El cáncer mata. Luchemos la vida
A la memoria de Ernesto José Carrasco Santos (1957-2023)
Juan-Carlos Arias
La página de #Infraganti no es ajena a la muerte. Varios capítulos detallaron incidencias del cementerio, sobre asesinatos impunes, injusticias clamorosas o hechos insólitos sobre difuntos. La muerte natural tiene hueco aquí. Los expertos (SEOM) repiten que en 2040 habrá un 49,2% de cáncer, sobre unas 28.997.577 personas diagnosticadas en el mundo. Pero el cáncer no las llevará a la tumba.
La longevidad humana favoreció, junto al avance científico, luchar esta enfermedad. Hábitos saludables son claves para evitarlo o retrasar su irrupción para relativizar la vida humana.
Pero debemos ceñirnos a los datos de mortalidad en España que proporcionó la OMS (Organización Mundial de la Salud) a finales del 2022. Según sus estadísticas, el 26,4% de las defunciones en el año 2021 se debieron a enfermedades cardiacas, el 25,2% a tumores y el 10,2% a enfermedades infecciosas. Otras patologías tuvieron menor letalidad.
¿Qué es el cáncer?
El mal radica en células anormales que se multiplican sin control e invaden los tejidos cercanos. Lo hacen a través del sistema sanguíneo o linfático. Hay varios tipos de cáncer: carcinoma (empieza en la piel o tejidos que revisten o cubren órganos internos), sarcoma (se inicia en hueso, cartílago, grasa, músculo, vasos sanguíneos u otro tejido conjuntivo), leucemia (afecta tejidos que generan células sanguíneas), linfoma y mieloma (afecta a células del sistema inmunitario) y neoplasia (al sistema nervioso central).
El término metástasis se refiere al cáncer que se propaga a otras partes del cuerpo. Los cánceres avanzados son los más irredentos. Ni hay opción de curarlos, ni de controlarlos con tratamiento. La vacuna del cáncer, repetimos, lleva años investigándose. ¿La conoceremos finalmente?
Entre los cánceres más comunes, las tumoraciones se concentran en los de mama (12,5%), pulmón (12,2%), colo-rectal (10,7%), próstata (7,8%), estómago (6%), hígado (5%), cuello uterino (3,3%) y esófago (3,3%). Menores cifras dan los cánceres de tiroides, vejiga, páncreas, leucemia, riñón y útero, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) que ratifican sus compañeros de la Sociedad Española de Radiología Radioterápica (SEOR)
El cáncer en España
Tras padecer la humanidad el devastador Covid19, el cáncer es otra pandemia, y más silenciosa. Está matando, cada día, a 300 personas en territorio patrio. Como consecuencia de las vulnerabilidades de la sanidad pública y privada que afloró el Covid, el 80% de los hospitales redujeron su actividad en oncología. Se debió a la llegada del coronavirus a nuestras vidas. Las prioridades clínicas eran salvar las vidas más amenazadas.
El caos del Covid habla por sí solo: dejaron de diagnosticarse entre el 25% y el 30% de nuevos casos de cáncer. Es decir, miles de personas solo en España. La detección precoz de este mal salva al año la vida de más miles de personas. No se hizo como debería, y en los plazos aconsejables. Los profesionales no niegan que la incidencia del cáncer creció por este motivo. No se descarta que ese ascenso no decrezca en plazos medio y largo.
La investigación oncológica, otra herramienta esencial para combatirlo, también sufrió un gravísimo golpe. Estuvo paralizada, especialmente durante los pasados años 2020 y 2021. Los datos de supervivencia ante el cáncer euforizaban años atrás. Del 25% en los años sesenta se pasó a un 57%, o incluso un 90% en algunas tipologías oncológicas. Tras los meses de parón, desde febrero-marzo de 2020 hasta casi nuestros días, es muy difícil financiar, retomar o emprender muchos proyectos investigadores, farmacológicos y asistenciales de un mal cuyo nombre de por sí asusta.
Se añade al mejorable panorama que numerosos pacientes oncológicos y familiares sufrieron un revés económico, de empleo y psicológico del que no habrían salido. Lo ratifica Ramón Reyes, Presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el colectivo más dinámico y proactivo para combatir los efectos del cáncer, prevenirlo e investigarlo. Sus casi 560.000 socios, junto a entes públicos y privados, financian proyectos, talleres, campañas y ayudas de toda clase en prácticamente todas las provincias españolas.
Curar el mal
Frente a los mitos y tabúes existentes, varios tipos de cáncer tienen prevención objetiva, minimización y hasta una mejora para evitar posibles recaídas. Las tipologías oncológicas para los que existen tratamientos más eficaces, especialmente en las fases iniciales, son los de mama, colon, recto, testículos, próstata, ovarios y algunos sarcomas. Los ubicados en el sistema digestivo (páncreas, hígado, esófago, estómago...) son los más silentes en cuanto a síntomas, pero más voraces cuando se visibilizan en los diagnósticos.
