Plan estratégico

CaixaBank prevé que su rentabilidad no baje del 15% hasta 2027 pese al recorte de tipos

El banco evita fijar una cantidad que espera repartir a sus accionistas en el próximo trienio, al contrario que hace tres años

El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar. / EUROPA PRESS

Pablo Allendesalazar

La bajada de los tipos de interés de referencia que ha iniciado el Banco Central Europeo (BCE) ante el descenso de la inflación y la debilidad de la economía de la zona euro penalizará los ingresos más básicos de los bancos en los próximos años, pero las entidades esperan compensarlo en buena medida incrementando su volumen de negocio y con los intereses que cobrarán de sus crecientes carteras de deuda pública. CaixaBank, así, ha anunciado este martes que prevé que su rentabilidad sobre el capital tangible sea de más del 16% a cierre de 2027 y superior al 15% de promedio en el periodo 2025-2027.

Se trata de un nivel inferior al 16,9% del pasado septiembre, cuando todavía no se habían notado prácticamente los efectos de las bajadas de tipos que el BCE comenzó en junio, continuó en septiembre y octubre, y prevé continuar en los próximos meses. Pero pese a ser inferior a la actual, la rentabilidad esperada en los próximos tres años es superior al promedio 2022-2024 (14%) y notablemente elevada respecto a lo que venía siendo habitual desde la Gran Crisis Financiera que estalló en 2008 hasta la crisis inflacionista de 2022. De hecho, es muy superior al 7% de media entre 2015 y 2018 y el 8% entre 2019 y 2021.

CaixaBank, así, ha anunciado este martes su nuevo plan estratégico para el periodo 2025-2027, que va a presentar este martes en Madrid el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, junto al director de planificación estratégica y estudios de la entidad, Enric Fernández. Al contrario que hace tres años, no estará en la cita el todavía presidente del banco, José Ignacio Goirigolzarri, quien hace unos días anunció su renuncia voluntaria al cargo. Será sustituido el próximo 1 de enero por Tomàs Muniesa, vicepresidente desde 2018 e histórico directivo del grupo La Caixa.

Al contrario que en el anterior plan estratégico, el banco no ha anunciado una cantidad con la que espera remunerar a sus accionistas vía dividendos y recompra y amortización de acciones (una operativa que aumenta el valor de los títulos sobrevivientes) en el conjunto del perioro entre 2025 y 2027. Hace tres años anunció 9.000 millones de euros, que el pasado febrero elevó a 12.000 millones gracias a la buena evolución del negocio por los tipos (cerca de 9.500 millones ya los ha desembolsado o comprometidos y el resto a anunciar en los próximos meses).

Resultados resistentes

El banco espera mejorar su rentabilidad pese a que sus ingresos solo subirán ligeramente (en un "único dígito bajo", según la jerga habitual de estos planes). Así, el margen de intereses (diferencia entre lo cobrado por el crédito y pagado por los depósitos) permanecerá plano: el impacto de la bajada de los tipos de referencia se verá compensado por el incremento del volumen de negocio (4%, frente al 2% del anterior trienio) y, sobre todo, la aportación de los intereses cobrados de la cartera de deuda pública. 

Se espera, por tanto, que la suavización de la política monetaria anime a los clientes a gastar e invertir: el plan prevé un aumento del 4% del crédito no moroso (0,5% en el trienio anterior). La buena evolución de la economía también debería conllevar un aumento del ahorro, con un alza del 4% de los recursos gestionados de clientes. En cualquier caso, el principal motor del crecimiento de los ingresos serán las comisiones (en torno al 5%) gracias tanto a la recuperación de las bancarias como a la pujanza de las de seguros y gestión de activos. 

Ello permitirá compensar en buena medida que los gastos subirán el 4%, en parte como consecuencia de la inflación de los últimos años (subidas salariales pactadas por convenio para compensarla) y en parte por la inversión en tecnología. De hecho, el ratio de eficiencia (relación entre ingresos y gastos) está previsto que se deteriore mínimamente, desde el 39,2% de septiembre a un nivel ligeramente superior al 40%. Sin embargo, la mejora final de la rentabilidad se verá apoyada por unas provisiones que permanecerán estables en un nivel bajo (0,3% del crédito) gracias a que la morosidad bajará del 2,7% al 2%.

Mejor de lo esperado

CaixaBank ha superado sobradamente los objetivos del anterior plan 2022-2024, en buena medida porque cuando lo presentó se esperaba que el euríbor subiera en el trienio hasta rondar el 2%, pero finalmente alcanzó una media del 2,7% y llegó a superar el 4% debido a que la inflación subió mucho más de lo esperado y el BCE tuvo que actuar en consecuencia. Para el próximo trienio, prevé que se sitúe de media en el 2,1%, un nivel inferior al precedente pero muy superior al previo a la crisis inflacionista (-0,3% entre 2019 y 2021).

El banco, así, preveía hace tres años mejorar su rentabilidad por encima del 12% y ha llegado al 17%, al tiempo que confiaba en mejorar su eficiencia (relación entre ingresos y gastos, mejor cuando más baja) por debajo del 48% y la ha bajado al 39,2%. Todo ello le permitió elevar su previsión de retribución a los accionistas hasta los 12.000 millones de euros el pasado febrero, desde los 9.000 millones anunciados inicialmente. 

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El plan estratégico de CaixaBank está en línea con lo esperado por muchos analistas. "Tras haber atravesado un período intenso de consolidación inorgánica (fusiones) durante la última década, creemos que la empresa operará a escala máxima, es decir, con una cuota de mercado del 25%. Creemos que, a partir de ahora, la narrativa se centrará en el crecimiento orgánico, la rentabilidad sostenible y los retornos de capital atractivos y constantes, con pocas distracciones en el camino y un riesgo a la baja limitado", indicaron hace unos días los analistas de Jefferies. 

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