APOYA EL 'INFORME DRAGHI'

Telefónica sigue sin noticias de los planes de Arabia un año después de su irrupción como gran accionista

Álvarez-Pallete asegura que la saudí STC no ha trasladado a la compañía su intención de llegar al 9,9% o de sentarse en su consejo y dice “no tener constancia” de que haya pedido autorización al Gobierno.

“Vivimos una situación de esclavitud digital porque no sabemos lo que valen nuestros datos”, dice el presidente de la teleco sobre la cesión de los usuarios de su información digital.

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. / Club Siglo XXI

David Page

David Page

Un año después de la inesperada irrupción de Arabia Saudí como accionista de Telefónica, desde la cúpula de la teleco española se insiste en que no hay noticias directas de los planes de su nuevo socio. El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, asegura que Saudí Telecom (STC) no ha trasladado si su intención es seguir escalando en el capital de la compañía hasta controlar un 9,9% o si pedirá sentarse en el consejo de administración, y tampoco tiene conocimiento si la compañía saudí ha tramitado la solicitud de autorización ante el Gobierno español para crecer en el grupo. Un año después, nada.

“STC no ha manifestado nada desde que comunicó su entrada hace un año. Ni nos ha manifestado ni nos ha pedido nada nuevo”, ha explicado Álvarez-Pallete durante su intervención en un foro del Club Siglo XXI. “No somos conscientes de que STC haya registrado ninguna petición al Gobierno”, ha sentenciado. Saudí Telecom, controlada por uno de los fondos soberanos del Estado árabe, anunció hace justo un año su plan para alcanzar una participación del 9,9% en la teleco española, en una operación valorada en 2.100 millones de euros. Un plan por fases, con la compra directa del 4,9% y la toma mediante derivados financieros de otro 5% adicional que todo un año después aún están por ejecutar. La conquista saudí sigue sin completarse.

Para sobrepasar la cota del 5% o para tener presencia en el consejo de administración del grupo, STC tiene que obtener autorización expresa del Gobierno español por las vinculaciones de Telefónica con la seguridad y la defensa nacionales. Una petición de permiso preceptivo en virtud del denominado escudo antiopas que ni Arabia Saudí ni el Ejecutivo español confirman oficialmente que se haya producido, y que desde la dirección de Telefónica se dice desconocer. Fuentes del mercado apuntan que el proceso ya está en marcha y que el ‘ok’ probablemente con condiciones del Gobierno podría llegar próximamente.

La irrupción inesperada de Arabia Saudí en el capital -desvelada el 5 de septiembre de 2023- y su intención de convertirse en su mayor accionista han provocado otros movimientos que han revolucionado la gobernanza de la teleco y que han evidenciado el carácter estratégico que tiene el grupo para España. El asalto saudí aún no se ha completado, pero las reacciones al movimiento del ‘petroestado’ ha abierto una nueva etapa en la compañía con un nuevo núcleo duro reforzado de accionistas españoles.

Sin que Arabia haya completadao su plan, el Gobierno y Criteria, el brazo inversor de la Fundación La Caixa, decidieron movilizarse para blindar la autonomía y la españolidad de la teleco. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y Criteria controlan ahora participaciones accionariales del 10% cada uno -empatando con el paquete virtual que maneja Saudi Telecom- tras ejecutar compras en los últimos meses por un importe conjunto de casi 3.800 millones de euros con las que acorazar una compañía que se considera estratégica para los intereses nacionales por su vinculación con la defensa, la seguridad y la digitalización de la economía.

Apoyo al ‘informe Draghi’

Pallete ha aprovechado su intervención para aplaudir la orientación y las propuestas del informe elaborado por un equipo de expertos comandado por Mario Draghi, expresidente del BCE, para impulsar la competitividad de la economía de la Unión Europea. “Nos da mucha esperanza”, ha subrayado el presidente de Telefónica, que ha apuntado que algunas de las propuestas están alineadas con las reclamaciones que ha defendido la compañía en los últimos años sobre la regulación del sector, reclamando abrir la mano en las autorizaciones de fusiones o de impulsar una política industrial coordinada para poder competir de igual a igual con los gigantes tecnológicos y digitales de EEUU y China.

El ‘informe Draghi’, hecho público esta semana, alerta de que las tecnológicas y telecos europeas no tienen el tamaño suficiente para impulsar su propia tecnología e invertir lo suficiente para hacer frente a sus rivales norteamericanos y asiáticos, y poder competir así en el despliegue máximo de redes de banda ancha de alta velocidad y 5G, en materia de computación e inteligencia artificial y tampoco en la fabricación de microchips.

En este sentido, Draghi respalda muy explícitamente fomentar las fusiones entre compañías de telecomunicaciones -casi un anatema para Bruselas en las últimas décadas- relajando el corsé actual de la normativa de competencia, con el objetivo de reducir la debilidad del fragmentado sector de las telecos en Europa (con 34 operadoras con red y 351 operadores virtuales en la UE, frente las tres telecos con red y 70 virtuales de EEUU o las cuatro compañías con red y 16 virtuales de China). “Europa se está volviendo irrelevante porque tenemos reglas del siglo pasado”, ha sentenciado.

“Esclavitud digital” por regalar los datos

El presidente de Telefónica ha lanzado la voz de alarma sobre la necesidad de renovar el contrato social que sustenta las sociedades democráticas, y que no contempla cómo afrontar los nuevos retos sociales e individuales que representa la revolución digital y especialmente la inteligencia artificial. “Todo esto no va sólo de tecnología, va de ciencias sociales, de cómo queremos que esta revolución ocurra. “Estamos aceptando cosas en el mundo digital que no hacemos en el analógico. Estamos regalando nuestros datos a compañías tecnológicas porque no sabemos cuánto valen nuestros datos, que se han convertido en un nuevo factor de producción”.

Álvarez-Pallete ha denunciado que los ciudadanos viven en una situación de “vasallaje o de esclavitud digital porque no sabemos lo que valen nuestros datos”. “Nadie puede obligarme a que trabaje gratis, o a que tenga que regalar mi casa, o que ceda gratis mis acciones de Telefónica”, ha dicho, en contraposición a la cesión gratuita de los datos que hacen todos los usuarios digitales por usar aplicaciones.