Agricultura

Una buena cosecha de remolacha en Sevilla y por qué los dueños de Primark lo celebran tanto

Esta campaña se han cultivado 3.000 hectáreas más que en la anterior con una producción "excelente" y se prevé que haya buenos precios

Una buena cosecha de remolacha en Sevilla y por qué los dueños de Primark lo celebran tanto

Clara Campos

Clara Campos

Hace más de 15 años, Associated British Foods (ABF), matriz del grupo textil Primark, se hizo con Azucarera, entonces en manos de Ebro Puleva. Pocos saben que la remolacha que se siembra en Andalucía, una gran parte en el Bajo Guadalquivir, la compran estos empresarios irlandeses. Este año, la cosecha será buena en las provincias de Sevilla y Cádiz, que venden la totalidad de su producción a Azucarera del Guadalete, situada en Jerez de la Frontera, de Azucarera Iberia S.L., la única que queda en Andalucía.

9.000 hectáreas sembradas

Este año, si bien no se ha llegado a los indicadores de aquella época, la campaña viene "tanto fenológicamente y radicularmente muy bien". Esto significa que tanto la batata como la hoja de la remolacha tiene "gran calidad porque no hemos tenido prácticamente incidencias durante estos meses, solo al principio por el cleonus, que obligó a resembrar unas 1.000 hectáreas", señala Carmelo Vidal Cordero, técnico de COAG-Sevilla en Lebrija.

En este sentido, explica que esta campaña -que comenzó en octubre para el secano y en noviembre el regadío- se han sembrado 9.000 hectáreas, frente a las 6.000 de la pasada. En concreto, a Sevilla corresponden 200 hectáreas de secano y 4.200 de regadíos, mientras que a Cádiz fueron 2.300 de secano y 2.300 de regadío.

Ya se han completado dos semanas de recolección, empezando por el secano, aunque hay máquinas que han empezado ya con las zonas de riego. La idea es que se molturen en la planta de Jerez de la Frontera una 8.000 toneladas diarias de remolacha. El final de la campaña se puede alargar hasta el 10 de agosto o incluso más, hasta el 20 o el 25 de ese mes, según pronostica COAG. La molturación se podría alargar porque hay más hectáreas y la remolacha viene más buena", pronostica Vidal.

Producción excelente

"Las lluvias que cayeron en Semana Santa y las dotaciones de riego, de 4.000 metros cúbicos por hectárea en este caso, han sido fundamentales para que la campaña sea buena", subraya Vidal, quien apunta a una "producción excelente". Además, el precio será más alto que la media de campañas anteriores. Así se prevé que se paguen entre 55 y 60 euros por tonelada de secano y unos 85-90 por hectárea de regadío. "La mejor campaña de los últimos años, teniendo además en cuenta que hemos padecido tres años de sequía persistente en los que las producciones han sido muy cortitas", añade.

Además, en esta ocasión la Azucarera de Jerez pagará a los agricultores sin tener en cuenta los descuentos y la riqueza del azúcar del cultivo, según el técnico de COAG-Sevilla, lo que hará que reciban un mayor montante. En campañas malas se han llegado a pagar 33 euros por tonelada, lo que da buen cuenta de la diferencia este 2024.

Cultivo en abandono

Más si cabe teniendo en cuenta que la remolacha era un cultivo "que se estaba abandonando en el Bajo Guadalquivir". Toda esta comarca históricamente estaba dedicada fundamentalmente a la remolacha y el algodón, aunque con el paso de los años se fueron introduciendo nuevos cultivos que han ganado gran peso en el Bajo Guadalquivir.

De hecho, este año no se han sembrado más hectáreas por el temor a la sequía que tenían muchos agricultores, que se han decantado por otras opciones. "Había muchos indecisos temiendo que, como en campañas anteriores, no hubiese dotaciones de riego, aunque eso este año no ha sido así gracias a las lluvias registradas", apunta.

Solo una azucarera en Andalucía

Hay que recordar que en los buenos años, se cosechaban entre 12.000 y 14.000 hectáreas de remolacha en el Bajo Guadalquivir. Cierto es que ahora solo queda una azucarera en Andalucía situada en Jerez de la Frontera -que supera el medio siglo de vida-, mientras que antes había otras repartidas por la comunidad para dar salida a esta producción, como las de San José de La Rinconada, Linares, Jédula o Guadalcacín, entre otras.

Esta situación ha llevado a que en algunas ocasiones, sobre todo ante bajadas de precios significativas, las organizaciones agrarias, y en concreto COAG, hayan denunciado el "monopolio" ejercido por Azucarera, quien ha negado siempre las acusaciones al esgrimir que en España había otros operadores que garantizan la plena competencia.