Yolanda Díaz se escuda en Más Madrid para justificar su confianza en Errejón pese a la denuncia en 2023

La crisis desatada por el caso Errejón hace tambalearse el espacio a la izquierda del PSOE y salpica a todos los que forman o han formado parte de la coalición de Sumar. Los partidos apuntan unos a otros para sacudirse responsabilidades, empezando por la propia Yolanda Díaz, que compareció este lunes para hablar sobre la salida de su exportavoz parlamentario tras las denuncias por presunta agresión sexual, una de ellas ya judicializada. La vicepresidenta sacó pecho de su gestión al tiempo en que desvió el foco hacia Más Madrid por el episodio de junio de 2023, cuando una cuenta anónima en redes denunció tocamientos por parte de Errejón durante un concierto en Castellón. Una denuncia que Díaz conocía, según admitió, pero a la que dio carpetazo, justificándolo en que el partido de Mónica García "cerró la investigación".

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El sálvese quien pueda está siendo el eje vertebral del discurso a la izquierda del PSOE, donde Podemos comenzó este lunes apuntando a la responsabilidad de Díaz y asegurando haberla informado de aquella denuncia anónima, que llegó en plena precampaña de las elecciones generales donde los morados estaban dentro de la coalición, y en donde el Gobierno de Pedro Sánchez logró revalidarse. Este lunes fue la vicepresidenta segunda del Gobierno la que confirmó haber sido informada de este asunto, pero aseguró que desde el equipo de Más Madrid trasladaron que "se había cerrado la investigación y que el tuit se había borrado".

Sobre el episodio de 2023, Díaz ha asegurado que se le informó de los mensajes anónimos en redes y que "hablé con Ione Belarra y con Más Madrid", pero desvió la responsabilidad. "A nuestro equipo les contaron [desde Más Madrid] que la investigación se había cerrado", prosiguió, antes de señalar que, además, "mi equipo me comunicó que esta mujer había borrado ese tuit". Díaz se escudó en que "si hubiera tenido conocimiento de lo que supe el martes noche, habría actuado con la misma contundencia", justificando así su confianza en su hasta ahora portavoz parlamentario, al que ella misma aupó pese a las fuertes dudas que despertaba su vida personal.

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Hasta el momento, Más Madrid ha sido la única organización que ha asumido responsabilidades por aquel episodio, con el cese de la diputada madrileña, Loreto Arenillas, por encubrir a Errejón en verano del año pasado. Mientras, Sumar convocó el sábado una rueda de prensa donde su portavoz, Ernest Urtasun, compareció rodeado de otras tres mujeres para disculparse y donde se anunció un curso de feminismos "obligatorio" para todos los cargos del partido.

Díaz se arroga el cese

La dirigente compareció este lunes a última hora en el Consejo de los Diputados tras una reunión del grupo parlamentario para sacar pecho de su gestión, y arrogarse la responsabilidad del cese de Errejón: "Actuamos con contundencia y prontitud", comenzó, antes de asegurar que "le expulsamos de todas sus responsabilidades públicas" y que ella misma le pidió el acta, mostrando su malestar porque el ya exdiputado publicó el jueves "unilateralmente" el comunicado anunciando su dimisión.

La dirigente se situó como protagonista de los hechos, asegurando que después de conocer las denuncias el pasado martes noche tuvo "una de las conversaciones más difíciles de mi vida", en la que "me reconoció actitudes machistas y vejatorias contra las mujeres". La vicepresidenta se presentó también como una víctima de los daños colaterales, asegurando que conocía las consecuencias de su "dureza", tras pedir su salida "directamente" y "sin expediente administrativo" previo.

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"Sabía que pedir de forma inmediata la expulsión de Iñigo Errejón de sus responsabilidades iba a suponer una crisis", comenzó, antes de defender que "lo volvería hacer una y mil veces". La gallega trató de emerger como un referente moral, asegurando que "entre la impunidad y cualquier crisis política, siempre voy a escoger la segunda, cueste lo que cueste y caiga quien caiga".

La vicepresidenta aprovechó también lanzar un mensaje que podría tener distintos destinatarios, desde el PP hasta Podemos. "Sé bien que habrá partidos que aprovechen este drama para sacar rédito político, yo no lo voy a hacer". La gallega pidió "disculpas" y dijo ser consciente de que se había "quebrado la confianza", al tiempo en que se puso a disposición de las posibles víctimas, abriendo también la puerta a que Sumar se personara como acusación particular en futuras denuncias contra su exdiputado.

Díaz habló después de volver de cuatro días de viaje oficial en Colombia; un viaje al que acudió pese a conocer la situación de Errejón y tras haber pedido su dimisión el mismo miércoles, según relató ella misma. "Atendí mi agenda internacional y gestioné directamente y personalmente esta crisis", se justificó la dirigente al ser preguntada.