Un imposible llamado perder en Nervión (2-1)

El equipo de Unai Emery suma su novena victoria seguida en casa en Liga, que allanó en los últimos minutos de la primera mitad y se complicó en la recta final del choque

16 ene 2016 / 18:08 h - Actualizado: 17 ene 2016 / 18:16 h.
"Fútbol","Primera División","Gameiro"
  • Carriço felicita a Gameiro, autor de los dos goles del Sevilla. / Manuel Gómez
    Carriço felicita a Gameiro, autor de los dos goles del Sevilla. / Manuel Gómez

El Sevilla comenzó la segunda vuelta del campeonato tal como quería: ganando y reforzando sus opciones de recortar la distancia de diez puntos que le separan de la zona Champions. No es ni será fácil, pero este equipo tiene amor propio y lo demuestra. La prueba más clara, este sábado ante el Málaga. En un mal día para lucirse, en un día en el que las cosas no salieron a pedir de boca pero donde recurrió a la calidad de un futbolista como Kevin Gameiro, autor de los dos goles, para decantar la balanza. Gotas de calidad arriba y fuerza en defensa. Orgullo a raudales para defender la renta cuando peor lo pasó y sumar una nueva victoria en el intratable Sánchez-Pizjuán, donde ha ganado de forma consecutiva sus nueve últimos choques.

El Málaga dibujó un partido incómodo al Sevilla gracias a su buena disposición sobre el césped, al trabajo de Camacho y Recio estando en todas y tapando a Banega, y a la calidad y fuerza de Amrabat, en lo que pareció ser su despedida antes de irse a la Premier. Circunstancias que permitieron al equipo de Javi Gracia ganar metros y agobiar a los hombres de Emery. Sólo cuando éstos lograron imprimir algo de velocidad al juego, el panorama cambió.

Velocidad... y calidad. Como la que permitió a Banega habilitar a Tremoulinas para que éste sirviera un balón de oro a Krohn-Dehli, aunque el danés perdonó el 1-0 pasada la media hora de partido.

Fue, en realidad, el aviso de lo que vendría poco después. Justo cuando Rami -cada día queda más claro si cabe que su fichaje fue un acierto- sacó con rapidez una falta desde su propio campo, puso la pelota a Kevin Gameiro sorprendiendo a propios y extraños y vio cómo éste batía a Kameni con una espectacular vaselina (40’).

Todo un golpe de mano a un partido difícil que, paradójicamente, un minuto y 40 segundos después asistió al segundo gol. Su autor, Gameiro. De nuevo él, el pichichi del equipo. Esta vez, tocando sutilmente la pelota tras una buena jugada por banda con centro de Vitolo.

En menos de dos minutos, el equipo de Emery recordó a todos su peligro, capaz de tumbar a cualquiera. Sobre todo, en el Sánchez-Pizjuán, donde ganar a este Sevilla se ha puesto realmente caro. Y si, además, juega con una renta de dos goles, a sus adversarios sólo les queda encomendarse al acierto y a que los espacios no le cuesten más caros todavía.

Fue precisamente lo que pudo pasarle al Málaga en la segunda parte. Con todo perdido, buscó meterse en el partido y creó serios problemas a los nervionenses mientras éstos aguardaban esa jugaba definitiva que pusiera la guinda al encuentro y certificase la victoria. La tuvo Gameiro, tras una dejada de Iborra -entró por Cristóforo- pero Welington impidió el hat-trick del francés (69’).

Ese tercer golpe de mano al partido se demoró y fue Charles quien lo dio, aunque para alegría del Málaga. El delantero brasileño cazó un balón en el área mal defendido en jugada ensayada -fruto de una falta inexistente- y los visitantes pusieron el marcador en un puño con algo más de veinte minutos por delante.

El encuentro se rompió. Emery dio entrada a Reyes por Banega -haber jugado el pasado martes se notó en las piernas de todos- y pidió a sus hombres que apretasen todavía más los dientes. No estaba el día para lucirse y el Málaga quería llevarse los puntos. Para desgracia local, Iborra vio una doble amarilla y el Sevilla se quedó con diez hombres en el minuto 83. Krohn-Dehli dejó su puesto y entró N’Zonzi. Había que defender el 2-1 como fuese mientras el juego se hacía cada vez más brusco -Boka fue expulsado por doble amarilla en la prolongación- y el público pedía la hora. Hasta el que árbitro pitó el final. No hubo brillo, sí puntos.

FICHA TÉCNICA:

Sevilla FC: Sergio Rico; Coke, Rami, Carriço, Trémoulinas; Krychowiak, Cristóforo (Iborra, m.64); Vitolo, Banega (Reyes, m.77), Krohn-Dehli (N’Zonzi, m.85); y Gameiro.

Málaga CF: Kameni; Rosales, Albentosa, Weligton, Boka; Amrabat (Santa Cruz, m.68), Recio, Camacho, ‘Chory’ Castro; Cop (Duda, m.53) y Charles.

Goles: 1-0, m.40: Gameiro. 2-0, m.42: Gameiro. 2-1, m.72: Charles.

Árbitro: Xavier Estrada Fernández (C. Catalán). Expulsó por doble amarilla al sevillista Iborra, que las vio en los minutos 81 y 83, y al malaguista Boka, en el 91 y el 92. Además, amonestó a los locales Coke (m.25) y Cristóforo (m.45), y a los visitantes Cop (m.29) y Camacho (m.57).

Incidencias: Partido de la vigésima jornada de la Liga BBVA, disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 40.000 espectadores, entre ellos unos 200 aficionados malaguistas. Césped en perfecto estado.