Los proveedores de Abengoa alertan del «problema social» en juego

Afirman que la crisis afecta a 7.200 empleos indirectos y que la Junta –que no lo confirma– dará avales para afrontar créditos. La banca acreedora ya tiene el plan industrial, pero no el financiero

03 feb 2016 / 23:00 h - Actualizado: 04 feb 2016 / 10:42 h.
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  • Acto de constitución de la Asociación de Proveedores y Subcontratistas del grupo Abengoa, ayer. / José Luis Montero
    Acto de constitución de la Asociación de Proveedores y Subcontratistas del grupo Abengoa, ayer. / José Luis Montero

Horas después de que la dirección de Abengoa presentase a la banca acreedora su plan industrial, pero no su plan financiero –que lo aportará la próxima semana–, cientos de proveedores de la multinacional se unieron para defender sus intereses ante la propia empresa y los bancos acreedores en un acto hasta ahora inédito en la historia de los concursos y preconcursos de acreedores en España. Advirtieron del «problema social», de los muchos puestos de trabajo en juego y de la falta de información que impera en el proceso para que Abengoa no quiebre.

Según el promotor, Pablo Martín Pelegrín, cientos de empresas de varios países constituyeron ayer la Asociación de Proveedores y Subcontratistas del grupo de empresas Abengoa (Aprosab) para agilizar el cobro de las cantidades que les adeuda el grupo. Martín explicó a este periódico que se calcula que son 1.200 las empresas andaluzas afectadas por la crisis de la multinacional, lo que supone «con una media básica de seis empleados, que hay en juego más de 7.200 puestos de trabajo», a los que se suman los de la plantilla de Abengoa, con 4.500 empleos en Sevilla. «Es un problema social grave», incidió Martín, de la consultora EFC Group.

El impulsor de esta asociación también desveló que el Gobierno andaluz le trasladó que no pueden conceder créditos directos a las empresas proveedoras en aprietos, pero sí «facilitar avales, a través de instituciones como la agencia IDEA», que respalden la solicitud de créditos bancarios para asegurar la viabilidad de estas compañías e incluso afrontar las posibles quitas. No obstante, fuentes de la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio negaron que se haya producido reunión alguna con los proveedores, por lo que no confirmaron que la Junta o algún organismo de ésta vaya a ofrecer avales.

Desde la asociación de proveedores se subrayó la «nula» información facilitada por Abengoa, lo que les impide conocer en detalle las deudas con los proveedores y subcontratistas, más allá del anuncio genérico de que la multinacional adeuda unos 5.000 millones de euros. Martín detalló que el siguiente paso de la asociación será contactar con Abengoa, con las entidades financieras y con las administraciones para que las pequeñas y medianas empresas que atraviesan dificultades puedan garantizar su futuro a corto plazo, por lo que urgió a que les faciliten líneas de financiación.

Sobre este movimiento asociativo inédito en España (ni siquiera se dio en grandes concursos como los de Martinsa o Pescanova), indicó que la propia Abengoa «lo ve bien porque facilita el canal de comunicación, así lo interpretamos». «En cualquier proceso negociador no se negocia igual con uno que con cien. Aquí siempre ha habido dos patas bien identificadas, que han sido la banca y los bonistas, y había una tercera pata, que se mencionaba pero nunca se identificaba, que son los proveedores y los contratistas. Ahora tratamos de aglutinarnos para negociar con fuerza», defendió Martín tras apostillar que la plataforma podría aceptar una quita de la deuda de Abengoa. A renglón seguido, eso sí, matizó que ahora es prematuro especular sobre cualquier porcentaje, porque desconocen la cuantía exacta de la deuda y no se les ha facilitado el plan de viabilidad para reflotar el grupo.

Precisamente ayer Abengoa aportó a la banca acreedora su plan de negocio o industrial (definido por el equipo gestor del grupo y sus asesores Álvarez & Marsal y Lazard), pero no el plan financiero, con datos como su deuda sostenible o deuda capitalizable, y quedó, en un principio, en trasladarlo la próxima semana, indicaron fuentes financieras. Así pues, ya conocen el documento que incluye las desinversiones y lo que la compañía prevé mantener.

Fuentes cercanas a la multinacional sólo informaron de que la reunión, que tuvo lugar en Madrid, contó con la participación de todas las partes y se enmarcó dentro «del proceso natural y diálogo permanente» que existe. Ahora se abre esta fase de negociación con los acreedores sobre la reestructuración de la deuda y la obtención de los recursos necesarios para continuar su actividad, etapa que no será fácil, ya que los bancos ya han señalado que de entrada no contemplan ningún tipo de quita en la deuda.

Estas fuentes indicaron que la firma continúa concentrada en llevar a cabo «la máxima reducción posible de costes y gastos», con el fin de proteger el activo principal. Además, tiene abierto otro frente que prevé cerrar esta semana: el de la línea de liquidez de unos 165 millones de euros que necesita para cubrir las necesidades de la compañía durante el periodo del preconcurso de acreedores, que expira el 28 de marzo.