Aldama llega al Supremo con el objetivo de desmontar la defensa de Ábalos

Con un fin de semana de por medio desde que José Luis Ábalos negara ante el Tribunal Supremo el cobro de comisiones o la pertenencia a ninguna trama de adjudicación fraudulenta de contratos, el empresario Víctor de Aldama declara este lunes en calidad de investigado también ante el magistrado de alto tribunal Leopoldo Puente, frente a quien tratará de demostrar las acusaciones que ya vertió contra el exministro en su primera confesión en la Audiencia Nacional logrando su puesta en libertad.

Pese a que Aldama trató de confirmar su versión mediante la entrega determinados documentos a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo la pasada semana, la realidad es que sus acusaciones aún no se han visto refrendadas y, en muchos aspectos, están pendientes del resultado del volcado de uno de los teléfonos que le fueron incautados por la Guardia Civil y que se encuentra en poder de un tercer juez, que le investiga por su implicación en un fraude de hidrocarburos. De momento, el magistrado Puente no ha dado el visto bueno a esa diligencia, con lo que Aldama acude a su declaración contando únicamente con sus propias manifestaciones y nuevos papeles que pueda entregar para demostrarlas.

Fue el pasado 21 de noviembre cuando el comisionista puso patas arriba la política nacional rompiendo el silencio que mantenía desde el estallido del denominado caso Koldo el pasado mes de febrero. En sus declaraciones ante el primer instructor de la causa, Ismael Moreno, realizadas a petición propia, explicó cómo conoció al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y con quién repartió comisiones por el pelotazo de los contratos de compra de mascarillas por parte del Ministerio de Transportes con el que comenzó la investigación.

Los "disparos" de Aldama

Los "disparos" más potentes fueron los utilizados para apuntar al pago de comisiones en efectivo, entre ellos al propio Ábalos. El jefe de Koldo García habríapercibido 650.000 euros, de los que 250.000 se deberían al pelotazo que la trama percibió con la venta de mascarillas. A ellos habría que sumar el disfrute de un chalé con un valor de medio millón de euros en la Costa del Sol y el pago de casi 90.000 euros del alquiler de un piso en la Torre de Madrid para Jesica R.G., con la que mantenía una "relación particular" según los propios investigadores.

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También habrían cobrado en efectivo --unos 300.00 euros-- el asesor ministerial Koldo García, que fue la persona que le permitió introducirse en los círculos de poder a través del ministerio de Transportes. Otros destinatarios de los pagos habrían sido el actual secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán --15.000 euros-- y el jefe de gabinete de la ministra María Jesús Montero --25.000 euros--.

Por otra parte, el considerado nexo corruptor de la trama Koldo detalló que fue el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el que quiso conocerle personalmente para agradecerle su actividad en México a favor de empresas españolas en relación con contratos ferroviarios. Por este motivo, según dijo, acudió en 2019 a un acto político en el que se presentaba al candidato del PSOE a la Alcaldía madrileña, día en que se hicieron la foto en la que aparecen juntos. 

Otro punto de la confesión de Aldama que atañe directamente a Ábalos es el relativo al verdadero conocimiento que tuvo de las circunstancias que rodearon la llegada al aeropuerto de Barajas en enero de 2020 de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez. Según Aldama el Gobierno "estaba enterado" e incluso se había pensado en una cena con la presencia de ministros, como Ábalos, Fernando Grande-Maslaska, Teresa Ribera, Salvador Illa y hasta la entonces fiscal general del Estado, entonces María José Segarra.

Aunque la investigación de la Guardia Civil ya apuntaba sólidos indicios de la intervención de Ábalos y de Aldama --como lobista de parte de Globalia-- en la gestión del rescate a Air Europa, en su hasta ahora única declaración el empresario incluyó a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. También situó en la reunión clave para la obtención de esta ayuda de 475 millones la que fuera responsable de la cartera de Economía, Nadia Calviño; el presidente de la SEPI, Bartolomé Lora Toro; el entonces secretario de Transportes, Pedro Saura, y el propio Ábalos. Todo ello con "conocimiento" del presidente, Pedro Sánchez. 

Aportación de prueba

Dos semanas después de su declaración en el caso Koldo en la Audiencia Nacional, que le sirvió para su excarcelación en otro procedimiento sobre fraude en los impuestos de los hidrocarburos, el abogado de Aldama, José Antonio Choclán, acudió al Tribunal Supremo para aportar lo que el comisionista ha calificado como “pruebas”.

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En concreto, entregó un contrato de alquiler de una vivienda situada en el Paseo de la Castellana de Madrid que según explicó Aldama sería una "garantía en favor de José Luis Ábalos del cumplimiento del compromiso por parte de determinadas constructoras de abonar comisiones si resultaban adjudicatarias de determinados contratos públicos", que estarían "preadjudicados, esto es, decididos antes de su licitación".

Pese a reconocer que Ábalos nunca ocupó la casa, el presunto cabecilla de la trama aportó un listado de 128 contratos públicos que se habrían adjudicado a constructoras próximas a Koldo García Izaguirre por un importe total de 54 millones de euros entre 2018 y 2021. El documento, que según Aldama dijo en la radio colombiana ‘W’ se lo entregó Koldo, incluye notas manuscritas que afirma que podrían ser del exministro o de su asesor.

También confesó en un escrito de 37 páginas que ingresó dos "comisiones" de casi 100.000 euros, de las empresas Levantina Ingeniería y Construcción y Grupo Azvi. Aldama dijo que estos pagos se habrían realizado gracias a su intermediación para que estas empresas obtuvieran adjudicaciones millonarias del Ministerio de Transportes, entonces dirigido por José Luis Ábalos. Finalmente, aportó al alto tribunal una carta, de fecha de 26 de julio de 2019, en la que el ex secretario general del PSOE le acredita ante el opositor venezolano Juan Guaidó como "enlace" en las relaciones que el Gobierno de Pedro Sánchez quería establecer con la oposición a Nicolás Maduro, tal y como aseguró Aldama en la Audiencia Nacional.