Estados Unidos da la espalda a la aceituna negra española

La ITC (Comisión de Comercio Internacional) de EEUU determina que las importaciones españolas de aceituna causan daño a la industria californiana

10 jul 2018 / 17:19 h - Actualizado: 11 jul 2018 / 08:07 h.
"Aceituna de mesa","El futuro de la aceituna de mesa"
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Estados Unidos todavía no se ha olvidado del hundimiento del Maine. 120 años después del desencadenamiento del Desastre del 98, España ha vuelto a ser atacada por el Gobierno estadounidense. Esta vez no hay navíos de por medio, la batalla es comercial. Los misiles: aranceles. Y el objetivo es uno de los productos más apreciados por el consumidor estadounidense, las spanish olives, concretamente las negras que dan sabor a sus pizzas y que reinan entre sus recetas.

La Comisión de Comercio Internacional (ITC en sus siglas en inglés) abría fuego contra el sector después de confirmar los aranceles interpuestos por el Ejecutivo de Donald Trump al calor de una denuncia interpuesta hace algo más de un año por dos empresas californianas, a pesar de la petición de clemencia que hace una semana hacía el sector frente al consulado de Estados Unidos en Sevilla ante el mazazo de reafirmarse estas tasas. Tres de los cuatro miembros de la comisión consideran que las importaciones de aceitunas negras procedentes de España causan «un daño importante o son una amenaza para la industria californiana», según explicaba ayer la Asociación Española de Exportadores e Industrias de Aceituna de Mesa (Asemesa) en un comunicado. El cuarto, sin embargo, votó en contra del castigo arancelario.

No obstante, el sector está a la espera de que el tribunal detalle las razones que le han llevado a condenar a la aceituna negra, argumentos que se darán a conocer el próximo 24 de julio, cuando adopte su decisión formalmente. A partir de entonces, el Departamento de Comercio estadounidense deberá decidir si adopta la imposición de derechos por competencia desleal –de la investigación se extrajo que los exportadores españoles vendían aceituna a un precio inferior al valor del mercado de entre un 16,8 y un 25,5 por ciento– y en compensación por las subvenciones (procedentes de la Política Agraria Común) que recibe el sector español.

La decisión de la comisión viene a confirmar los aranceles impuestos por el Departamento de Comercio estadounidense del 20 por ciento por el procedimiento antidumping y del 14,75 por ciento por la antisubvención. Así, de media, las importaciones de aceituna negra de origen español estarán gravadas con un impuesto del 34,75 por ciento. En el caso de algunas de las tres empresas denunciadas (todas sevillanas), los aranceles oscilan entre el 30,05 por ciento de Aceitunas Camacho y el 44,47 por ciento para Aceitunas Guadalquivir, ambas de Morón de la Frontera. La principal exportadora de este producto, la rodense Agro Sevilla deberá asumir un impuesto del 32,91 por ciento.

El castigo a la aceituna negra sevillana tiene una duración de cinco años, prorrogables por otro lustro más, lo que condena al sector español a perder «la práctica totalidad» del mercado americano de aceituna negra y, por tanto, a su principal cliente fuera de nuestras fronteras. Hasta la fecha, las exportaciones de las black spanish olives habían caído por encima de un 42 por ciento (según datos de aduanas del primer trimestre del año). Por contra, productores turcos, egipcios y marroquíes no dejaron de ganar mercado.

Asemesa no está dispuesta a admitir la derrota de esta batalla comercial. La asociación de exportadores está dispuesta a agotar todas sus armas y recurrirá las resoluciones adoptadas ante los tribunales estadounidenses. Asimismo, insistirá a la Comisión Europea para que haga lo mismo ante la Organización Mundial del Comercio, ente que avala las ayudas europeas puestas en duda. En este sentido, el secretario general de Asemesa, Antonio de Mora, volvía a incidir ayer en que la Unión Europea «no debería permitir que las autoridades americanas cuestionen su modelo de desarrollo rural y de apoyo a la agricultura», motivo por el que le exige que «actúe inmediatamente tomando las medidas que sean precisas».

