CHOQUE CON EL LÍDER MADRILEÑO

El PSOE se resigna a que Lobato acuda al congreso y aplaza la "guerra" hasta las primarias

El secretario general del partido en Madrid denunció esta mañana un “linchamiento” por parte de “algunos miembros” de su partido y dejó claro que no dimitirá

Lobato: "Estoy preocupado con el linchamiento que ha habido por parte de algunos dirigentes de mi partido"

Sara Fernández

La indignación en Ferraz es mayúscula. La frase más repetida entre dirigentes de la cúpula socialista es que “no se entiende nada” sobre las decisiones del secretario general del PSOE en la Comunidad de Madrid. Ni sobre las razones que lo movieron a llevar ante un notario una conversación personal con una compañera de partido, en referencia a sus mensajes con la jefa de gabinete del ministro Óscar López sobre la filtración de los correos entre la Fiscalía y el abogado de Alberto González Amador, novio de Isabel Díaz Ayuso, ni sobre sus explicaciones posteriores. Tras enrocarse este martes al frente de la federación madrileña, en Ferraz avanzan que no intervendrán ni abrirán ahora una “guerra”.

A las puertas del congreso federal que se celebrará este fin de semana en Sevilla, en la dirección federal explican que el futuro de Lobato se sustanciará en primarias. Será la militancia la que ponga las cosas en su sitio, explican, dando a entender que se involucrarán para poner al frente de la Secretaría General a un peso pesado. En los últimos días se ha especulado con el ministro Óscar López, a quien precisamente habría señalado de forma indirecta el barón socialista.

La orden de no intervenir y dejar que todo se sustancie en primarias, a diez días de que se registren las precandidaturas, supone también que en el PSOE se resignen a que Lobato acuda al congreso federal como cabeza de la delegación madrileña. “Los 89 delegados ya están elegidos”, subrayan desde Ferraz para insistir en que no actuarán para provocar su cese o revocación. Al menos, por el momento.

Lobato ha denunciado esta mañana durante una comparecencia en la Asamblea de Madrid un “linchamiento” por parte de “algunos miembros” de su partido y ha dejado claro que no piensa marcharse. Pero también ha extendido las sospechas. "Si lo que se me dijo esa mañana era verdad no veo cuál es el problema en acreditar el origen lícito, qué problema hay", se ha preguntado antes de avisar: "Vista la reacción de algunos dirigentes del partido parece como si se dudara de lo que se me dijo".

El secretario de Organización, Santos Cerdán, le ha retado después a que diga de parte de quién provienen esos linchamientos. Sobre su asistencia al congreso federal, el número tres de los socialistas ha añadido que resulta “lógico” que acuda. “Nosotros como dirección federal no vamos a entrar”, ha añadido en declaraciones en el Congreso. 

Llamada a Santos Cerdán

Fuentes de la dirección socialista explican que el domingo, horas antes de que el diario ‘ABC’ desvelara que a principios de mes había acudido en solitario al notario para dejar constancia de sus mensajes con Sánchez Acera, Lobato llamó a Cerdán para explicarle lo que iba a pasar. La sensación de “no entender nada” por parte del secretario de Organización fue absoluta. Las mismas fuentes añaden que el líder del PSM no ha avisado este martes del contenido de su contundente declaración en la Asamblea de Madrid.

Lobato ha defendido que levantó el acta notarial para defender de los “bulos” y la “desinformación” que achaca al PP de Ayuso, para tener así un “seguro” ante posibles ataques al PSOE de Madrid sobre supuestas filtraciones sobre el novio de la presidenta madrileña. El secretario general de los madrileños ha rechazado, en el mismo sentido, que con este gesto pretenda sugerir que en otros ámbitos ha podido haber un uso indebido de documentos secretos: “Para nada”.

La pelota, en el PSM

Pero la falta de prisas para descabezar a Lobato del liderazgo de los socialistas madrileños no implica que el Gobierno y la dirección del PSOE consideren que tiene alguna posibilidad de mantenerse en el puesto. Al contrario. “Está atrapado”, señala un ministro del núcleo duro de Pedro Sánchez. “No entiendo que vaya al notario a registrar una conversación con un compañero de partido”, añade un dirigente con mucho peso en la ejecutiva del partido.

Ferraz, de momento, pone el foco en el PSM, que iniciará el proceso de primarias tras el congreso de Sevilla, con la votación de los militantes fijada en la primera quincena de enero. “La dirección federal no va a hacer nada. No vamos a actuar. No tiene sentido meternos en una guerra a tres días del congreso”, señalan fuentes de la cúpula del partido, donde se da por hecho que Lobato acudirá a un cónclave que se había diseñado para que no hubiera apenas ruido orgánico. “La delegación del PSM ya está elegida y la encabeza su secretario general”, continúan los mismos interlocutores.

Declaración en el juzgado

De momento, los principales dirigentes del PSOE y el Ejecutivo, empezando por la vicepresidenta primera y vicesecretaria general, María Jesús Montero, evitan a toda costa respaldar a Lobato, y ponen el foco en Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso, que filtró que la Fiscalía había ofrecido un acuerdo al novio de la presidenta madrileña, cuando en realidad fue su abogado quien reconoció los delitos y pidió un pacto. El ministerio público aclaró después estos extremos, dentro de un movimiento que ha supuesto la imputación del fiscal general, Álvaro García Ortiz, por presunta revelación de secretos. 

Mientras tanto, distintos dirigentes de los socialistas madrileños empiezan a mover sus fichas en público. El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, le ha exigido este martes explicaciones "más sólidas" por las "graves y delicadas decisiones" que ha adoptado en las últimas semanas. Y la portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, la exministra Reyes Maroto, le ha acusado de “falta de lealtad”, exigiéndole que se someta a una cuestión de confianza dentro de la federación.

La fecha clave será este viernes, cuando Lobato acudirá como testigo al Tribunal Supremo, dentro de la causa por presunta revelación de secretos. La dirección socialista teme que el todavía líder del PSM, que esta mañana ha insinuado que el Gobierno le mintió, vaya mucho más allá en su declaración judicial. “De momento, se ha hecho la víctima. Solo ha sembrado dudas, sin acusar claramente. Pero quizá el viernes sí lo haga”, explica un relevante miembro del Ejecutivo.

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