Sucesos

Al menos cuatro muertos, 19 desaparecidos y 14 heridos en el peor incendio de Valencia

El fuego, que devoró en menos de una hora dos torres con 138 viviendas en Campanar, pudo tener un origen eléctrico y se propagó a una velocidad inusitada por el material aislante para fijar las placas de aluminio que revestían la fachada

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  • Los bomberos continúan trabajando este viernes en la extinción del incendio. / F.Calabiug
    Los bomberos continúan trabajando este viernes en la extinción del incendio. / F.Calabiug

Al menos cuatro personas muertas, 19 desaparecidas, que los bomberos dan por fallecidas ante la nula posibilidad de supervivencia y 14 heridas, seis de ellos bomberos, alguno en estado grave, es el balance provisional del peor incendio que ha vivido la ciudad de Valènciay que ha reducido a la estructura esqueletizada dos torres con 138 viviendas en el barrio de Campanar en los que residían más de 400 personas.

Aunque las cifras son provisionales y cambiantes, se estima que el número de desalojados es superior a los 150, que han sido realojados en hoteles de la ciudad.

Al menos cuatro muertos, 19 desaparecidos y 14 heridos en el peor incendio de Valencia
Uno de los bomberos intoxicado con humo recibe atención sanitaria. | F.B/G.C./M.Á.M./A.I.

El incendio, que ha sido detectado en una vivienda de la puerta 86, en la octava planta, sobre las 17.15 horas se ha propagado por la fachada de una manera dramática en apenas 20 minutos, convirtiendo el primero de los edificios, de 14 plantas, en una auténtica tea envuelta en humo negro visible a varios kilómetros de distancia.

Distintas fuentes apuntan a un posible origen eléctrico del siniestro, cuya propagación, casi con toda seguridad, obedece al empleo de un material altamente inflamable, el polietileno, para fijar las placas de aluminio que revestían la fachada.

Al menos cuatro muertos, 19 desaparecidos y 14 heridos en el peor incendio de Valencia
Uno de los drones, tomando imágenes del interior del edificio siniestrado. | F.B/G.C./M.Á.M./A.I.

Uno de los momentos más agónicos se han vivido al detectar la presencia de una pareja en el balcón de su piso, en la séptima planta de la segunda torre en arder, haciendo señales al verse atrapados por las llamas, que en ese momento ya consumían las viviendas inferiores y las superiores, y mantenían a salvo las de su nivel por razones que se desconocen.

Totalmente fuera de control

Vecinos atrapados en viviendas ubicadas en pisos más bajos habían optado, en los primeros momentos, por saltar a la colchoneta desplegada por los bomberos ante la fachada, pero en las plantas superiores la situación era cada vez más desesperada. Los bomberos aconsejaron a esas personas que se refugiaran en puntos seguros de sus casas, que no abriesen ventanas y protegiesen las viviendas con toallas mojadas para frenar la entrada del humo.

La mayor parte del vecindario, por fortuna, pudo salir a tiempo gracias a que el conserje, alertado por una inquilina de que había fuego en uno de los pisos, fue avisando puerta por puerta y conminando a los residentes a abandonar el edificio lo antes posible.

En apenas unos minutos, numerosas patrullas de la Policía Nacional, de la Local y todos los efectivos disponibles de los bomberos municipales de València, con la colaboración de los de los parques de Burjassot, Paterna y Torrent del Consorcio, se desplegaron en torno al edificio.

Los bomberos tuvieron serios problemas para atacar el fuego, que en ese momento estaba totalmente fuera de control y envolvía el edificio entero. La prioridad era salvar vidas, por lo que todos los esfuerzos se dirigieron en esa dirección, dado que en ese momento ya era imposible controlar o atajar el fuego, con llamas de varios metros de altura.

Así, desplegaron el vehículo de altura para salvar a la pareja atrapada en la séptima planta, pero la cesta no conseguía aproximarse lo suficiente y el chorro del agua, en ese instante, no podía llegar al balcón de los jóvenes porque las fuertes rachas de viento y el calor desviaban el agua.

El esperado rescate

Los bomberos hicieron señales a la pareja para que huyese del fuego hacia su derecha, saltando de balcón en balcón. Una vez llegaron al extremo del edificio, movieron la escalera de altura, que en ese punto ya pudo aproximarse lo suficiente como para remojar constante y tenazmente tanto el balcón donde estaba refugiada la pareja como el piso inferior, poniéndolos a salvo del fuego y del calor. Cuando el bombero, que sin relevo alguno mantuvo el chorro constantemente dirigido hacia los jóvenes durante una desesperada hora, les pidió una barra de hierro con la que, tras varios envites, logró fracturar el cristal de cierre del balcón y rescatar a ambos a través del hueco.

Para entonces, la Policía Local ya había montado una mesa en el hospital de campaña levantado al pie del edificio, donde fue haciendo recuento de todos los vecinos presentes y recogiendo las llamadas de quienes buscaban sin éxito a sus allegados. Conforme fue avanzando la noche, el presagio de que estaban ante una tragedia de grandes dimensiones cobraba fuerza: más de una veintena de personas, entre ellas una niña de 9 años, no eran localizados en ningún sitio. Solo podían estar dentro del inmueble.

Además, la Policía Local habilitó un número de teléfono para atender a los familiares de las personas afectadas por el incendio: 690 167 830.

Anoche aún había llamas

Los bomberos, con la ayuda del batallón de la UME de Bétera, ya habían decidido que solo cabía refrigerar el esqueleto de lo que fueron las torres para poder entrar lo antes posible y rescatar a las víctimas mortales. Dado que el calor y la falta de estabilidad en una estructura sometida a altísimas temperaturas durante horas impedía el acceso al interior de edificio, donde al cierre de esta edición aún había llamas, los bomberos volaron sus drones para iniciar el rastreo en busca de posibles cadáveres.

El primero fue encontrado en una vivienda de la octava planta. Tres más en balcones y en la azotea. Ya había cuatro cadáveres confirmados.

Es solo el principio: dadas las dantescas imágenes de destrucción absoluta captadas por las cámaras de los drones, los bomberos informaron de que daban por muertas a las 19 personas que aún permanecían desaparecidas anoche.

A partir de hoy, una vez que se considere segura la edificación y se descarte el riesgo de derrumbe, esos cuerpos empezarán a ser rescatados y trasladados al Instituto de Medicina Legal de València, que desde ayer tiene preparado el protocolo de grandes catástrofes.