Minería

La Junta da la luz verde ambiental definitiva a la apertura de la mina de Aznalcóllar

El consejero de Medio Ambiente asegura que la Autorización Ambiental Unificada firmada este jueves tiene en cuenta que el proyecto cumple "con todas las garantías legales y técnicas"

El consejero de Minas recuerda que el actual plan de Minera Los Frailes no incluye balsas de lodo como la que reventó en 1998 y causó la catástrofe medioambiental

Corta de los Frailes

Corta de los Frailes / Jorge Jiménez

Clara Campos

Clara Campos

El Junta de Andalucía ha dado luz verde este jueves a la Autorización Ambiental Unificada (AAU), último escollo ambiental para que se vuelva a reactivar la mina de Los Frailes, en Aznalcóllar. El consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández Pacheco, ha asegurado que cuenta "con todas las garantías legales, técnicas y no supone ni la reapertura inminente de la mina ni mucho menos valora un proyecto ni siquiera parecido al que anteriormente se desarrollaba en ese territorio".

Después de este paso, y para que comience la denominada "fase de preparación" antes de comenzar la actividad minera, -que se iniciará previsiblemente en 2027-, quedan los últimos trámites que quedan son la resolución de autorización del proyecto de explotación y, por otro, una propuesta de plan de restauración, que la emitirá la delegación provincial de la Consejería de Industria, Energía y Minas, tal y como ha explicado el consejero del ramo, Jorge Paradela. Una vez en ese punto, ha añadido, se abre un trámite de audiencia para que la dirección general de Minas emita la resolución de autorización final.

Obras previas a la extracción minera

En definitiva, la mina podría reabrir para llevar a cabo esta fase de preparación previa a la extracción de mineral en el cuarto trimestre de este año para que, alrededor de tres años, comience la actividad minera. El proyecto prevé la creación de 2.000 empleos.

"La mina que provocó ese desastre no tiene nada que ver con el que ha sido sometido a la AAU. Es un nuevo proyecto que nace en 2013 con el consenso de todas las fuerzas políticas, conviene recordarlo", ha recalcado Fernández-Pacheco.

Una mina subterránea

En este sentido, ha hecho hincapié en que la diferencia más evidente es que se trata de una mina interior, "no una mina a cielo abierto" como la que provocó el desastre. "No tiene una balsa que pueda romperse", ha recordado.

Todo esto sucede algo más de 26 años después del desastre ecológico que provocó un daño medioambiental sin precedentes en la comunidad andaluza, amenazó Doñana y endureció la legislación europea respecto a esta actividad.

Hay que recordar que Minera Los Frailes (MLF) -sociedad participada de manera mayoritaria por el gigante del sector Grupo México- es la titular de los derechos mineros adjudicados en el concurso internacional de Aznalcóllar. Este miércoles, durante una visita realizada por El Correo de Andalucía al recinto, su director de Operaciones, Miguel Ángel González, vaticinaba que este mismo verano pudieran empezar ya a trabajar en las nuevas instalaciones necesarias para comenzar con la explotación minera en sí, una cuestión que se va a retrasar en dos o tres meses, según las previsiones realizadas este jueves por la Junta de Andalucía.

Operación minera

Por su parte, Paradela -durante el encuentro con medios de comunicación mantenido hoy por los dos titulares de las Consejerías implicadas en la nueva mina de Los Frailes- ha defendido que "la minería del siglo XXI no tiene nada que ver con la que la gente tiene en mente y el proyecto de Minera Los Frailes es completamente distinto porque es un proyecto de mina subterráneo, no a cielo abierto y el impacto va a ser mucho más reducido".

Además, ha recordado que no hay balsas de lodo como la que reventó en 1998 y que causó la catástrofe porque vertieron casi 7.500 millones de litros de lodos tóxicos y aguas ácidas cargadas de metales pesados que arrasaron los cauces del río Guadiamar y Agrio.

Dentro de la operación minera, ha continuado Paradela, está previsto que una parte de los residuos generados "se pondrán como relleno en el interior de la mina y otra parte se depositará en la antigua corta solo a efectos de restauración".

Gestión de los vertidos

En cualquier caso, las organizaciones ecologistas se oponen a la reapertura de la mina, de la que se volverá a extraer mineral previsiblemente en 2027. Este jueves, de hecho, Ecologistas en Acción ha reclamado "un nuevo análisis" científico y técnico en profundidad del vertido al río Guadalquivir del proyecto de explotación de la mina de Aznalcóllar (Sevillaa manos de la entidad Minera Los Frailes.

La organización insiste en que "el vertido tóxico es inherente en el proyecto", por lo que consideran que antes de revisar este extremo, no debe ser concedido ningún permiso.

"Si se llegara a un 0,75% de lo que permitido se para el proceso, por lo que jamás habrá un vertido por encima de lo permitido", ha defendido Fernández-Pacheco. "Si fuera un semáforo, antes de que llegara al ámbar, se pararía el vertido", ha abundado. El Plan de Vigilancia y Control del proyecto ideado por Minera Los Frailes contempla la recogida de muestras todos los días laborables en tres puntos del vertido para controlar el estado del agua.

La gestión del agua

Una de las cuestiones que más apremian es la construcción de una nueva planta depuradora que resuelva uno de los asuntos más controvertidos: la gestión del agua. Este tema ha traído consigo gran oposición tanto de grupos ecologistas como de partidos políticos, aunque desde Minera Los Frailes defienden que están trabajando especialmente en este punto para cumplir con todos los requisitos legales exigidos para garantizar que no se produzca otro desastre como el acontecido cuando la explotación de la mina estaba en manos de la sueca Boliden

"En primer lugar, hay que aclarar que este proyecto no tiene balsa de relave [lodos] o de tailing como la que se rompió en el 98; en segundo, que al proyecto actual llega agua contaminada que es necesario gestionar haya o no actividad minera y, en tercer lugar, que dicha depuración se va a hacer cumpliendo la normativa europea que está dentro de los estándares más exigentes del mundo y que habrá un plan de vigilancia y control gestionado por una empresa autorizada por la administración independiente, que va a controlar la calidad del vertido y la calidad del estuario todos los días durante el proceso de emisión", aseguraba a este periódico Enrique Olivas, gerente de Geología de Minera Los Frailes.

Infraestructuras hidráulicas

Las infraestructuras para la gestión hidráulica del proyecto supondrán un desembolso de 60 millones de euros -Aqualia es la preadjudicataria de la construcción de la planta de tratamiento de aguas de la mina, que tendrá que tratar 17,5 hectómetros cúbicos de aguas contaminadas-. Actualmente, el proyecto cuenta con una inversión total de 450 millones de euros.

Además, el proyecto prevé la construcción de una tubería de 30 kilómetros para llevar las aguas tratadas al estuario del Guadalquivir, a la altura del Estadio de la Cartuja, tal y como le exige la administración.

Paradela ha recordado además que el proyecto lleva intrínseco un programa de rehabilitación ambiental, que se realizará sobre 500 hectáreas, las antiguas cortas, las escombreras y los suelos contaminados. "Las cortas pasarán a ser lagos mineros naturalizados", ha indicado.

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