Desde Andalucía tienen claro el papel que debe de jugar Bruselas. Después de un año de conflicto, en el que la Unión Europea no ha mostrado gran interés, como sí hizo con el acero y el aluminio, el consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez Haro, reclamó a Europa que «ponga en marcha todos los mecanismos que estén a su alcance para paliar el daño que se va a ocasionar al sector de la aceituna negra de mesa por la imposición de aranceles de Estados Unidos». El titular de Agricultura insiste en que las medidas de Trump son un ataque frontal al modelo de ayudas europeas que «son y siempre han sido legales». Por ello, la propia presidenta de la Junta, Susana Díaz, pidió ayer una respuesta de todas las instituciones «desde la firmeza y la unidad».

Después de confirmarse el «previsible desastre», los responsables de las organizaciones agrarias insistieron en las nefastas consecuencias que va a tener la resolución para un sector puntero. Por un lado para el empleo y para la producción de hojiblanca, tal y como apuntaba el responsable del sector de Aceituna de Mesa de COAG Andalucía, Antonio Rodríguez. Por otro, para un sector que tras hacer grandes inversiones «ha tenido que parar incluso líneas y ejecutar despidos, como en el caso de Agro Sevilla», recordaba el presidente de Asaja Sevilla, Ricardo Serra.

Los representantes de los agricultores, al igual que la administración andaluza, insisten en el papel que deben de jugar ahora el Estado y, sobre todo, Europa para defender un sector clave en la provincia sevillana. El secretario general de UPA Andalucía, Miguel Cobos, ve dos vías para defender la industria ante la ofensiva estadounidense. La primera con un ataque frontal. «La Unión Europea debe tomar medidas de tipo arancelario con los productos de Estados Unidos que entran libremente en Europa, como la almendra, y que compiten con nuestras producciones», en opinión de Cobos. En segundo lugar, estaría la batalla ante los ojos de la Organización Mundial del Comercio, quien avala con la caja verde las ayudas sentenciadas, una vía que todos coinciden en que «va a ser larga», recuerdó Serra.

El presidente de Asaja Sevilla y el ministro de Agricultura, Luis Planas, coincidían ayer en que la confirmación de estos aranceles «sientan un precedente». Ahora se pone en jaque la aceituna negra española, pero puede extenderse a otros productos, pues lo que está en duda son las ayudas desacopladas de la Política Agraria Común. Un razonamiento que para el portavoz de COAG Andalucía es un sinsentido «pues si se ponen en duda las estrategias comerciales de la aceituna española, ¿por qué no se hace lo mismo con la griega o la italiana?».

Por primera vez, las críticas también se escuchaban dentro de la propia Comisión de Agricultura, cuya vicepresidenta, la socialista española Clara Aguilera, sigue a la espera del «respaldo decidido de la Comisión Europea al sector español de la aceituna de mesa», por lo que exige denunciar a Estados Unidos ante la OMC.

La Roda, sin aliento

Cerca de medio millar de familias en La Roda de Andalucía viven por y para la aceituna. De hecho, en sus dominios se levanta la principal exportadora de aceituna negra, Agro Sevilla, donde trabajan cientos de familias rodenses, y que el jueves pasado decidieron paralizar la actividad para defender ante el consulado su pan. Por eso, el alcalde de La Roda de Andalucía, Fidel Romero, al confirmarse «las peores noticias» volvió a recalcar que Estados Unidos está atentando directamente contra un producto que «genera riqueza y empleo».

Por ello, en unos días acudirán a la Embajada de Estados Unidos en España para invitar al embajador, Richard Duke, quien curiosamente en su carta de presentación aclamaba su amor por un país que le acogió en su etapa de estudiante, de la que disfrutó paradójicamente en Sevilla. Romero invita a Duke a que se pasee por su municipio y conozca de primera mano la importancia que tiene el olivar para su pueblo, que podría doblar su tasa de paro como consecuencia de la confirmación de estos aranceles.

Por el momento, no se ha hecho ningún llamamiento a salir a la calle, aunque para el presidente de Asaja Sevilla, lo importante ahora es «mantenerse unido (en el frente) y analizar las medidas para hacer presión en Europa». ~