Según el Dr. Cubedo (Clínica Universitaria Puerta de Hierro-Madrid) hablar de curación exige contemplar varios escenarios: cánceres con cirugía detectados antes de diseminarse por el cuerpo, cánceres en los que quimio o radioterapia aumentan probabilidades curativas postoperatoria y los tumores malignos curables, aunque estén diseminados.
Este oncólogo no niega que cualquier cáncer -que no sea sanguíneo- puede extirparse o curar si se diagnostican antes de esparcirse por el cuerpo. La consabida profesionalidad de los sanitarios (médicos de atención primaria, especialistas y enfermería, sustantivamente) hace el resto.
La investigación celular, ensayos clínicos, transfusiones, apoyo psicológico y familiar ante un mal que cambia la vida a cualquiera, entrañan otras herramientas que quienes padecen el cáncer suelen considerar para superar esta adversidad. Contemplar el cáncer como un reto del que salir airoso también ayuda. Es ver al muro una escalera, o que puede saltarse. O bien que hacerle un túnel ilumina más vida.
Prevenga, desafíe el cáncer
Lo repetimos. El cáncer es un desafío que se supera, ahora más que nunca. Durante el siglo XX la ciencia avanzó tanto como en todas las centurias precedentes. Y el cáncer, que ya conocían en la civilización egipcia, es una patología que, actualmente, se conoce mejor. Poco a poco se le reta para laminarlo.
Seguidamente, detallamos algunas pautas preventivas, fáciles de realizar y asequibles para cualquiera, que evitan el cáncer como inquilino del cuerpo:
1. No fumar. El tabaquismo se vincula por la ciencia a varios cánceres (pulmón, boca, garganta, laringe, páncreas, vejiga, cuello del útero y riñón). Inhalar humo ajeno aumenta, inclusive, el riesgo de cáncer de pulmón. Estar lejos del tabaco previene, objetivamente, este mal. Hay tratamientos muy avanzados para dejar de fumar o para los más implicados en este consumo.
2. Dieta saludable. Ingerir alimentos garantiza la prevención oncológica. Comer frutas, verduras y cereales integrales. Limitar la ingesta de azúcares refinados y grasas de origen animal es ideal para mantenerlo a raya. Moderar el consumo alcohólico, minimizar el de carnes procesadas y apostar por la ‘dieta Mediterránea’ añadiendo porciones de frutos secos redondea el plan alimenticio. Pescado mejor que carne, esa es otra verdad.
3. Mantener el peso, actividad física. Mantenerse en forma no cuesta tanto. Evitar el sobrepeso hace lo propio con el cáncer. Hacer ejercicio regular, andar sobre 1 hora al día y subir escaleras evitando bajarlas ayuda a evitar este mal. La actividad física, que no deporte o gimnasio de machaque, reduce los riesgos exponencialmente de cáncer y fortalece la salud. Sobre 150 minutos/semana de actividad aeróbica o cardiosaludable (circuitos en bicicleta, paseos...) nunca está de más.
4. Protección del sol. El de piel es un cáncer común y más evitable. Huir del sol de mediodía (de 10 a 16H), estar en la sombra, usar gafas de sol, gorra o sombrero y ropa clara ayuda a esquivar los rayos solares. Las pieles más sensibles precisan dermo-protección mínima (grado 30), incluso días nublados si se expone el cuerpo al sol. Debe aplicarse repetidas veces al día. No abusar de camas o lámparas solares para lograr el tonito, o broncearse, nunca debe obviarse.
5. Vacunación. La eficacia vacunal está demostrada contra infecciones que magnifican el cáncer. Vacunarse de la Hepatitis B (aumenta riesgo de cáncer de hígado) y del Virus del papiloma humano (VPH) para adolescentes evita el cáncer, sí o sí.
6. Evitar conductas de riesgo. Para soslayar infecciones que aumentan el riesgo de cáncer todo parece valer: relaciones sexuales seguras, no consumir drogas, usar condones y no compartir jeringas obvia males mayores.
7. Revisiones médicas. Palparse el cuerpo para localizar verrugas, malformaciones epidérmicas o localizar bultos ayuda a prevenir varios tipos de cáncer. Descubrir el mal a tiempo es esencial para abordar su tratamiento o curación. La ayuda médica en atención primaria o especializada añade el rigor clínico para llegar a tiempo.
No pierda, por favor, la oportunidad de seguir viviendo lejos del cáncer.
- Primer día de lluvias en Andalucía: el miércoles hay tres provincias afectadas con precipitaciones según Aemet
- Llega una nueva DANA: estas serán las zonas más afectadas de Andalucía
- Los andaluces tendrán derecho a una cita en 72 horas aunque sea con otro médico de familia
- El Supremo rechaza el recurso del Ayuntamiento: devuelve a la familia de Ana Rosa la caseta de la Feria de Abril de Sevilla
- Ouigo pone a la venta billetes de tren entre Sevilla y Madrid desde 9 euros
- El ingreso mínimo vital ha hecho mucho daño en barrios como Polígono Sur
- La Virgen de Setefilla, la más auténtica de la Magna: 'Que cada uno piense lo que quiera
- Alquileres desde 373 euros en la Hacienda del Rosario: Estos son los requisitos para estos pisos de Emvisesa