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Operarios instalando placas solares. / EFE
El COVID-19 ha traído consigo una lista innumerable de secuelas que afectan a la sociedad. Sin embargo, esta pandemia también nos ha permitido observar cómo los niveles de contaminación disminuían en nuestras ciudades, el agua volvía a ser transparente e incluso, veíamos animales salvajes por las calles debido a la disminución de actividad humana. En este sentido, uno de los datos que impresiona es el increíble aumento de las energías renovables (obtenidas de fuentes inagotables), que han inaugurado un récord (que no se esperaba hasta dentro de una década) y nos han demostrado que pensar en un futuro 100 por cien renovable es posible.
El dato más alto de electricidad generada mediante energías renovables (libres de CO₂) fue en marzo de 2020 con un 78,8 por ciento. Nunca se había registrado un porcentaje así en España. A esto se suma que, en abril, se alcanzó el máximo histórico de penetración diaria con un 70,9 por ciento. Según explican desde la International Energy Agency, la cantidad de energía obtenida mediante fuentes que respetan el medio ambiente (eólica y solar) alcanzó los 200 GW por primera vez en la historia. Y, además, BloombergNEF afirma que la inversión en transición energética y la generación de energías renovables alcanzó los 501.300 millones de dólares en 2020.
España destacó en energía solar, sobre todo, porque es el mercado solar sin subvenciones más interesante de Europa, afirman los datos de un informe de la consultora alemana Enervis. De hecho, la energía solar junto a la eólica contribuyó con el 90 por ciento de la capacidad renovable total añadida el año pasado. Todos estos datos son una forma de empezar a comprobar que sería viable, tanto de forma técnica como económica, suministrar las necesidades de electricidad con energías renovables. De esta forma, habría que combinar las tecnologías renovables disponibles (termosolar, fotovoltaica, eólica, hidráulica o biomasa) para que haya capacidad de producir lo necesario.
Entre los objetivos medioambientales de la Unión Europea hasta 2030 destaca que al menos un 30 por ciento de cuota tiene que ser de energías renovables. Además, con los objetivos medioambientales han demostrado que el sistema energético basado en energías contaminantes es inestable para el futuro por diversos factores, como es el aumento del precio de la electricidad generada. Según la consultora Lazard, las fuentes renovables serían las de menos coste en 2050 por el incremento de la fotovoltaica y la eólica.
Cambio climático, energías renovables y Andalucía
Los expertos en cambio climático de Naciones Unidas (IPCC) confirman que el ser humano está causando un calentamiento global sin precedentes: la atmósfera y el océano se han calentado, la cantidad de nieve y hielo ha disminuido y el nivel del mar ha aumentado. En parte, una de las principales causas del cambio climático son las emisiones de CO₂, provocadas por el sistema energético actual (quema de combustibles fósiles), por lo que es necesario darle protagonismo a las energías renovables, que poco a poco van sustituyendo a las energías convencionales.
Según la Agencia Andaluza de la Energía, Andalucía lidera en España el sector de la generación de energía eléctrica con biomasa, con 17 instalaciones que suman 273,98 MW, gracias al importante potencial del cultivo del olivar y sus industrias asociadas. Asimismo, esta región ha aumentado un 50 por ciento la potencia fotovoltaica en 2020 con respecto a 2019, y es la comunidad autónoma con más potencia instalada de energía termosolar, ya que, en Andalucía, se construyó la primera planta de esta fuente renovable.
El cambio está llegando. Las inversiones en el futuro también. Y las energías renovables no son más que una prueba de ello. Al igual que en Málaga ha circulado el primer autobús autónomo y eléctrico, sustituyendo así al autobús de Diesel o gasolina, es solo cuestión de tiempo que las energías renovables sean la ‘nueva realidad’ y cualquier otra opción sea inconcebible. El medio ambiente agradecerá ese momento.