco del XXVI Festival de Jerez.

21 feb 2022 / 16:53 h - Actualizado: 21 feb 2022 / 16:55 h.
"Flamenco","Espacio","Valencia","Las Palmas","Miel"
  • Foto: Web XXVI Festival de Jerez
    Foto: Web XXVI Festival de Jerez

Continua el XXVI Festival de Jerez, que comenzó el pasado día 17, con su programación, una oferta abigarrada que nos brinda la oportunidad de asistir a recitales como el que dio ayer Pansequito, una figura indiscutible del cante flamenco que una vez más demostró su sabiduría y creatividad.

Nadie liga los tercios con el temple y el dominio del compás de Pansequito y ayer lo demostró con creces a lo largo de su recital en la Bodega González Byass, uno de los espacios del Festival de Jerez reservado a las propuestas de cante, que es algo que merece la pena destacar, teniendo en cuenta que en este tipo de festivales los espectáculos de baile suelen tener un mayor protagonismo.

Pero si algo puede pellizcarnos y hacernos vibrar, hasta llevarnos a un terreno de abstracción emocional compartida por todos es un cante bien dicho, y si alguien sabe decir bien un cante es Pansequito, un cantaor pleno de facultades y conocimiento que no necesitó más que cinco cantes para mostrar la grandeza del flamenco.

Acompañado con toque colorido y rotundo de Miguel Salado y las palmas magistrales de Manuel Cantarote y Manuel Valencia, Pansequito nos brindó unas alegrías potentes, templadas y valientes; unas soleares, profundas y solemnes y unos tarantos tan desgarrados, que a su término mostró su disposición a dejarse ayudar por quien quisiera acompañarle en el trance. Pero ese era su momento y los artistas que había entre el público, que no eran pocos, estaban allí para disfrutarlo. Conocedor de ello, el maestro decidió cambiar de aires con unas bulerías que supusieron toda una lección de dominio del compás y unos fandangos que encogieron el corazón del respetable.

El recital duró una hora justa. Es lo previsto para las propuestas programadas por el Festival en este espacio escénico, pero en este caso Pansequito nos dejó con miel en los labios.