La arriesgada apuesta de Merino da frutos

El técnico bético se la juega dejando fuera a Joaquín y Dani Ceballos y apostando por dos jugadores casi inéditos como Kadir y Fabián y el Betis recupera sus señas de identidad como equipo. El linense hace méritos para que la interinidad sea más duradera

17 ene 2016 / 12:12 h - Actualizado: 17 ene 2016 / 09:59 h.
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  • Kadir supera la entrada de Adrián. / Domenech Castelló
    Kadir supera la entrada de Adrián. / Domenech Castelló

El Betis paró la sangría de derrotas (iban cinco seguidas) pero sobre todo recuperó la credibilidad como equipo, pese a que lleva diez partidos sin ganar y siete ya sin marcar un solo gol, que se dice pronto. En los dos últimos partidos de Copa ante el Sevilla y el de Liga con el Eibar, los verdiblancos dieron la sensación de estar muertos. Y se presentaron en El Madrigal como víctimas propicias de un Villarreal que iba lanzado: seis victorias seguidas en Liga y cuatro en su estadio, donde esta campaña solo logró empatar el Eibar y ganar el Celta, pues el resto eran triunfos, hasta ocho.

A Juan Merino no le dolieron prendas tras ver cómo rindió su equipo en la vuelta del derbi copero y tomó decisiones de peso, que para eso aceptó el marrón de ser el entrenador en este trance tan comprometido: Joaquín, Portillo y Dani Ceballos, los tres media puntas que jugaron de inicio en el Sánchez-Pizjuán, entregaron la titularidad a Cejudo, Kadir y Fabián, estos dos últimos prácticamente inéditos toda la temporada, pues el franco-argelino, fichaje de Alexis en el verano de 2014, fue descarte de Mel el verano de 2015, y el canterano debutó en la primera jornada de Liga ante el Villarreal (jugó 15’) y desde entonces no volvió a tener minutos en el torneo liguero. Merino suspiraba porque se lo dejaran para el filial y lo primero que ha hecho es darle la camiseta de titular, aunque tuviera que quitársela a Dani Ceballos, que se quedó en casa.

Nadie sabe qué hubiera pasado si al minuto de partido el balón al palo de Soldado hubiera acabado en el noveno gol encajado esta campaña por los béticos antes del cuarto de hora de juego (van seis en Liga y dos en Copa). Cualquiera es libre de elucubrar lo que quiera. Lo que sí es verdad es que, después de esa jugada, el Betis se comportó como un equipo, plantó cara al Villarreal y por momentos fue mejor que el conjunto castellonense, el único capaz de seguir el ritmo en la Liga a Barcelona, Atlético y Real Madrid.

El Betis estaba sin pulso y Juan Merino lo ha reactivado. Los béticos toman nota. El linense fue presentado como interino mientras se encuentra al sustituto idóneo, pero si lo de Juande no sale –y está realmente muy complicado, casi imposible– no descarten que la solución pueda estar en casa: Merino con Alexis y Capi de ayudantes de campo. De momento han logrado resucitar a un equipo que estaba muerto.